Oficialmente, el coche eléctrico Volkswagen ID.3, en su versión Pro Performance (de 204 CV y con una batería de 58 kWh), tiene una autonomía de 420 kilómetros, homologada con el vigente ciclo de pruebas WLTP. Sin embargo, la marca ha conseguido mejorar esta cifra sobremanera. En concreto ha conseguido registrar un récord de kilómetros recorridos con una sola carga: 531 km, es decir, un 26% más. De todos modos, dicho dato, aunque totalmente verídico, tiene su truco. Y es que ha sido conseguido por un piloto especialista en conducción eficiente.
El “hypermiler” Felix Egolf consiguió completar la distancia entre la localidad alemana Zwickau y la suiza Schaffhausen sin realizar ninguna recarga durante el camino, que discurrió por carreteras públicas (56%) y autopistas (44%). Para lograr este hito fue clave manejar el vehículo con técnicas que maximizan la eficiencia y reducen el consumo de energía. Si bien numerosos automovilistas saben aplicar un estilo de conducción económico, hay que ser un gran experto para alcanzar una marca tan buena.
En este caso, Egolf levantaba constantemente el pie del acelerador dejando que el ID.3 se desplazara usando la inercia. En los tramos por autopista, a veces utilizaba el rebufo de los camiones que circulaban delante de él. Finalmente necesitó unas nueve horas para completar todo el recorrido a una velocidad media de 56 km/h.
El piloto necesitó unas nueve horas para completar los 531 kilómetros del recorrido a una velocidad media de 56 km/h
Cabe destacar que el hito todavía tiene mayor relevancia si tenemos en cuenta que se consiguió a pesar de varios inconvenientes que penalizaban directamente el consumo. Por un lado, el coche iba lastrado por una carga de 250 kilos (el piloto no iba solo, sino que estaba acompañado por un cámara y el correspondiente equipo técnico); y, por el otro, durante el viaje estuvieron funcionando, de forma temporal o permanente, dotaciones como el navegador, las luces de circulación diurna, la radio y la ventilación. Pese a ello, el consumo de energía fue de apenas 10,9 kWh/100 km, mientras que el índice de consumo estandarizado del ID.3 es de 15,4-14,5 kWh/100 km.
"Este coche lo tiene todo, es compacto pero espacioso, tiene un diseño fresco, casi futurista y un bajo coeficiente de arrastre", dijo Egolf después de llegar a Schaffhausen. El ID.3 está construido en la fábrica de coches eléctricos de Zwickau y es el primer miembro de la familia ID totalmente eléctrico de Volkswagen. Su comercialización en España ya ha comenzado con la versión de lanzamiento ID.3 1st, equipada con el motor de 150 CV y la batería de 50 kWh. Su precio oficial parte de unos 43.000 euros, aunque hay que descontar las ayudas del Estado incluidas en el plan Renove II o Moves.
Más adelante, la marca lanzará otras dos versiones. Como acceso a la oferta se incorporará la versión Pure, que tendrá una capacidad de 45 kWh y ofrecerá 330 kilómetros de autonomía. En el tope de gama habrá la variante Pro S, con la batería de mayor capacidad (77 kWh), que permitirá recorrer hasta 550 km sin emisiones.
El compacto eléctrico de la firma alemana, construido sobre la plataforma MEB del grupo VW, destaca por sus cortos voladizos y cuenta con motivos decorativos en el montante trasero, bautizado por la marca como “ID. Panal”. La estética distintiva del ID.3 se basa también en un techo pintado en negro, combinado con una luneta trasera tintada y unos añadidos verticales aerodinámicos. Como en el resto de modelos eléctricos disponibles en el mercado, el coche carece de una parrilla frontal abierta porque, a diferencia de los ejemplares de combustión interna, no es necesario refrigerar el motor.
El interior del ID.3 está disponible con distintas combinaciones de colores (gris, negro, blanco y marrón). Además, fiel a su condición de coche 100% eléctrico, el ID.3 guarda un fuerte compromiso con la movilidad sostenible. En consecuencia, el cuero utilizado es artificial y se ha recurrido a plástico reciclado para las telas de los asientos.