Ponerse al volante no es igual de sencillo para todo el mundo. En la carretera hay muchos factores que debemos tener en cuenta y, según la Dirección General de Tráfico (DGT), más del 28% de los conductores sufre de amaxofobia o miedo a conducir. Se trata de una realidad limitante en muchos casos, que se mantiene oculta mientras condiciona la vida diaria de las personas.
Además, esta situación se ve agravada por las limitaciones del transporte urbano en determinados lugares, generando una movilidad menos accesible y más dependiente del vehículo particular. Esto es lo que le ha sucedido a Joaquín “Chim” López (28): la vuelta a su Marratxí (Mallorca) natal, después de diez años viviendo en Madrid, ha traído consigo la inevitable necesidad de coger el coche. “Hay pueblos o ciudades que están más alejados de la capital y es complicado transportarse de otra forma”, afirma este joven mallorquín.
Concretamente, el municipio de Marratxí se encuentra a 10,5 kilómetros al noroeste de Palma. “Muchas veces me veo dependiendo de familiares o amigos para ir a los sitios, si no quiero tardar 50 minutos andado para llegar al centro”, relata. De esta forma, algo que podría ser más sencillo se vuelve complicado ante lo que no ha dudado en confesarle a sus más de 67.000 seguidores en TikTok: “tengo miedo a conducir”.
Miedo inicial o años de no usar el carnet
TikTok como terapia para superar la amaxofobia
Chim se enfrenta así a los momentos de angustia que le puede generar coger el coche. “Lo he tocado unas cuatro veces y media; y una de ellas fue una emergencia”, afirma en el vídeo que ya cuenta con más de 12.000 ‘me gustas’ y cientos de comentarios. Hablamos con él para conocer de cerca su experiencia personal, una voz con la que da visibilidad a cientos de personas en la misma situación. “Me siento aliviado cuando encuentro la forma de ir de copiloto”, afirma con naturalidad.
Muchas personas con miedo a conducir optan por guardar silencio ante la presión social de una acción, en principio, tan extendida y cotidiana. Sin embargo, como alguien que oposita para profesor de enseñanza secundaria, Chim reconoce que “el tiempo es oro” y utilizar un vehículo propio es la solución ideal para acortar las distancias.
Pese a todo, cuenta con el permiso de conducir y reconoce que parte de su temor viene de la falta de experiencia. “Creo que es un miedo común cuando empiezas a sacarte el carnet. No sé cómo funciona en otras comunidades, pero aquí en la primera o segunda clase ya estás en la autopista a 100 – 120 km/h”, comenta en relación al miedo inicial. “Es como decir: ‘estoy conduciendo este cacharro y depende de mí, aunque esté el profesor al lado’”.
Me sentiría más cómodo con una señal que alerte ‘no controlo mucho el coche'
“En las últimas prácticas ya iba tranquilo, pero es cierto que han pasado diez años; y aunque nunca se olvida, como montar en bici, me falta seguridad al volante”, prosigue. Ante esta realidad, el joven ofrece la que sería una solución ideal para todos los que llevan años de carnet sin uso a sus espaldas: “Para mí sería más cómodo ir con una señalización que alerte de que ‘no controlo mucho el coche’, como la L de estudiante o novato”.
Precisamente, al comentarle a sus allegados lo que le ocurre, muchos le dicen que es cuestión de práctica. Sin embargo, después de su publicación en TikTok, se ha visto amparado por la reacción de sus seguidores. “El 90% de ellos me dicen que les pasa lo mismo”, asegura. “Y la mayoría en la misma situación, por sacarse el carnet e irse a una ciudad con un buen transporte público donde no les hace falta”. Asimismo, otra realidad es la de “la situación precaria de los jóvenes, que no pueden permitirse un coche, aunque tengan el carnet”.
Además, la DGT añade que los varones son más reacios a reconocer la amaxofobia públicamente. Algo que Chim ha podido confirmar: “Hay personas que me han llegado a decir que les cuesta más compartirlo porque son chicos y se da por hecho que, al ser chico, tienes que saber conducir”. Por su parte, él no tiene reparo, pero sí se ha visto en la situación de compartirlo con sus amigos y que “le quitasen algo de hierro”. “A mí, a veces, me paraliza”, concluye.
En cuanto a las sensaciones que le produce estar al volante, Chim tiene claro lo que siente. “En realidad, a mí me gusta conducir”, afirma. “Me produce calma y tranquilidad, que llevo conmigo de forma innata”. Sin embargo, añade, “tengo miedo al resto de elementos que implica la carretera: que pueda tener un accidente, aparcar, hacer esperar a los conductores de atrás… A la gente que, habitualmente, es muy agresiva conduciendo”.
Por otro lado, el mallorquín asegura sentirse preocupado por ser “una molestia” o dar sensación de inestabilidad para los demás usuarios de la vía. “Es como cuando vas con una camiseta manchada de café y sientes que todo el mundo la está mirando. Tengo la sensación de que todo el mundo sabe que conduzco fatal y que soy un peligro en la carretera”, argumenta.
Se da por hecho que, al ser chico, tienes que saber conducir
Por último, el joven afirma que no tiene una amaxofobia diagnosticada como tal, aunque tampoco lo descarta. “Voy a intentar hacer este challenge (desafío) de TikTok y, si al final veo que todos tenían razón y era cuestión de práctica, pues bien. Si no, si es más grave, trataré de ponerle solución. Al final, es como una terapia de choque”, explica Chim, que intenta coger su vehículo, al menos, dos veces a la semana. Aunque, por el momento, lo hace sin salir de su barrio.
Las limitaciones al respecto no cesan. En sus palabras, la zona en la que vive “no tiene un sistema de transporte muy accesible. A lo mejor, tengo que andar 15 minutos, coger un tren que pasa cada media hora… Y pierdo entre una hora y hora y media, cuando podrían ser 15 minutos en coche. Además de la salud mental que ganaría”, añade.
El miedo a conducir es algo que se supera, a veces, con la práctica; y otras, gracias a la ayuda de especialistas psicólogos que nos guían para controlar nuestras emociones y el indudable estrés que supone adentrarse en la carretera. Poco a poco, y hablando de ello, es posible recuperar la confianza al volante. Ahora, esperaremos a ver cómo se desarrolla la experiencia de Chim a través de sus redes sociales, hablando de algo que por suerte va perdiendo un poco de su tabú.