Francia Raisa, la mujer que ha donado su riñón a Selena Gomez
La valentía de Selena Gomez no tiene límites. Sabíamos que había atravesado duros momentos como consecuencia del lupus que padece y que le llevó a retirarse de la escena pública durante unos meses para ingresar en una clínica de rehabilitación. Lo que no sabíamos era que, además, Selena se había tenido que someter a un transplante de riñón, algo que ha dado a conocer hoy mismo a través de su cuenta de Instagram. Pero, ¿quién ha sido la persona que le ha salvado la vida?
Se trata de la actriz Francia Raisa, unida por una estrecha amistad con Selena Gomez. Su nombre y su rostro serán, seguramente, de lo más googleado en los próximos días después de saberse lo que ha hecho por la cantante de Bad Liar.
Francia Rasia, con raíces hondureñas y mexicanas, nació en Los Ángeles hace 29 años y su relación con Selena Gomez comenzó hace ocho años a raíz del baile. Las dos participaron en la coreografía del videoclip Everybody Knows de Dustin Tavella, y por lo que podemos ver su amistad no ha hecho más que fortalecerse con el paso de los años.
Francia se dedica a la interpretación y su papel más destacado en el cine ha sido en la película Bring It On: All or Nothing donde interpretó a una cheerleader latina con una vida algo complicada. Además, también tiene formación en danza, destacando en los estilos hip hop y jazz.
Aunque Francia Raisa no es una de las amigas habituales con las que vemos a Selena Gomez en fiestas o redes sociales, con la doñación de riñón que ha hecho ha demostrado lo mucho que significa su amistad con la cantante.
De hecho, en su propia cuenta de Instagram podemos encontrar una fotografía de hace unos años en la que aparece con ella donde le dedica unas preciosas palabras con motivo del cumpleaños de Selena que demuestran lo mucho que significan la una para la otra.
“Pasé por una ruptura este año y tu dejaste el estudio y viniste corriendo para verme y consolarme. El mes pasado recibí buenas noticias y tú me hiciste un Facetime minutos después de bajarte del escenario solo para felicitarme. Tenemos tantos momentos y cosas que has hecho por mí que aprecio y que no doy por sentado. Tanto si es para llorar, reír o simplemente sentarnos en el suelo de la cocina para alzar las manos al aire por lo confusa que es la vida, estoy agradecida de que siempre estés ahí.
Estoy obsesionada con cada recuerdo que hemos construido durante los últimos ocho años y los que aún nos quedan por crear. Estoy muy agradecida a Dios por ponerte en mi vida cuando lo hizo. Si piensas en el momento en que nos conocimos y dónde estaban nuestras vidas cuando nos unimos por primera vez, fue su momento perfecto. Ha sido muy inspirador verte crecer y crecer contigo. Aprendo mucho de ti y estoy muy, muy orgullosa de ti. Feliz cumpleaños hermana. Te quiero mucho, mucho”.