La sostenibilidad es híbrida... y también el diesel
Motor
Las firmas automovilísticas más comprometidas defienden la versatilidad y eficacia ambiental de los motores diésel
Ciudades como Madrid y Barcelona han puesto en marcha un protocolo de actuación para restringir el acceso de vehículos altamente contaminantes al centro urbano en episodios de alta contaminación mientras empresas líderes del sector tratan de adaptarse cuanto antes a este nuevo escenario.
Muchas marcas de automóviles se anticiparon al cambio hace años para estar preparadas para afrontar este momento. Prueba de ello son los vehículos híbridos enchufables (PHEV) de Land Rover, como el Range Rover y Range Rover Sport, o el Nuevo Range Rover Evoque con tecnología de híbrido suave (MHEV). Paralelamente, la marca acredita la eficiencia de sus motores diésel EU6, que están considerados unos de los más limpios del mundo.
Óscar Oñate, Brand Director de Land Rover en España y Portugal, destaca la apuesta decidida por la diversificación que emprendió la firma británica hace ya algún tiempo: “La electricidad como fuerza motriz en el automóvil gana peso y se prevé que en los próximos diez años todas las marcas lleguemos a un 25% de ventas. Actualmente disponemos de motores 100% eléctricos, híbridos enchufables y mild hybrid”.
La demonización del diesel
El abanico de nuevas motorizaciones que Land Rover ofrece en sus vehículos pone de manifiesto el compromiso que esta firma ha adquirido en la lucha por preservar el medio ambiente. Un empeño que es visible también en el diésel, demonizado en los últimos tiempos por la opinión pública.
“Hay mucha desinformación que lleva a asociar de forma inmediata y no meditada al diésel como mayor elemento contaminante. Se obvian la cantidad de mejoras que todos los fabricantes hemos implementado en estos motores”, replica Óscar Oñate. El ejecutivo de Land Rover habla con conocimiento de causa puesto que la normativa comunitaria EURO6 que entró en vigor en 2015 limita considerablemente las emisiones de gases de escape para que los vehículos sean más respetuosos con el medio ambiente.
En el caso del diésel, el nivel permitido de emisiones de óxido de nitrógeno ha pasado de 180 mg/km a 80 mg/km y el de hidrocarburos, de 230 mg/km a 170 mg/km. Unos niveles que los vehículos Land Rover mantienen a raya e incluso por debajo de la normativa de la EU, por lo que es inopinado demonizar el diésel como ha venido ocurriendo últimamente.
De hecho, un motor de gasolina puede ser hoy más contaminante que uno diésel, puesto que los motores diésel que se fabrican en la actualidad emiten un 30% menos de dióxido de carbono y un 85% menos de dióxido de nitrógeno que los turismos de más de diez años.
Mayor aceleración y carga
La buena salud de los motores diésel queda reflejado también en la eficacia de sus vehículos, pese a las exigentes medidas comunitarias a las que se han tenido que adaptar desde 2015. En el caso de Land Rover, los motores turbodiésel generan un útil par a medio régimen que ofrece mayores capacidades de aceleración y carga, lo que mejora notablemente el rendimiento de sus vehículos al adelantar o remolcar.
En definitiva, al diésel le queda aún larga vida por delante. La apuesta de la marca por los motores de gasoil sigue siendo tan decidida como siempre, pero ahora, además, cumpliendo con los requisitos de sostenibilidad de la UE. El respeto por el medio ambiente y el menor consumo frente a los vehículos de gasolina hacen del diésel un mercado aún muy apetitoso para particulares y profesionales del transporte.