Tres microcoches muy raros que te sorprenderán

Impresionantes joyas automovilísticas son las que atraen más miradas en las grandes subastas de coches. Se trata de flamantes ejemplares clásicos al alcance de bolsillos muy privilegiados, como el Ferrari 250 GTO adjudicado en una puja celebrada el pasado mes de agosto en Monterrey. Por él pagaron 41,6 millones de euros, una cifra que lo ha convertido en el coche más caro jamás vendido en subasta pública.

Sin embargo, no todas las unidades que se entregan al mejor postor son tan exclusivas ni alcanzan precios tan astronómicos. Nosotros nos hemos fijado en algunos de los vehículos que estarán disponibles en el evento que RM Sotheby’s celebra el 5 de septiembre en Londres. Se trata de unos microcoches muy originales que sorprenderán a más de uno.

Zagato Zele 1000 (1974)

Aproximadamente medio millar de unidades se fabricaron de este modelo italiano entre 1974 y 1976. Equipado con un sistema de propulsión eléctrico, estuvo disponible en tres versiones mecánicas (1000, 1500 y 2000) y siete colores. El chasis y la suspensión estaban derivados del Fiat 500 and Fiat 124. Su autonomía podía alcanzar los 80 kilómetros, con una velocidad punta de 40 km/h. El ejemplar que se subasta podría alcanzar un precio de hasta 11.000 euros.

ACOMA Mini Comtesse (1975)

Este microcoche francés de tres ruedas se podía conducir sin carnet, de ahí que tuviera tan buena acogida en su época. Propulsado por un motor de 49 cc de un cilindro, desarrollaba una potencia de 3 CV y podía alcanzar unos 32 km/h. Este monoplaza tenía una peculiaridad en materia de diseño que perseguía mejorar la funcionalidad del vehículo. Con el objetivo de facilitar el aparcamiento en batería en lugares estrechos, una de las puertas se abría de forma convencional mientras que la del lado opuesto se plegaba verticalmente. Así el ocupante podía salir por cualquiera de los dos lados.

Peel Trident (2011)

Sin duda este es uno de los vehículos más peculiares de la historia de la automoción. El Trident se desarrolló sobre la base del P50. Un poco más grande que su antecesor, destacaba por montar un techo abovedado de cristal que se levanta junto a parte de la carrocería para poder acceder al habitáculo. En 2011, Peel Engineering Ltd decidió volver a fabricar este modelo, lanzado al mercado a mediados de los años sesenta. En esta segunda vida del Trident, todos los ejemplares se producían a mano bajo pedido con motores de gasolina o eléctricos.