Nuevo tope de gama diésel y acabado premium para el SUV compacto Opel Grandland X
Equipa un motor de 177 CV, asociado a un cambio automático de 8 relaciones
Apenas ha llegado a los concesionarios, Opel ya está anunciado novedades en la gama del nuevo Grandland X. La más importante corresponde a la incorporación de una versión diésel tope de gama, propulsada por un propulsor de dos litros y 177 CV, que desarrolla un par máximo de 400 Nm. Asociado únicamente a una caja de cambios automática de ocho velocidades, se comercializa en España con el exclusivo acabado Ultimate por un precio que arranca en los 39.800 euros.
Esta variante alcanza una velocidad punta de 214 km/h y desplaza la aguja del velocímetro de cero a cien en 9,1 segundos. Todo ello con un consumo medio homologado de 4,9 l/100 km, que se traduce en un nivel de emisiones contaminantes de 128 g/km de CO2.
El motor está equipado con la tecnología de post-tratamiento de gases Reducción Selectiva de Catalización (SCR) con inyección de AdBlue, que elimina las partículas de óxido de nitrógeno (NOx) de los gases de escape. La solución acuosa de urea se convierte inmediatamente en amoníaco (NH3), reacciona con el óxido de nitrógeno (NOx) en el catalizador SRC convirtiéndose en vapores inofensivos de nitrógeno y agua.
Por otro lado, el Grandland X ahora también se puede pedir con el acabado premium ofrecido por Opel, denominado Ultimate. Este nivel de equipamiento incorpora una amplia dotación en materia de conectividad y asistencia a la conducción. Asimismo, se distingue del resto de la gama por montar llantas de aleación bicolor de 19 pulgadas, rieles superiores cromados, así como el techo y los retrovisores en negro.
El interior emana un cierto aire deportivo gracias al uso de acabados en aluminio, como es el caso del pedalier. Todos los ocupantes del vehículo están permanente conectados con el asistente de servicio OnStar y el sistema de infoentretenimiento Navi 5.0 IntelliLink, equipado con una pantalla táctil a color de ocho pulgadas y compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto. Además, los smartphone compatibles se pueden cargar de forma inalámbrica.
A nivel de seguridad, incorpora faros adaptativos AFL LED, cámara de visión 360º, asistente avanzado de aparcamiento, alerta de fatiga del conductor, sensor de lluvia, espejo interior fotosensible, encendido automático de luces con detección de túneles, alerta de colisión frontal con detección de peatones, sistema de frenado de emergencia y alerta de cambio involuntario de carril con corrección de trayectoria.
Para ofrecer un óptimo comportamiento sobre cualquier tipo de superficie, ya sea asfaltada u off road, el Grandland X puede montar opcionalmente la tracción electrónica IntelliGrip con cinco tipos de conducción. El sistema adapta la distribución del par a las ruedas según el modo seleccionado.
Este nivel de equipamiento Ultimate incorpora una amplia dotación en materia de conectividad y asistencia a la conducción”