La carretera B-23, a la altura de Sant Just Desvern (Barcelona) volvió a vivir un nuevo episodio de conducción temeraria. En la tarde del jueves, el conductor de un Toyota Corolla protagonizó una serie de maniobras arriesgadas contra dos autobuses de la empresa Monbus.
Según los conductores afectados, el vehículo impidió el adelantamiento de los autocares, uno con 27 pasajeros y otro con 25, además de realizar frenazos bruscos sin justificación aparente, poniendo en peligro la seguridad de más de 50 personas en plena vía.
El momento quedó registrado en un video en el que se escucha la voz de una mujer pidiendo detener la situación: “Por favor, déjalo ya”, mientras el conductor, sorprendido, respondía: “¿Qué hace este?”.
La tensión aumentó cuando el Toyota Corolla intentó provocar un impacto, lo que llevó a los choferes de los autobuses a llamar a la policía para intervenir en el incidente.
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Varios usuarios expresaron su indignación por la maniobra temeraria del conductor. Comentarios como “El carnet es lo que deberían retirarle”, “El del coche lo hace para fastidiar o quiere cobrar del seguro”, y “El carnet entero deberían quitarle”, reflejaron el malestar a consecuencia de la irresponsabilidad del conductor del Toyota.

Accidente de coche
En España, el Código Penal establece en su artículo 380 que quien conduzca un vehículo a motor con temeridad manifiesta, poniendo en peligro la vida o la integridad de las personas, puede enfrentarse a penas de prisión de seis meses a dos años, además de la retirada del carnet de conducir por un período de uno a seis años.
Dirección General de Tráfico (DGT) contempla la pérdida de hasta seis puntos en el carnet y sanciones de hasta 500 euros, dependiendo de la gravedad del incidente.