Las emisiones crecientes de los nuevos coches arruinan la política climática europea
Transportes
Las vehículos registraron de nuevo en el 2019 un aumento de CO2 arrojado a la atmósfera, algo que sucede por tercer año consecutivo, debido a la penetración de los deportivos SUV
Las emisiones crecientes de los nuevos coches están arruinando la política climática europea; al menos en el campo de los transportes. Las medidas regulatorias van por un camino y los fabricantes parecen seguir en la práctica otra rut a muy distinta .
Las emisiones de CO2 (principal gas de efecto invernadero) de los nuevos vehículos matriculados en Europa (UE, Gran Bretaña, Noruega e Islandia) aumentaron en el 2019 un 1,3% en promedio respecto al año anterior, según la Agencia Europea de Medio Ambiente.
Este aumento se debe a la creciente participación del segmento de vehículos utilitarios deportivos (SUV) y a que la penetración en el mercado de automóviles eléctricos se mantuvo baja en 2019.
Es otra evidencia más palpable de que la UE no logra contener estos gases en el sector de la automoción, donde van camino de superar los límites establecidos con la finalidad de mitigar el calentamiento.
Por tercer año consecutivo se registra un empeoramiento en este campo, después de una disminución constante de emisiones entre los años 2010 y 2016.
Los autos nuevos vendidos en 2019 emitieron 122,4 gramos de CO2 por km; es decir, 1.6 g/km más que el promedio del año anterior.
Esta cifra está por debajo de listón de 130 g de CO2/km que recoge la regulacsión hasta el 2019, pero se sitúa muy por encima del objetivo de la UE de 95 g de CO2/km que regirá a partir de este año 2020.
Así pues, los fabricantes no deben superar de media los 95 g/km de CO2 por coche vendido en 2020 en la UE; si no, serán sancionados.
Los fabricantes de coches han continuado poniendo en el mercado vehículos SUV, con altísimas emisiones, con lo que están agotando plazos y retrasando hasta el último momento el impulso a los vehículos más limpios, que tendrán nuevos estándares a partir del 2020.
En resumen, un abismo separa las metas para este año (95 g de CO2/Km) y el balance que arroja el 2019 (122,4 g de CO2/km).
Los fabricantes agotan los plazos y retrasan el impulso de coches más limpios constata la Agencia Europea de Medio Ambiente
Más pesados y menos aerodinámicos, y por lo tanto menos eficientes, los SUV representan un 38% de los automóviles nuevos vendidos en Europa, frente a casi un tercio en 2018 y sólo un 7% en 2008.
Sus emisiones promedio aumentaron hasta los 134 g de CO2/km, mientras que el promedio de otros automóviles de gasolina vendidos fue de alrededor de 121 g/km.
Julia Poliscanova, directora del área de vehículos limpios de la federación europea de oenegés Transport and Environment (T&E), considera “un escándalo” que los fabricantes de automóviles sigan fomentado los SUV, que son grandes consumidores de combustible.
La UE debe detener esta maximización de beneficios a costa de la salud pública y del planeta”
“La UE debe detener esta maximización de beneficios a costa de la salud pública y del planeta mediante la introducción de objetivos de emisiones anuales o semestrales. De esa forma, los fabricantes llegarán más rápido a las cero emisiones”, declaró
El año pasado se matricularon casi 15,5 millones de nuevos coches en la UE, Gran Bretaña Noruega e Islandia.
Por su parte, las furgonetas registradas en la UE, Islandia, Noruega y el Reino Unido en 2019 emitieron en promedio 158,4 g CO2 / km, que es 0.5 g / km más que en 2018.
Es bastante menos del objetivo de 175 g CO2 / km que se aplicaba hasta 2019 pero sigue siendo 11 g de CO2 / km más alto que la metal objetivo de la UE de 147 g de CO2 / km que se aplica a partir de este año. Pasó como con los coches: aumenta la masa promedio y solo se dio un aumento limitado de la proporción de camionetas eléctricas.
Los automóviles de gasolina fueron los vehículos de pasajeros más vendidos (el 59%) mientras que los diésel representaron el 31% de los nuevos registros.
Las ventas de vehículos eléctricos; es decir, híbridos enchufables (PHEV) y vehículos eléctricos con batería (BEV) aumentaron un 3,5%, y el porcentaje más alto de estas matriculaciones de dio en Noruega (56%), Islandia (19%), Países Bajos (16%) y Suecia (12%).
Estos fueron también algunos de los pocos países donde las emisiones promedio de los nuevos autos disminuyeron.
Los fabricantes de automóviles que eligen imprudentemente impulsar SUV lucrativos están pidiendo el dinero de los contribuyentes para seguir contaminando”
Transport and Environmnt juzgó muy preocupante que los SUV puedan acogerse a los incentivos de compra de automóviles como se han llegado a plantear algunos países europeos entre las medidas para ayudar a la automoción para remontar la crisis de la Covid-19.
T&E dijo que ningún automóvil de combustible fósil con emisiones superiores a 95 g (que es el objetivo de la UE 2020/21) debería recibir el apoyo de los contribuyentes.
Julia Poliscanova (T&E) concluyó: “Los fabricantes de automóviles que eligen imprudentemente impulsar SUV lucrativos están pidiendo el dinero de los contribuyentes para seguir contaminando. Los planes nacionales. Los programas nacionales de desguace solo deberían apoyar la transición a automóviles sin emisiones y una industria automotriz más competitiva y preparada para el futuro”.
La industria ha pedido por otra parte que se tenga en cuenta la situación creado por la caída de ventas por el Covid.
Los movimientos de la industria en Europa
¿Ha pedido la industria del automóvil retrasar la aplicación de estas normativas? (para no pagar las multas por el incumplimiento), le preguntamos el 22 de abril a la vicepresidenta del Gobierno, Teresa Rivera, ministra para la Transición Ecológica.
Y esto fue lo que nos respondió:
“La industria del automóvil se enfrenta a una situación extraña. La medición de sus obligaciones en términos de emisiones de CO2 para el período que acaba ahora se calcula en promedio. Su plan era buscar una curva en la que, al principio, estaban poco preparados para invertir y vender masivamente coches de bajas emisiones; y calculaban que poco a poco irían generalizando la producción de los coches de bajas emisiones, de manera que los años 2020 y 2021 serían los años en que prácticamente se venderían coches de bajas emisiones, y eso les permitía que la media del período fuera compatible con sus obligaciones. Pero, claro, en la medida en que están manejando escenarios en los que las ventas de coche están muy por debajo de lo que esperaban, se les distorsiona esa curva. Puede haber de todo, y se debe analizar con detalle..., pero (los fabricantes) no es que pidan que se relajen los parámetros, sino que en el cómputo del promedio se tenga en cuenta que este año no van a vender...”