Aprobar el examen de conducir a la primera es la intención de casi todos los aspirantes. Sin embargo, esto es muy difícil de conseguir y, según los datos recogidos por la Dirección General de Tráfico (DGT), en 2022 sólo un 66% de los alumnos superaron el teórico a la primera. En el caso del práctico, las cifras descienden hasta el 46%.
Ante esta situación, Formaster (Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Logística, Transporte y Seguridad Vial) considera que la prisa por presentarse a las pruebas es una de las principales causas de estos resultados. Algo en lo que está de acuerdo Luis Javier González, profesor de teórica en la autoescuela Luis Barakaldo de Vizcaya. Hablamos con él, y también con el profesor Ramón Moure de la autoescuela San José de Vigo, para entender esta situación, saber qué errores son los más frecuentes y, sobre todo, cuáles son las claves para obtener el carnet de conducir a la primera.
La base teórica
El motor del examen práctico
La autoescuela Luis Barakaldo es un negocio familiar, que abrió sus puertas en 1972 de la mano del padre de su actual director, Luis Javier González. Hoy en día, es una de las autoescuelas con mayor tasa de aprobados y González pone especial énfasis en la importancia del conocimiento teórico: “Es importante asistir a las clases de forma presencial, de manera que el profesor guíe al alumno para comprender los contenidos. Entender bien la base teórica no sólo le va a ayudar a sacar adelante este examen, sino a acudir al práctico con más garantías”. Asimismo, entiende que la autoescuela “es, en primer lugar, un centro de enseñanza y eso es lo que hay que priorizar. Lo del negocio viene después”.
En este sentido, los profesores de autoescuela van más allá y se convierten, de alguna manera, en mentores de un proceso que es diferente para cada persona. Saber escuchar y dejarse guiar por ellos es fundamental para la obtención de buenos resultados. En palabras de González, “no sólo vamos a explicar al alumno las normas, señales o cuestiones de seguridad vial, sino que estamos con él en su proceso de formación, lo conocemos y sabemos cuándo ha alcanzado el nivel necesario para ir al examen. Al final, sale más caro presentarse antes para ahorrar clases porque, en renovaciones y papeleos, gastan más dinero”. Así, concuerda con lo enfatizado por Formaster: Desarrollar una buena formación y esperar a estar preparados es clave para superar el examen de conducir.
Buen manejo del vehículo, observación y capacidad de previsión
los pilares de la Autoescuela San José para aprobar
Sin embargo, la llegada del examen práctico es el momento que más dudas genera entre los aspirantes. En este caso, no hacen el examen solos; sino que están rodeados de una infinidad de variables a las que deben prestar toda su atención. Por ello, y aunque decirlo resulte muy fácil, es importante mantener la calma, ya que los nervios pueden jugar verdaderas malas pasadas con una clara invitación al suspenso.
Al respecto de esta cuestión, comparte su experiencia Ramón Moure, profesor en la autoescuela San José de Vigo; centro que lleva formando a conductores desde 1961. Una larga trayectoria que, desde la ciudad olívica, ha visto ponerse al volante por primera vez a innumerables personas. Así, para los que se preparan para examinarse, Moure enfatiza en que, además de una buena formación, hay dos bases imprescindibles: “Por un lado, es muy importante que el alumno tenga un buen manejo del vehículo. Es decir, que sepa dominarlo en cuestas, por ejemplo. Y, por otro, que tenga una buena observación”.
Hay que enseñar a los alumnos a observar, para que se anticipen a las cosas y tengan mayor seguridad el día de mañana
Razona de esta forma sobre una realidad latente que envuelve a los conductores novatos. En sus palabras, “cuando los alumnos empiezan a conducir, tienen una mirada muy corta. Su campo visual es mucho menor y necesitan mirar más lejos, para que vean las cosas con tiempo y se anticipen a los acontecimientos”. Desarrolla esta idea un poco más, analizando otra cuestión que estima clave para superar el examen y, por extensión, para ser un buen conductor: la capacidad de previsión. “Es importante ser capaz de prever los movimientos de los demás. Por ejemplo, hay que fijarse en la persona que se dirige al paso de peatones y prever que pueda cruzar, aun viéndola de lejos. O bien, que si alguien acaba de aparcar, es posible que abra la puerta, así que mejor no arrimarnos demasiado”. Finalmente, concluye: “Hay que enseñarles a observar para que se anticipen a las cosas y tengan mayor seguridad el día de mañana”.
Los errores más habituales
Los Sistemas de Ayuda a la Conducción (ADAS)
Asimismo, a la hora de sopesar las claves para obtener el carnet de conducir a la primera, podemos considerar los errores más habituales, desde conceptos un poco confusos en el teórico hasta algo en lo que ambos profesores coinciden: las ADAS. Inmersos como estamos en una época tan tecnológica, resulta curioso que algunas de las preguntas más erradas sean precisamente las relativas a los Sistemas de Ayuda a la Conducción. “Son muy habituales errores relacionados con la alerta de cambio de carril, el sistema de ayuda de salida en pendiente… Sobre todo, porque muchas de ellas funcionan con iniciales en inglés y les cuesta identificarlas”, señala Luis Javier González. Por su parte, Moure comenta que “son conceptos nuevos, que cuestan un poco; como, por ejemplo, la dirección eléctrica asistida”.
Ramón Moure también resalta cuestiones del teórico más difusas, como el tiempo de reacción de un conductor según su estado psicofísico, algo que, al parecer, muchos aspirantes fallan. “Hay una pregunta muy típica que es: ‘si tienes sueño, ¿el tiempo de reacción aumenta o disminuye?’. En este caso, los alumnos tienden a pensar que disminuye, pero la opción correcta es que aumenta. Si tu estado psicofísico está mal, tu tiempo de reacción es mayor. Es decir, siempre vas a tardar más en reaccionar”, explica el profesor.
Finalmente, Luis Javier González alude a otro aspecto fundamental que ya destacamos al principio de este artículo: los nervios y de qué manera afectan al buen hacer del aspirante durante su examen. Afirma que “a veces, en el práctico, el examinador deja elegir el sitio que el alumno quiera para aparcar y es un error común que, en muchos casos, por los nervios, elige el primero que ve. Hay casos en los que el vehículo ni si quiera cabe en el sitio o hay que hacer una gran maniobra. Entonces, es mejor dar más vueltas, con calma y encontrar un sitio que nos facilite las cosas”.