Estos son los cruces inteligentes que la DGT está instalando para reducir los accidentes
Las carreteras secundarias presentan un alto nivel de siniestralidad en España
Las carreteras secundarias son uno de los puntos negros de la red viaria española. Los datos que maneja la Dirección General de Tráfico (DGT) constatan que en 2018, el último año con cifras consolidadas, el 62% de los accidentes con víctimas en zonas interurbanas se produjeron en carreteras convencionales, y de ellos un 32% tuvieron lugar en las intersecciones. Esta es la razón por la cual el organismo encargado de gestionar el tráfico en nuestro país está implementando un programa para reforzar la seguridad en los cruces de las vías secundarias con el objetivo de reducir la siniestralidad entre el 40 y el 55% en este tipo de vías.
La idea se plasmó en la Instrucción 20/TV-110, del pasado 28 de febrero, y consiste en la instalación de sensores de detección de vehículos, tanto en la vía principal como en los ramales, para detectar la presencia del vehículo que se aproxima a la vía principal desde la secundaria. El sistema de los cruces inteligentes funciona desde 2016 en nuestro país cuando se probó en cuatro carreteras identificadas como tramos de Elevada Concentración de Accidentes (ECA) de las provincias de Madrid, León, Navarra y A Coruña, y en los que entre 2012 y 2014 se registraron 48 accidentes con víctimas que arrojaron un balance de tres muertos y 74 heridos.
A día de hoy, hay instalados 28 cruces inteligentes en carreteras de 10 comunidades autónomas: Andalucía, Asturias, Cantabria, Castilla La Mancha, Castilla León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Madrid y Navarra. Y, de acuerdo con los datos facilitados por la DGT, su eficacia se sitúa por encima de las previsiones. Así, los accidentes con víctimas se han reducido un 65% con un descenso del 67% de muertos y del 83% de heridos graves. En total, el número de víctimas se ha reducido en un 73%.
Este sistema automático de advertencia de peligro en las intersecciones permite avisar en tiempo real a los conductores que circulan por una vía principal de la presencia de otros vehículos en una intersección. A través de los sensores colocados en el asfalto tanto de la vía principal como en los ramales, en la vía principal se ilumina la señal de cruce y aparece el texto ‘vehículo en cruce’ escrito en ámbar o rojo mientras otros cuatro elementos lumínicos parpadean para advertir la presencia de otro automóvil.
Este revolucionario sistema de prevención de accidentes ya se ha implantado en diez comunidades autónomas con una reducción del 73% en cuanto al número de víctimas
El conductor que ha recibido el aviso tiene tiempo entonces de reducir la velocidad y circular con mayor precaución hasta alcanzar el cruce y evitar una colisión frontolateral. Una vez el vehículo que esperaba consigue realizar la maniobra y abandona la intersección, la señalización se mantiene activa durante el tiempo de despeje de la maniobra, aproximadamente tres segundos.
Además, los vehículos que dispongan de sistemas capaces de comunicarse con las infraestructuras recibirán una señal acústica o un indicador luminoso para advertirles de la presencia de otros vehículos por las vías secundarias. Este componente aumenta de forma exponencial la eficiencia y eficacia del sistema, así como la seguridad de la vía.
La señal funciona con energía solar fotovoltaica, por lo que es necesario que incorpore una fotocélula que permita regular la intensidad luminosa de manera automática en función de la luz ambiental, según recoge la Instrucción 20/TV-110. La normativa también indica que el crucero inteligente podrá aplicarse en intersecciones de tres o cuatro ramales en los que existan distintos tipos de cruces, desde el que tiene forma de T directa hasta las glorietas partidas.
Con el desarrollo del sistema del crucero inteligente la DGT persigue rebajar aún más la siniestralidad en las carreteras españolas, después de cerrar 2019 con un descenso del 6,7% en el número de accidentes, un 7,6% en el número de fallecidos y un descenso del 3,8% en heridos graves, respecto al año anterior. De hecho es el mejor balance en cuanto a fallecidos en las carreteras, 1.098 personas, dejando atrás los mejores registros de 2015 (1.131 fallecidos), habiéndose contabilizado 50 millones más de desplazamientos que en ese año, tres millones más de vehículos y un millón más de conductores.