¿Puedes utilizar agua como sustituto del refrigerante en el coche?

Mantenimiento

Las temperaturas extremas son el principal inconveniente ante esta opción

Así puedes revisar tú mismo los líquidos del coche sin ir al taller

La función del líquido anticongelante es regular la temperatura del motor del vehículo.

El líquido refrigerante tiene un punto de solidificación por debajo de cero grados y su punto de ebullición está por encima de los cien.

Getty Images/iStock Photo

La llegada del otoño, en lo que a nuestro automóvil respecta, significa prepararlo para la bajada de temperaturas y los fenómenos meteorológicos adversos. Comprobar el nivel para ver si hace falta o no cambiar el refrigerante es una de esas labores de mantenimiento ineludibles. Los motores cuentan con un circuito de refrigeración compuesto por un depósito, una bomba, un radiador, un termostato y un ventilador que les permite mantenerse a una temperatura estable para un correcto funcionamiento.

El líquido refrigerante alimenta este circuito, cuya función es contener la energía que el motor libera en forma de calor para evitar sobrecalentamientos y averías. Este sistema supuso un salto cualitativo en la mecánica, pues en origen los motores se refrigeraban por contacto con el aire y, después, por un circuito termodinámico abastecido por agua. El agua recogía el calor de motor y lo llevaba al radiador, desde el que se evacuaba a la atmósfera, y regresar enfriada al ciclo para paliar la fricción mecánica. Pero ¿se puede utilizar el agua como sustituto del líquido refrigerante?

El frío y las impurezas, principales inconvenientes

El principal motivo por el que no deberías emplear agua como refrigerante es porque se solidifica a 0 grados. Un riesgo que no merece la pena correr de cara a las heladas del invierno, ya que, cuando el agua se congela, aumenta su volumen y podría llegar a destruir el interior del motor. Del mismo modo, el agua tampoco es un refrigerante recomendado para las altas temperaturas, pues a los 100 grados se evapora, con lo que se reduciría su cantidad en el circuito y, en consecuencia, el poder de refrigeración del propio sistema.

Otro de los inconvenientes de utilizar agua como refrigerante es que su grado de depuración puede variar en función de las zonas geográficas. Por lo general, el agua corriente arrastra mineras e impurezas que acaban sedimentando en el interior del circuito y que podrían llegar a obstruir los conductos del sistema.

Lee también

El refrigerante, garantía contra estos problemas

Los refrigerantes se mantienen en estado líquido a varios grados bajo cero y, además, tienen un punto de ebullición más alto que el agua. Es por eso por lo que comúnmente se les llama anticongelantes y su efectividad se mide en base a las temperaturas que soportan, que el usuario deberá seleccionar en función de la dureza del clima donde viva. Asimismo, estos productos poseen detergentes y aditivos especiales en su composición que ayudan a mantener limpio el interior del circuito y a evitar la corrosión del metal.

Así las cosas, no es conveniente utilizar agua corriente como refrigerante. Solo en caso de emergencia, cuando no dispongamos de líquido suficiente para reestablecer el nivel adecuado del depósito, podremos utilizar agua para rellenar el circuito de refrigeración para evitar consecuencias nefastas para el motor. Sobre todo, en invierno, podemos diluir en el agua alcohol, que permanece en estado líquido por debajo de cero grados. Superado el trance, tendremos que reponer la cantidad adecuada de líquido refrigerante.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...