El ciclismo es pasión. El ciclismo es esfuerzo, vida y unión. Pocas cosas en el mundo nos vinculan tan fuertemente a otra persona. Experiencias inolvidables, tanto buenas como malas, lágrimas de felicidad, pero también de desesperación y agotamiento. Muchos momentos. Muchos sitios. Muchos recuerdos.
Y todo eso, y seguro que bastante más, han llevado a Tamara y Victor, a Victor y Tamara, a decidir compartir la vida.
El domingo 19 de junio empezaban la aventura en Roncesvalles. 790 kilómetros por delante y muchas horas, muchísimas, con sus gravels hasta llegar a Santiago.
Durante la ruta, mil rincones preciosos para disfrutar del Camino. Entre pintorescos pueblos e interminables campos de trigo se acercaban a la capital gallega.
Estos días han visto de todo: etapas con calor, con viento e incluso con lluvia. Una romance sobre ruedas pero con un final inesperado: una pedida de mano.
Después de diez agotadoras jornadas, al terminar el recorrido, y justo delante de la Catedral, Victor metió la mano en la mochila. Ella, imaginando sus hábitos más ciclistas, pensó: “Ya está, tiene hambre, está buscando una barrita o yo qué sé”. Pero no. Sacó una cajita muy pequeña, pero con un enorme valor sentimental.
Con el anillo puesto, el tacto con el manillar será diferente. Tal como decíamos al principio, la grandeza del ciclismo se basa en todas las experiencias que hemos vivido con nuestra bicicleta. En este caso, una de las más bellas que se puede vivir.
Os queda mucho por vivir y muchísimos kilómetros para compartir. ¡Enhorabuena, pareja!