Pocas marcas de automóviles pueden presumir tanto como Jeep del carismático patrimonio histórico acumulado por sus modelos a través su trayectoria vital. La mítica firma americana, especialista incondicional en el desarrollo y fabricación de coches con vocación montañera, ha decidido rendir homenaje a uno de sus numerosos modelos emblemáticos, que se han ganado la simpatía de los aficionados al todoterreno a través del tiempo. Pero el Jeepster Beach no debe considerarse como un simple ‘concept car’. Nos encontramos ante la proyección futurista de un vehículo que ya marcó un hito importante en su época.
Para dar nueva vida a una peculiar concepción automovilística que triunfó cinco décadas atrás, los responsables del proyecto tomaron como punto de partida un impecable Jeepster Commando fabricado en el año 1968. En su momento, este modelo sirvió para dar respuesta a la creciente demanda que experimentaron los todoterrenos para ser usados como compañeros de aventuras en el tiempo libre. Para poner el coche en su contexto temporal y detallar su protagonismo histórico, vale la pena apuntar que se trató del primer 4x4 de tamaño compacto equipado con cambio automático.
En una época caracterizada por la espartana concepción que compartían todos los modelos de orientación montañera disponibles en cualquier rincón del mundo, aquel Jeepster Commando sorprendió especialmente por su equipamiento de serie, que contaba con diversos elementos destinados a aportar ciertas dosis de comodidad.
Bajo el capó, se encuentra un avanzado motor turbo de gasolina que desarrolla una potencia de 340 CV
A diferencia de sus hermanos de marca, que no hacían concesiones al confort, ofrecía ventanillas practicables y sus puertas disponían de cierre. Además, incorporaba también sistema de calefacción, así como techo eléctrico practicable, un lujo inusitado medio siglo atrás.
Con la finalidad de poner al día el coche en cuanto a mecánica, se ha combinado la base de antaño con un moderno conjunto dinámico procedente de un rutilante Jeep Wrangler Rubicon de la generación 2020.
Igual que la versión original de antaño, el Jeepster Beach ha nacido para disfrutar de la playa sobre ruedas en actitud alegre y desenfadada
Bajo el capó, se ha escondido un avanzado motor turbo de gasolina que puede alcanzar una potencia máxima de 340 CV, lo que significa un 25% de incremento respecto al propulsor que adoptan las unidades de serie actuales. Como socio de transmisión, en este caso se ha optado por un cambio automático secuencial de ocho velocidades.
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La original personalización del habitáculo implantada en el Jeepster Beach incluye sendas butacas envolventes de respaldos bajos, que han sido tapizadas en llamativo cuero rojo. La zona trasera, presidida por una jaula de seguridad fabricada con tubos cromados, prescinde de asientos. Tampoco se ha dotado al coche con alfombrillas, un complemento que dificultaría la limpieza de arena o tierra. Igual que el Commando original de 1968, mantiene la filosofía de ofrecer diversión playera bajo el sol.