El primer modelo totalmente eléctrico de Toyota, que llega a España, se llama bZ4X. Se trata de un desarrollado conjunto con Subaru y tiene un nombre algo extraño. Hereda directamente el nombre del prototipo de 2021, bZ4X, que es el resultado de la fusión de varias palabras o conceptos. De entrada, bZ (Beyond Zero) es la nueva submarca de Toyota para identificar a los modelos 100% eléctricos, de cero emisiones.
La denominación incluye también un 4 y otra letra, la X. El número representa el tamaño o categoría del coche. En este caso, el 4 se asigna a los vehículos de tamaño medio. El bZ4X, con 4,69 metros de longitud, se sitúa entre los SUV compactos y los grandes. Finalmente, la X hace referencia a la condición de todocamino y a la posibilidad de incorporar tracción integral.
Mucho trabajo de marketing que a mi juicio se podrían haber ahorrado y optar por un nombre más convencional -y acertado- como ha hecho Subaru con el Solterra. Sol y tierra. Fácil, ¿verdad?
Este nuevo SUV de cinco puertas está construido sobre una nueva plataforma global para coches eléctricos que va a servir para otros muchos desarrollos, como el ya mencionado de Subaru.
Aspecto moderno
Sobre el diseño, en este caso, Toyota ha optado por desmarcarse por completo de lo que nos venía ofreciendo hasta ahora. Es decir, el bZ4X es un punto y aparte. Tanto es así que durante un recorrido urbano nos han preguntado varias veces qué Toyota era.
El frontal está cerrado, sin parrilla en la parte de arriba, puesto que no hay nada que refrigerar, aunque se incluye una entrada de aire en la parte más baja, como si fuera una boca. El capó también es bastante original, grande y que llega hasta las aletas laterales y el paso de rueda.
La parte trasera también tiene su punto atrevido, con unos faros estilizados unidos por una franja lumínica, que tienen continuidad en una pieza de plástico de color negro que compensa el diseño. Sin embargo, lo más curioso son las dos piezas, como un alerón cortado, encima del cristal trasero. Imaginamos que cumplen cierta función aerodinámica.
El coche tiene, además, unas dimensiones muy interesantes, parecidas a un RAV4, con 4,69 metros de longitud y una generosa distancia entre ejes de 2,85 metros. Y, la gran ventaja de tener un maletero de 452 litros de capacidad.
Interior arriesgado
Al entrar en este nuevo SUV eléctrico nos llama la atención la gran consola central flotante, una pantalla central de gran tamaño (12 pulgadas) y el puesto de conducción, que al principio resulta original y novedoso, pero con el uso acaba siendo poco práctico. Y esto merece una explicación.
Parecido a la idea de Peugeot con su i-Cockpit, el volante redondo es de pequeño tamaño. La instrumentación, creemos, está pensada para que se consulte por encima del volante.
Ocurre, sin embargo, que la pequeña pantalla de la instrumentación queda lejos del conductor, situándose muy cerca del parabrisas, ya que, como decíamos, la instrumentación debería consultarse por encima del volante.
Pero, una vez al volante, en una posición natural, cómoda y, sobre todo, correcta de conducción (tenemos regulación en profundidad y altura), el volante nos tapa la instrumentación. Una solución es bajar el volante, más cerca de las piernas, pero es incómodo ya que al bajar del coche lo tocamos con las rodillas.
La sensación de espacio de las dos plazas delanteras queda comprometida por el diseño de la consola flotante central
Si mides 1,80 o más, es probable que la adaptación al puesto de conducción sea más fácil, ya que podrás ver la instrumentación por encima del volante. En cualquier caso, resulta poco natural.
La sensación de espacio de las dos plazas delanteras queda comprometida por el diseño de la consola flotante central, que se prolonga a partir de la gran pantalla táctil. Esta consola flotante central tiene un gran espacio debajo, abierto, y que reemplaza a la guantera convencional que Toyota ha suprimido.
Sí es muy buena la sensación y espacio real de las plazas traseras. La generosa distancia entre ejes permite un holgado espacio para las piernas de los ocupantes.
El maletero tiene 452 litros de capacidad, con apertura eléctrica, y la posibilidad de colocar el piso un poco más abajo, a modo de doble fondo. Y un hueco en la parte inferior para los cables de recarga, triángulos de emergencia y poca cosa más.
Conducción y prestaciones
La batería tiene una capacidad de 71,4 kWh y está garantizada durante 10 años. El motor eléctrico, por su parte, tiene 204 CV de potencia y Toyota establece la autonomía en 516 km, una distancia difícil de lograr en condiciones normales de circulación. Unos 100 km menos, y más en verano, se nos antoja una cifra más real.
Esta versión tiene un único motor eléctrico y tracción delantera. Por tanto, es más ligero y manejable por ciudad que el modelo de tracción integral.
Es una buena opción de coche familiar para un uso interurbano, incluso con recorridos diarios de 60, 70 u 80 km. Eso sí, siempre que podamos enchufarlo con facilidad un par de veces por semana.
Nada más arrancar, el coche se percibe muy silencioso. Está, además, muy bien aislado, con lo que la sensación de suavidad y silencio está realmente conseguida. El trabajo aerodinámico es notable, puesto que el típico ruido del aire en contacto con los retrovisores tampoco llega al interior.
El motor tiene una respuesta excelente en cualquier situación, con una entrega de potencia lineal y sumamente agradable. No es tan potente como otros rivales eléctricos, que superan sin contemplaciones los 300 CV, pero tampoco creemos que sea necesario. Y como buen eléctrico, la aceleración es instantánea, ciertamente brillante.
Sin ser deportivo, tiene un comportamiento preciso y noble por cualquier tipo de trazado, con una suspensión rígida que evita balanceos molestos. La dirección acompaña muy bien, bastante directa y precisa, y facilita la conducción en carreteras sinuosas.
Tiene dos modos de conducción, Normal y Eco, y la posibilidad de activar el modo de “pedal único” para obtener una mayor regeneración de energía al soltar el pedal del acelerador. No obstante, este modo retiene menos que en otros eléctricos y en ciudad -muy útil- es necesario frenar para detenerlo.
Carga y equipamiento
Toyota explica que el bZ4X, en un cargador rápido, se puede cargar hasta a 150 kW, y en aproximadamente 30 minutos se puede pasar del 0 al 80%. Con el cargador de serie de 11 kW, podremos recargar por completo la batería en poco más de 6 horas.
El equipamiento Advance incluye faros delanteros Bi-LED, asientos calefactables, carga de smartphones inalámbrica y numerosos dispositivos de ayuda a la conducción como el detector de obstáculos y peatones con frenada de emergencia y capacidad para detectar vehículos que circulan en sentido contrario.
Ficha técnica
Toyota bZ4X Advance 4x2
Motor: Eléctrico
Potencia máxima: 204 CV
Cambio: Automático
Velocidad máxima: 160 km/h
Aceleración 0/100 km/h: 7,5 segundos
Batería: 71,4 kWh
Consumo combinado: 14,7 kWh/100 km (WLTP)
Autonomía: 516 km (WLTP)
Etiqueta DGT: 0 emisiones
Largo/ancho/alto 469/186/160 cm
Maletero 452 litros
Peso: 1.970 kg
Garantía de 3 años o 100.000 km
Precio: 51.650 € (551 € al mes)
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