España cuenta con una amplia red de radares para controlar a los conductores que siguen pisando demasiado el acelerador. Sin embargo, las cifras de siniestralidad continúan señalando la velocidad como uno de los principales factores concurrentes en los accidentes de tráfico en nuestras carreteras. Para acabar con este problema, la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene el objetivo de incorporar más de 40 radares de tramo nuevos para vigilar y controlar la circulación de los automovilistas españoles (aquí también te explicamos la redefinición de los límites de velocidad en ciudades).
Esto mismo explicó el Gobierno en la Comisión sobre Seguridad Vial en una respuesta parlamentaria al diputado Óscar Gamazo, portavoz del Partido Popular. El ejecutivo confirmó que ya "se ha iniciado la tramitación" para la instalación de estos 45 radares de tramo nuevos, que se sumarían a los 1.375 radares que hay actualmente en España, de los cuales 750 son fijos, 543 móviles y 82 de tramo. Aquí puedes consultar su ubicación.
Cabe decir que esta información no nos viene de nuevo. El pasado mes de noviembre, Pere Navarro, Director General de Tráfico, ya adelantó durante su comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso las intenciones del organismo de Tráfico de establecer 75 radares más en 2021 para la vigilancia y control de la velocidad en carretera, de los cuales 45 corresponderían a los anteriormente mencionados. Aún no hay información sobre el resto. Navarro también informó que preveía contar con 28 drones más (20 para vigilancia y control del tráfico y 8 para formación).
El dato
Tráfico informó que prevé incorporar 75 radares más en 2021 para la vigilancia y control de la velocidad en carretera
Fuentes de la DGT han informado a este medio que de momento no se sabe cuándo se incorporarán estos cinemómetros, aunque parece ser que el trámite “va para largo” y que podría incluso ser después de este año.
Asimismo, han indicado que no hay información sobre su ubicación, aunque es probable que tras los resultados conseguidos en la última campaña de velocidad, donde el 61% de las infracciones se detectaron en carreteras convencionales (las que disponen de un solo carril en cada sentido), muchos de ellos vayan destinados a este tipo de vías.
¿Cómo funcionan los radares de tramo?
Este tipo de cinemómetro se encarga de controlar la velocidad media con la que el conductor ha tardado en desplazarse entre dos puntos. Los usuarios deben mantener una velocidad similar o inferior a la máxima permitida durante el trayecto. Según Race, circular por debajo del 50% de la velocidad permitida también será motivo de sanción para el conductor.
Para su funcionamiento, se colocan dos cámaras de visión artificial infrarrojas, una al principio y otra al final del tramo que quiere controlarse. Ambas cámaras están sincronizadas por fibra óptica y a través de satélite para que sus relojes marquen la misma hora. De esta forma, cuando un vehículo circula por el tramo establecido, las dos cámaras graban su matrícula, y un ordenador contabiliza el tiempo que ha tardado en recorrer la distancia y su velocidad media. Si esta es inadecuada, el sistema enviará la información y las fotografías al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas de la DGT, en León, y allí se tramitará y se enviará la denuncia.
Asimismo, según explica la DGT, este tipo de radares también realizan otras funciones como por ejemplo recoger información de los tiempos de recorrido, analizar la velocidad media del conjunto de vehículos, la intensidad y las características de la circulación, controlar los vehículos que transporten mercancías peligrosas y hacer estadísticas y alarmas de tráfico.