Las situaciones más grotescas vistas en los aparcamientos para los minusválidos

Infracción recurrente

Estacionar en una plaza para discapacitados conlleva una multa de 200 euros

El colectivo de las personas discapacitadas tiene que recurrir a todo tipo de mensajes para que vehículos no autorizados no estacionen en sus plazas reservadas

El colectivo de las personas discapacitadas tiene que recurrir a todo tipo de mensajes para que vehículos no autorizados no estacionen en sus plazas reservadas 

Twitter/DGTes

Encontrar una plaza de aparcamiento cerca de casa o del trabajo resulta cada vez más complicado, sobre todo en las grandes ciudades. La situación se agrava cuando la persona que busca un sitio para estacionar su vehículo tiene problemas de movilidad. Para paliar este tipo de minusvalía existen las plazas de aparcamiento para discapacitados reservadas exclusivamente para el colectivo de personas que van en silla de ruedas o tienen dificultad de movimientos.

La Dirección General de Tráfico (DGT) siempre se ha mostrado muy sensible con esta problemática que afecta a las personas con movilidad reducida. Hace casi tres años, en diciembre de 2018, aludía en un artículo publicado en su web a la situación con la que se encuentran a menudo las personas con discapacidad cuando van a estacionar su vehículo en las plazas de aparcamiento reservadas para ellos. Lo describía de una forma muy clara para que todos nos pusiéramos en situación.

Imagen de un cartel en el que se pide respeto al parking de minusválidos

Imagen de un cartel en el que se pide respeto al parking de minusválidos

LV

“¿Se imagina que le llama el encargado del restaurante donde ha realizado una reserva de mesa para comunicarle que su reserva ha sido cancelada porque han llegado otras personas por sorpresa que han ocupado su mesa?”, indicaba el texto. “¿O que las butacas que corresponden a las entradas que ha adquirido para ver un espectáculo están ocupadas por otras personas y que por lo tanto no las puede ocupar?”, proseguían con sorna desde Tráfico.

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No hace falta recurrir a símiles como estos para aludir a la falta de empatía que sienten algunos conductores con el colectivo de discapacitados. Lo podemos comprobar de primera mano nosotros mismos viendo lo que ocurre en aparcamientos de centros y zonas comerciales o a través de las publicaciones que los usuarios difunden por medio de las redes sociales.

Todo tipo de vehículos, incluso policiales, ocupan sin impunidad el espacio reservado para las personas con movilidad reducida

Desde este Canal hemos hecho una recopilación de algunas situaciones en las que se hace un mal uso de las plazas reservadas a las personas con movilidad reducida y que han sido denunciadas públicamente.

Las plazas de aparcamiento reservadas para discapacitados están debidamente señalizadas. En los centros comerciales se adoptan otras medidas complementarias como colorear la superficie de color azul y pintando en su interior una gran señal informativa. Incluso en lugares donde suelen haber muchas plazas para aparcar y hay una alta rotación se ven imágenes como esta en la que un lujoso Ferrari sin distintivo de discapacitado ocupa una plaza reservada a este colectivo.

Colocar un obstáculo junto a una plaza reservada para usuarios con movilidad reducida no parece la manera más apropiada de proceder. Todo lo contrario. Se trata de una negligencia en toda regla que fue captada en la estación de servicio La Vega, en Mijas-Costa (Málaga). Por si fuera poco, tampoco se puede acceder a la plaza de aparcamiento por la parte donde no hay ningún obstáculo porque un coche y una moto están estacionados sobre la cuadrícula amarilla donde está prohibido detenerse y más aún estacionar.

El caso de la grúa municipal que aparca en una plaza reservada para minusválidos riza el rizo. Todos sabemos que el cometido que tiene este servicio es precisamente retirar los vehículos que estacionan en lugares donde no está permitido. Por lo tanto, la incongruencia que fue captada en verano de 2017 en Xàtiva (Valencia) es doble. La imagen de la infracción fue difundida por el Partido Popular de Xàtiva.

En este caso ya no se trata de ocupar con otro vehículo una plaza reservada para usuarios con movilidad reducida. Una embarcación encima de su remolque aparece estacionada sobre una superficie pintada de color azul y en la que se aprecia también de forma muy visible el pictograma que representa a una persona en silla de ruedas. En definitiva, un espacio exclusivo para minusválidos. La situación aún resulta más grotesca al comprobar que hay una plaza de aparcamiento convencional vacía justo al lado donde se comete la infracción.

Una de las dos plazas para discapacitados que aparecen en esta fotografía que, según el autor de la publicación, fue tomada en Murcia ha quedado inutilizada. Un conjunto de enseres ocupa parte del espacio reservado para el estacionamiento de un vehículo autorizado sin que la grúa municipal haya intervenido tras ser avisada días atrás.

Parece mentira que la persona que ha estacionado la moto en una plaza de minusválido pueda dejar sin efecto el espacio reservado para conductores de este colectivo. Aunque no debiera aparcar ahí, en caso de necesidad extrema podría haber arrimado el vehículo a su derecha lo más posible para no obstaculizar la entrada de un coche o furgoneta. En su intención se aprecia algo más que una simple negligencia.

Ocurrió en Majadahonda (Madrid). La policía local colocó un coche camuflado en un aparcamiento para personas con discapacidad para instalar un control móvil de velocidad. En las fotografías publicadas por SocialDrive se aprecia como el vehículo está estacionado sobre una superficie azul con el símbolo de una persona en silla de ruedas, es decir, un espacio reservado para minusválidos.

Quizá la mejor solución para disuadir a aquellas personas que no dudan en aparcar en las plazas reservadas a minusválidos sea advirtiéndoles de la multa que conlleva la infracción. En la localidad madrileña de Alcorcón se recuerda que está prohibido estacionar en esas plazas si no se está en posesión del permiso correspondiente. Dentro del espacio destinado para el aparcamiento se indica que la multa asciende a 200 euros, importe que se destina a asociaciones de discapacitados.

La DGT describe la impotencia de los afectados: “Es como si el restaurante te anula una reserva de mesa porque han llegado otras personas por sorpresa” 

Como se recuerda desde Alcorcón, la multa por estacionar sin autorización en las plazas reservadas para minusválidos es de 200 euros (100 euros si se abona durante el periodo de pago voluntario) y no conlleva la detracción de puntos de carnet. Para aparcar en ellas hay que disponer de una tarjeta acreditativa que permite usar estos estacionamientos reservados. Si se dispone de la tarjeta de aparcamiento para personas con discapacidad se puede reservar una plaza para uso personal con el fin de estacionar el coche cerca del domicilio o del lugar de trabajo.

Las tarjetas de aparcamiento para personas con discapacidad que extienden los ayuntamientos tienen validez en todas las localidades españolas y también de la Unión Europea. 

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