No hay equipo al que no le gustaría contar con Sepp Kuss. El norteamericano de 28 años cumple con todas las características necesarias para hacer funcionar una escuadra, y no precisamente por ser una superestrella del pelotón, sino porque sabe muy bien cual es su papel y lo cumple a la perfección, algo básico para que un equipo ciclista funcione.
Bien podría estar liderando un combinado más modesto, pero hallándose en el Jumbo Visma y compartiendo equipo con bestias como Woud Van Aert, Primoz Roglic o Jonas Vingegaard, le toca hacer de gregario y desde el Club The League of Gregarious han querido premiar su desempeño en ese rol.
Quizás no será un premio tan prestigioso como el Velo d'Or, pero este es un galardón para verdaderos guerreros de la carretera como lo es Sepp Kuss. Ciclistas que en muchas ocasiones hacen trabajo invisible pero vital para que sus jefes de filas puedan acabar decantando la balanza a su favor.
Por una vez, los focos se centran en el actor secundario y dejan los protagonistas de lado, para reconocer que sin ellos, el ciclismo sería mucho más aburrido. Así ha ganado el Premio Gregarious el corredor norteamericano, que ha realizado una temporada para merecerlo.