El gran apoyo que dio Elon Musk a Donald Trump durante la campaña presidencial estadounidense y su posterior entrada en el gobierno como responsable del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) no solo está haciendo mella en la popularidad del magnate sudafricano sino que también está afectando de lleno al valor bursátil de su empresa Tesla, que ha retrocedido más de un 40% en su cotización en lo que llevamos de 2025. Sin ir más lejos, este lunes las acciones cayeron un 15,4 %, hasta los 222,15 dólares.
La compañía, que alcanzó alrededor de 1,5 billones de dólares de valor bursátil en diciembre pasado, está ahora valorada en poco más de 700.000 millones de dólares. Y en esta debacle también ha afectado la significativa disminución de las ventas de Tesla en varios mercados clave. Si bien la empresa cree que se trata de algo temporal, debido a la renovación de su vehículo superventas Model Y, es irrefutable la animadversión que está provocando Musk.
Algunos propietarios de Tesla han puesto pegatinas con mensajes que muestran su animadversión con Musk: “Me lo compré antes de que supiéramos que Elon se había vuelto loco”
Diversos actos de protesta se han llevado a cabo frente a los establecimientos de la marca automovilística en Norteamérica y Europa. Y en países como Canadá, se han generado campañas de boicot a la compañía por las declaraciones de Musk en favor de la anexión estadounidense del país. Por no hablar de las pegatinas que lucen algunos propietarios de coches Tesla, en las que indican que “Me lo compré antes de que Elon se volviera loco”. Y hasta la cantante Sheryl Crow decidió vender su coche y donar los beneficios.
Ante esta complicada situación, el Trump ha querido apoyar públicamente a su amigo con una comparencia ante los medios frente a la Casa Blanca. La puesta en escena, con cinco Tesla estratégicamente aparcados ante el Pórtico Sur de la residencia oficial del presidente, y el mensaje eran propios de un anuncio publicitario.
“Creo que ha sido tratado muy injustamente por un grupo muy reducido de personas. Y solo quiero que la gente sepa que no se le puede penalizar por ser un patriota”, dijo a los periodistas ante la atenta mirada de el propio Musk, que asistió al acto acompañado nuevamente por su hijo Lil X.
El mandatario se subió a uno de los vehículos expuestos –concretamente un Model S de color rojo- y anunció su intención de comprar un Tesla “para mostrar confianza y apoyo a Elon Musk, un gran estadounidense. ¿Por qué se le está haciendo daño por poner su tremendo talento para ayudad a Hacer América Grande de Nuevo?".
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Cabe señalar que Trump no podrá conducir el coche que adquiera. La razón estriba en que hay una instrucción de los servicios secretos que, por motivos de seguridad, prohíbe al presidente de los Estados Unidos –y otros altos cargos del Gobierno- conducir vehículos por la vía pública. Siempre deben ser manejados por agentes formados en maniobras de conducción extrema para sortear cualquier situación de peligro que se les presente.
Por otro lado, el propio Trump admitió que, aunque le gustan los coches, hace demasiado tiempo que no conduce. Por todo ello, dejará su Tesla en la Casa Blanca para que lo pueda utilizar el personal que allí trabaja.