Consejos para conducir con lluvia
Al conducir con lluvia es necesario tener a punto una serie de elementos de nuestro coche y aumentar la atención al volante
Consejos para conducir de noche más seguro
Parece que esta semana el tiempo está cambiando. Durante la primavera, aunque este año no lo parezca, las condiciones meteorológicas suelen cambiar de forma inesperada, por eso es muy importante tener el coche preparado para cualquier imprevisto.
La lluvia es uno de los principales enemigos para los conductores. Cuando se inicia, aunque caiga poca, el polvo y la grasa acumulados en la carretera se convierten en barro muy deslizante que provoca menor adherencia de los neumáticos en la carretera y puede llegar a ser muy peligroso. Si las precipitaciones son elevadas pude producirse el efecto aquaplaning, lo que obligará a extremar la precaución.
Para conducir con lluvia es imprescindible tener preparados una serie de elementos de nuestro coche, como los neumáticos, los amortiguadores, los frenos, los limpiaparabrisas…pero también requiere una mayor atención al volante, por eso RACE da una serie de pautas para circular con seguridad en días de lluvia.
Adecuar la velocidad
La lluvia puede modificar las condiciones de la calzada y reducir nuestra visibilidad por eso es básico que lo primero que hagas sea reducir la velocidad, adecuándola a la situación y al estado del asfalto. También es importante que aumentes la distancia de seguridad para reaccionar más rápido ante cualquier imprevisto. Además, evitarás el “efecto spray”, el agua pulverizada que sale disparada de las ruedas del vehículo de delante, y que puede reducir nuestra visión.
Frenar con suavidad
Para circular con seguridad deberemos anticiparnos. Al acercarnos a una curva, o cuando veamos que los de delante van reduciendo la marcha, deberemos tocar el pedal de freno con más suavidad ya que con el suelo mojado la distancia de frenado aumenta. De la misma forma, cualquier cambio de dirección o maniobra deberá ser progresivo y lo más suave posible para evitar reacciones inesperadas. No te olvides de poner los intermitentes, así los otros serán conscientes de tus movimientos.
Atención a la señalización
Con la lluvia la pintura blanca que delimita la carretera y divide los carriles puede llegar a ser resbaladiza, por lo que debes intentar no pisarla con el vehículo, especialmente cuando tengas la dirección girada, o cuando quieras acelerar. Lo mismo ocurre con los pasos de peatones.
Calma
Ante todo debes mantenerte tranquilo porque este tipo de situaciones tienden a aumentar la tensión, lo que hará que te canses más. Intenta hacer más paradas para descansar.
Evitar el aquaplaning
La lluvia puede crear una película de agua acumulada en el asfalto que haga que los neumáticos no se adhieran y resbalen. Lo primero que tienes que saber es que a mayor velocidad, más alto será el riesgo de sufrir este efecto. Si te ocurre lo primero que notarás será que la dirección empieza a flotar y en ningún caso deberás frenar de golpe, ni variar la dirección del volante, sino que tendrás que levantar el pie del acelerador y sujetar con firmeza el volante hasta que las ruedas recuperen adherencia.
ABS y ESP
Cada vez son más los vehículos que cuentan con ayudas electrónicas a la conducción. En España, todos los coches nuevos que se comercializen estan obligados a montar de serie el sistema antibloqueo de frenos (ABS) y el control de estabilidad (ESP), muy útiles el situaciones de lluvia.