El pasado 21 de marzo entró en vigor la nueva Ley sobre Tráfico y Seguridad Vial, con grandes cambios a nivel normativo entre los que destacan el endurecimiento de las sanciones por utilizar el teléfono móvil, la prohibición de portar un detector de radares o la revisión de las normas que afectan a los ciclistas. Sin embargo, en este artículo nos centraremos en una herramienta que a partir de verano pasa a ser obligatoria para algunos automovilistas y que aún sigue generando muchas dudas.
Tal y como se establece en la "Disposición adicional decimoquinta" de la reforma de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial: “A partir del 6 de julio de 2022, los vehículos de categoría M2 y M3 que dispongan de interface normalizada para la instalación de alcoholímetros antiarranque destinados al transporte de viajeros deberán disponer de alcoholímetros antiarranque. Los conductores de estos vehículos vendrán obligados a utilizar estos dispositivos de control del vehículo”.
¿Qué son los vehículos M2 y M3?
Los vehículos de la categoría M2 y M3 son aquellos que están destinados al transporte de personas y que tienen, además del asiento del conductor, más de ocho plazas y una masa máxima autorizada igual o inferior a 5 toneladas en el caso de los M2, y superior a las 5 toneladas en el caso de los M3. Este tipo de vehículos se corresponde a autobuses y autocares.
¿Cuándo será obligatorio el alcoholímetro?
La regulación se estructura en dos fases. La primera a partir del 6 de julio de este año, fecha en la que será obligatorio el uso de este dispositivo en todos aquellos vehículos de transporte de personas que ya tengan instalada la interfaz. Laura Cubero, directora ejecutiva de de la Asociación Nacional de Empresarios de Transporte en Autocar (Anetra), nos informa que “actualmente son minoritarios los autobuses que llevan instalada la interfaz”, por lo que serán pocos los vehículos que tengan que equipar el alcoholímetro antiarranque este verano.
De momento no está en la agenda extender el uso de este dispositivo a otro tipo de vehículos
La segunda fase empieza a partir del 6 de julio de 2024, momento a partir del cual todos los vehículos M2 y M3 de nueva fabricación deberán incorporar ya de fábrica la interfaz. Lo que generalizará la equipación de este dispositivo en los nuevos vehículos de esta categoría.
¿Está previsto incorporarlo en el resto de vehículos?
Tal y como avanzó Pere Navarro, director general de la Dirección General de Tráfico (DGT), en una entrevista, de momento “no está en la agenda extenderlo a otro tipo de vehículos”. Asimismo, señaló que esto había sido una petición del sector del transporte de viajeros por carretera, “quizás el más seguro” en España, apuntó. “Recuerdo que hubo algún año con cero o con un fallecido, con todos los autocares que hay en este país, con lo cual es un sector que está muy comprometido con la seguridad vial” y son precisamente ellos mismos los que han pedido ser los primeros en incorporar este dispositivo.
¿Cómo funciona el alcoholímetro?
El uso de este alcoholímetro, bautizado como Alcolock, es muy sencillo: el conductor sopla en el dispositivo y se recogen sus datos de alcohol en aire espirado. Si la tasa es superior a la permitida el vehículo no arrancará. De esta manera, se evitará que un conductor bebido salga a la carretera con todo lo que ello significa, tanto para él como para los demás.
El dispositivo vale unos 1.000 euros, que pueden llegar a los 1.200 si se incluye la instalación, explica Leopoldo Bermudez, director general de Grupo Tecnología del Tráfico (GTT), la empresa española pionera en el sector y que hizo el primer proyecto europeo sobre este tema. De todas formas, no es necesario comprarlo, GTT ofrece sistemas de alquiler en los que la persona paga por el mantenimiento del equipo, las revisiones anuales y su instalación.
La Unión Europea está detrás de esta iniciativa. El organismo europeo lleva tiempo queriendo que los estados miembros que aún no contemplaban esta herramienta la hagan obligatoria para evitar accidentes de tráfico.
Según un estudio de la Comisión Europea realizado en 2014, el uso de los alcoholímetros antiarranque puede ayudar a reducir hasta en un 65% el número de accidentes relacionados con la ingesta de alcohol.
De esta manera, países como España o Portugal se pondrían al nivel de Francia, Italia, Bélgica o Polonia, donde llevan años utilizando el alcoholímetro antiarranque.
Alcohol: la lacra de la carretera
Recordemos que el alcohol sigue estando presente entre el 30% y 50% de los accidentes mortales en carretera.De acuerdo con la legislación actual, las tasas de alcoholemia permitidas para los conductores en España son 0,5 g/l en sangre y 0,25 mg/l en aire espirado para los conductores en general, y 0,3 g/l en sangre y 0,15 mg/l en aire espirado para conductores noveles y profesionales.