En los años 30 los duelos entre las “flechas plateadas” de Mercedes-Benz pilotadas por Rudolf Caracciola y los bólidos de la Auto Union comandados por Bernd Rosemeyer mantenían en vilo a los aficionados al automovilismo de todo el mundo. Una rivalidad, por cierto, que acabaría de forma trágica con el fallecimiento de este último, aunque también sirvió para convertir a la industria automovilística alemana en la más puntera del mundo.
Auto Union era un conglomerado de 4 marcas más pequeñas -Audi, DKW, Horch y Wanderer; los cuatro aros del actual logo de Audi- que se habían reunido en 1932 a pesar de sus reticencias para hacer frente al gigante Mercedes-Benz. Era un momento en que se vivía un auténtico culto a la velocidad y ambos fabricantes rivalizaban por poseer los coches más rápidos del mundo; una pugna que, además, a partir de 1933, el nuevo gobierno nacional-socialista convirtió en una cuestión de Estado.
En los años 30, Auto Union y Mercedes-Benz rivalizaban por poseer los coches más rápidos del mundo
En 1932 se publicaron las normas para la nueva categoría reina de 750 kg que iba a ser la gran protagonista de todos los Grandes Premios celebrados a partir de 1934 y tanto Auto Union como Mercedes-Benz estaban decididas a ganarla con sus revolucionarios bólidos.
Mientras la primera se decantaba por los motores en posición delantera, Auto Union se convertía en el primer fabricante en colocar el propulsor detrás del piloto. Una disposición que sigue siendo la norma en la Fórmula 1 actual y no ha cambiado desde entonces.
Un proyecto interrumpido
Aunque el foco de la rivalidad de Mercedes y Auto Union estaba puesto principalmente en las pistas y la búsqueda de récords, la marca de los cuatro aros deseaba llevarla también a la carretera así que mientras, por un lado, se desarrollaban los coches de competición, la Auto Union AG y la oficina de diseño de Ferdinand Porsche planeaban una berlina deportiva homologada para la calle que debía dejar en mantillas a cualquiera de los de la marca de la estrella.
Los documentos conceptuales llamaban al vehículo simplemente Schnellsportwagen (deportivo de altas prestaciones), aunque posteriormente el modelo fue conocido como Auto Union Type 52.
A finales de 1933, la oficina de diseño de Porsche elaboró los primeros bocetos del vehículo, que tomaron una forma más concreta en 1934. Sin embargo, un año después, cuando los responsables del proyecto estaban a punto de construir ya la unidad de pruebas, se decidió abandonar el proyecto y su rastro se perdió en los archivos de Audi y Porsche.
El Auto Union Type 52 era un verdadero coche de carreras con lo último de lo último en tecnología de competición del momento, el bastidor en escalera y el motor montado en posición central. Se utilizó la transmisión del Auto Union Type 22 “Grand Prix”, pero se redujo la compresión del potente motor de 16 cilindros para que el coche pudiera funcionar con gasolina normal. Al mismo tiempo, los ingenieros redujeron la relación de transmisión del sobrealimentador Roots.
Con una cilindrada de 4,4 litros, el motor del Auto Union Type 52 tenía 200 CV y permitía alcanzar los 200 km/h
Con una cilindrada de 4,4 litros, el motor del Auto Union Type 52 proporcionaba alrededor de 200 CV a 3.650 rpm. Su par máximo de 436 Nm se alcanzaba a unas moderadas 2.350 rpm y la velocidad máxima superaba por poco los 200 km/h según los cálculos de los ingenieros. En su época hubiera sido, efectivamente, un auténtico Schnellsportwagen.
Vuelta a la vida 90 años después
Los archivos, planos y bocetos originales del diseño así como la mayoría de los históricos coches de Grand Prix de la Auto Union quedaron en la zona de ocupación soviética tras la Segunda Guerra Mundial y desaparecieron. Aún así los ingenieros de la actual Audi -heredera de la marca- y del gabinete Crosthwaite & Gardner se embarcaron en la tarea de devolver a la vida, 90 años después, el Auto Union Type 52 con la escasa documentación que quedaba. Finalmente y tras varios años de trabajo, el Schnellsportwagen fue entregado en 2023.
Con todos los componentes hechos a medida y fabricados a mano específicamente para el modelo, sus más de cinco metros de largo causan impacto. Su silueta buscaba la máxima eficiencia aerodinámica en base a los conocimientos que sobre dicha materia se tenía en los años 30.
La silueta buscaba la máxima aerodinámica en base a los conocimientos que sobre dicha materia se tenía en los años 30
Pese a su espectacular aspecto era un modelo adecuado para la conducción diaria, tal y como pretendían los diseñadores, para lo cual estaba equipado con techo y faros, y ofrecía un espacio para el equipaje, además de dar cabida a las dos ruedas de repuesto. Pero ahí acaban las características de confort del coche para los tres pasajeros previstos. Como es típico en un coche de carreras, el conductor del Auto Union Type 52 se sienta en el centro, con los asientos de los ocupantes traseros ligeramente desplazados hacia los lados. Con esos tres pasajeros, 70 kg de equipaje y 150 kg de equipamiento, el peso total del coche es de 1.750 kg, con un peso en vacío de 1.300 kg.
Viaje en el tiempo
El motor, la transmisión y la caja de cambios de 5 velocidades se tomaron del coche del Grand Prix mientras que los ingenieros optaron por soluciones técnicas diferentes para la suspensión y la amortiguación. En lugar de la combinación de ballestas transversales y amortiguadores habituales del Auto Union Type 22, el Type 52 utiliza una suspensión de muelles y amortiguadores hidráulicos. Durante el desarrollo, el depósito de combustible de 110 litros de capacidad se reubicó bajo los asientos y para detener al conjunto se utilizaban frenos de tambor y llantas de radios.
Durante la fase de construcción se tuvieron que resolver toda una serie de cuestiones técnicas poniéndose en la mente de un diseñador de 1932. Por ejemplo, en ninguno de los documentos se especificaba el color que debía tener el coche, así que eligió un color Plata Celulosa para el acabado definitivo. En cuanto al motor que propulsaría el Auto Union Type 52, Audi decidió desviarse conscientemente del plan original de los diseñadores y por motivos de funcionalidad utilizó el motor de 16 cilindros de un Auto Union Type C Grand Prix que funciona con una mezcla especial de metanol. Basándose en la información transmitida, el Auto Union Type 52 es la aproximación más cercana al Auto Union Type 52 Schnellsportwagen que se imaginó hace unos 90 años y que nunca llegó a construirse… ¡hasta ahora!