Quién te ha visto y quién te ve Miguel Ángel López. Aquel joven escalador que deleitaba al mundo ciclista con sus actuaciones en las grandes vueltas allí por el 2018, ahora le ha tocado huir de Europa para buscar refugio en su natal Colombia donde competirá en 2023 junto al Team Medellín.
Se va del viejo continente de la peor manera que un ciclista puede hacerlo, con el estigma del dopaje sobre su nombre. En una época donde parecer inocente es incluso más importante que serlo, encontrarse involucrado en una trama de tráfico de medicinas como la del doctor Maynar no es el mejor elemento que puedas incluir en tu currículum.
Presuntamente la UCI recibió información de un colaborador que confirmaba la implicación de 'Superman' en el caso Maynar y en Astana no dudaron en cortarlo. A pesar de que aún se desconozcan pruebas irrefutables sobre un posible dopaje del colombiano, el 'qué dirán' pesa mucho dentro del pelotón internacional y no ha habido equipo de World Tour que se haya querido arriesgar con un fichaje que le precede la polémica.
Cabe recordar que no es la primera vez que sale de forma negativa de un equipo. Junto a la trama de dopaje que lo ha dejado fuera de Astana están los malos comportamientos que lo alejaron de Movistar en 2021. Dos polémicas en dos años consecutivos... Le va a costar limpiar su nombre a 'Superman'.
Ahora se embarca en una nueva aventura que el propio López desea que termine lo antes posible. Un año de transición que bien puede servirle de trampolín para regresar a la élite del ciclismo o clavar el último clavo en el ataúd de una trayectoria que prometía mucho, pero que ya pasó sus días gloriosos.