Una tecnología de transición. Así define Nissan a su nuevo Qashqai e-Power, un híbrido que funciona en realidad como un coche eléctrico. Y es que la marca japonesa cree entender que todavía hay espacio, hasta que no llegue la electrificación total e irreversible, para fórmulas que no aboquen al usuario a la dependencia exclusiva de la electricidad.
Es, a nuestro entender, una propuesta muy interesante, sensata, oportuna, basada en el sentido común y que encaja mucho más ahora mismo en mercados como el nuestro, el español. Porque no nos engañemos, España lleva un retraso considerable en la implantación de puntos públicos de recarga. Y eso es un gran inconveniente para la popularización del coche 100% eléctrico. El otro hándicap es el precio, y la gestión de las ayudas. Queda mucho por hacer.
Es una alternativa para quienes quieren pasar del motor térmico al eléctrico, pero sin inconvenientes como la carga o la autonomía
De este modo, Nissan apuesta por la tecnología e-Power y la presenta en su modelo estrella, el Qashqai, el inventor del segmento crossover. Ya hemos dicho que se trata de una tecnología de transición; Nissan entiende que la movilidad eléctrica requiere un tiempo para la transición. Es decir, un paso intermedio, una alternativa para aquellos que quieran pasar del motor térmico al eléctrico, pero sin inconvenientes como la carga o la autonomía.
El nuevo Qashqai e-Power es, por tanto, un híbrido pero que funciona como un eléctrico, ya que el coche se mueve con la fuerza a las ruedas delanteras que transmite un motor eléctrico. Esta tecnología incluye también un motor de gasolina, pero en este caso el motor de combustión nunca se conecta al eje delantero para impulsarlo. La fuerza, la energía para mover al nuevo Qashqai, llega únicamente del motor eléctrico con la energía de una batería.
Generador de electricidad
El motor 1.5 de gasolina, de tres cilindros y 156 CV, sirve única y exclusivamente para recargar la batería. Y lo hace a través de un generador y solo cuando es necesario. Por tanto, el usuario no tendrá que recargar la batería cuando llegue a casa o en el trabajo. El e-Power se autorrecarga solo.
La ventaja de la tecnología de Nissan es que la batería puede ser pequeña, ligera, de 1,5 kWh y ubicada debajo de los asientos delanteros. De hecho, a diferencia de otros híbridos, este Qashqai conserva la capacidad del maletero: 479 litros.
Además del motor de gasolina, la batería y el generador, el sistema e-Power incluye, obviamente, un motor eléctrico y un inversor, que se encarga de distribuir la electricidad a las baterías, al motor eléctrico o a ambos a la vez.
Prueba en Suecia
Nissan nos citó en Estocolmo para realizar un completo test por carretera que contemplaba zonas urbanas, carretera y autopista. Y lo primero que hay que decir es que el Qashqai e-Power tiene un funcionamiento totalmente satisfactorio en cualquier tipo de recorrido. La respuesta es siempre lineal, instantánea, y siempre suave. La suma del motor de gasolina más el eléctrico da una potencia total de 190 CV, más que suficiente para movernos siempre con agilidad.
El coche arranca siempre en silencio, con mucha suavidad y transmite la misma sensación, el mismo tacto que un coche 100% eléctrico. Y sin la preocupación de la autonomía, que en el Qashqai e-Power supera los 900 km.
Pudimos comprobar que en cuidad, y conduciendo con suavidad, el coche puede circular unos 2 o 3 kilómetros sin que se active el motor de gasolina.
Al poco de circular se conecta el motor de gasolina, pero con discreción, muy bien insonorizado, y apenas lo percibimos. Cabe remarcar que esta tecnología, que no es definitiva, no es la panacea. Es decir, el consumo está bien, es moderado, pero difícilmente baja de los 5,6 o 5,7 litros, que son medias que obtuvimos al cabo de un día de circulación. Eso sí, en Suecia la velocidad está muy limitada y el ritmo por carretera debe ser necesariamente bajo.
Otra ventaja es que no lleva cambio de marchas, no es necesario. Y la aceleración se produce de forma continua, sin interrupciones, de forma muy agradable.
Otra curiosidad técnica es que el motor de gasolina, de origen Infiniti, funciona mediante un sistema de compresión variable. Cuando se requiere poca potencia, la relación de compresión es elevada (14:1) para favorecer consumo y emisiones. Pero cuando la solicitud de potencia es elevada, la relación baja hasta 8:1 para ofrecer las máximas prestaciones.
Equipa el ya conocido e-Pedal
Incorpora la función e-Pedal, ya vista en el modelo Leaf y en el nuevo Ariya. Esta tecnología, que el conductor conecta a voluntad, permite circular por ciudad con un alto grado de retención, de modo que se pueda acelerar y frenar usando solamente el acelerador.
Es decir, al dejar de acelerar, el Qashqai e-Power va frenando solo, al mismo tiempo que se carga la batería. A diferencia del Leaf, no llega a pararse por completo, sino que frena hasta unos 3 km/h y sigue avanzando a esa velocidad lentamente hasta que no interviene el conductor y frena de verdad.
De dirección precisa, tiene un buen equilibrio entre eficacia dinámica y confort, con una suspensión que tiende a rígida, sin que ello impida un buen confort de marcha.
El conductor tiene a su disposición los modos de conducción Sport, Standard y Eco, que se adaptan a diferentes escenarios según el momento y modifican la dureza de la dirección o la entrega de potencia.
Las primeras unidades llegarán a los concesionarios de Nissan en septiembre. El Qashqai e-Power está disponible desde los 39.850 euros (acabado N-Connecta) y 42.450 euros (Tekna), que incluye sistema Head-up Display, ProPilot con Navi-Link y llantas de 19 pulgadas.
Por 45.200 euros (Tekna+) se incluye todo lo anterior y un sistema de audio Bose con 10 altavoces, tapicería de piel Nappa Zietaku y suspensión Multilink.