Los españoles siguen comprando más coches usados que nuevos
En 2019, se vendieron más de dos millones de ejemplares de segunda mano, un 31,5% de los cuales tenían más de 15 años
Hace unos días informamos de los datos definitivos de matriculaciones de vehículos nuevos en España durante 2019. Y ahora podemos hacer lo propio con las operaciones de compra-venta de ejemplares de segunda mano realizadas durante el pasado ejercicio. Según los datos recabados por Ideauto para la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (GANVAM), a lo largo de 2019 se comercializaron un total de 2.236.406 unidades de ocasión.
De nuevo, un año más, podemos afirmar que en nuestro país son más los consumidores optan por adquirir automóviles de segunda mano que vehículos nuevos. Concretamente, en 2019, por cada ejemplar matriculado recién salido de fábrica se vendieron 1,7 usados.
Los coches de entre tres y cinco años -procedentes en buena parte de flotas de renting- registraron una subida del 15,6% respecto al ejercicio anterior, mientras que aquellos que tienen una menor antigüedad (entre uno y tres años) aumentaron 7,3%. Por su parte, los usados de más de 15 años crecieron un 5,3%. En total, se cerraron 699.775 operaciones con vehículos tan veteranos, lo que supone un 31,3% del total.
Ante esta elevada cifra, la patronal de la distribución pide al Gobierno que ponga en marcha planes de incentivo al achatarramiento que retiren de la circulación los vehículos más antiguos para evitar que vuelvan a entrar en el circuito de segunda mano. En caso contrario, será difícil conseguir rejuvenecer el parque automovilístico nacional, uno de los más viejos de Europa.
Según la directora general de Ganvam, Ana Sánchez, “estos planes deben contemplar incentivos al cambio de coche tanto de nuevos como seminuevos que, cumpliendo con toda la normativa anticontaminación, están actuando como palanca para renovar el parque”. No hay que olvidar que cuanto más edad tiene un vehículo más contamina y menos seguridad ofrece tanto a los propios ocupantes como al resto de usuarios de la vía.
Las estadísticas correspondientes a 2019 ponen de manifiesto que, a diferencia de lo que sucede en la matriculación de ejemplares nuevos, el mercado de ocasión sigue “dieselizado”. A pesar de que el año pasado las ventas de vehículos alimentados con gasóleo cayeron un 2,5%, siguen representando más de seis de cada diez operaciones. Los de gasolina, por su parte, acabaron el ejercicio con una subida del 5,6% con más de 821.000 unidades vendidas, un 36,7% del mercado.
Los datos correspondientes a 2019 ponen de manifiesto que, a diferencia de lo que sucede en la matriculación de ejemplares nuevos, el mercado de ocasión sigue “dieselizado”
Si ponemos el foco en los eléctricos, aunque apenas representan el 0,1% del mercado, empiezan a hacer su aparición en el mercado de usados como consecuencia, principalmente, de la renovación de las flotas de carsharing. En concreto, durante 2019 se cerraron 2.775 operaciones con este tipo de ejemplares, lo que supone un incremento del 92,3%.
En un análisis por comunidades autónomas, los datos muestran que Castilla-La Mancha es la comunidad donde más crecieron las ventas de usados en 2019, con una subida del 5,6%, seguida de Comunidad Valenciana (+3,4%), Murcia (+3,1%), Navarra (+3,1%) y Extremadura (+3,0%). Tras ellas, se situaron Cantabria (+2,6%), La Rioja (+1,6%), Andalucía (+0,9%), Castilla y León (+0,8%), Galicia (+0,7%), Cataluña (+0,6%), País Vasco (+0,5%) y Asturias (+0,2%). Las únicas regiones en las que se adquirieron menos ejemplares de segunda mano fueron la Comunidad de Madrid (-1,7%), Canarias (-1,2%), Baleares (-1,1%) y Aragón (-0,3%).
Antes de comprar un coche usado es conveniente tomar ciertas precauciones para evitar sorpresas desagradables. Aunque buena parte de las compras de vehículos de ocasión se llevan a cabo entre particulares, los riesgos son menores cuando el vendedor es una empresa especializada en compraventa, que incluso puede ofrecer servicios de financiación a medida. Es importante conocer la procedencia del automóvil. Se puede pedir a la DGT un informe para comprobar su historial (propietarios, multas,embargos…).
Asimismo, conviene revisar la documentación y el estado general del coche. Lo ideal es que lo haga un mecánico, pero en su ausencia conviene hacerlo uno mismo, de día, con luz natural, para detectar mejor los defectos. Además del estado de la chapa y la pintura, hay que comprobar el estado de los neumáticos, el habitáculo (tapicería, plásticos, cinturones…), el motor (que no haga ruidos anormales), los frenos (que no se hunda el pedal) o el volante (que la dirección no sea rígida ni holgada). Para ello, es importante realizar una prueba dinámica del vehículo.