Los perros que están enfermos o tienen vómitos y diarrea, al igual que los humanos, necesitan parar de ingerir alimentos un tiempo hasta encontrarse mejor. Los veterinarios recomiendan esperar entre 2 y 4 horas como mínimo para volverles a dar de comer. Este periodo es lo que se conoce como ayuno terapéutico, un concepto que nos cuesta poner en práctica como dueños de mascotas. Uno de los errores más habituales es tratar las gastroenteritis con latas digestivas o cambiando el tipo de pienso, lo que podría resultar contraproducente para el bienestar de tu animal.
La veterinaria y experta en nutrición animal, Mónica Díaz, con más de 47.000 seguidores en TikTok (@monicadiaz.vet), ha explicado en un vídeo cuáles son las fases para poner en práctica el ayuno terapéutico en perros con problemas gastrointestinales. A continuación, te explicamos en detalle esta técnica.
1. Esperar a que se recupere
Como hemos dicho, el ayuno terapéutico es un periodo de 2 a 4 horas en el que el perro no debe ingerir alimentos sólidos. El objetivo de esta táctica es esperar a que el animal se recupere de los vómitos o la diarrea antes de volver a comer. Aunque pueda resultar complicado para el dueño y la mascota, no sobrecargarlos con comida es fundamental a la hora de abordar los problemas digestivos.
2. Cuando se sienta mejor, líquidos
Una vez tu perro esté recuperado, puedes ir introduciendo poco a poco alimentos líquidos como un caldo de huesos o sopa de moro. Esta última es una receta ancestral que sirvió en origen para tratar la gastroenteritis severa en niños y se ha mantenido como un remedio natural para diarreas en animales.
Puedes comprar la sopa de moro en tarros o elaborarla tú mismo en casa. Solo necesitas 500 gramos de zanahorias y 1 litro de agua. Corta las zanahorias en pequeños trozos y déjalas hervir durante una hora y media aproximadamente. Añade agua fresca hasta conseguir un litro de sopa y luego pásalo por la batidora y añade una pizca de sal.
Dale esta sopa a tu perro ―solo adultos, no cachorros― durante un día para cortar los vómitos y la diarrea y ayudarle a sentirse mejor. Si es necesario, se la puedes dar un día más.
3. Por último, dieta blanda
Si el caldo o la sopa le han sentado bien a tu perro, será el momento de prepararle una dieta blanda cocinada. Darle pollo o pavo con calabaza hervida, en tomas pequeñas, es una muy buena opción.
También puedes mezclar cáscara de semilla Psyllium molida con esta comida. Este es un tratamiento natural, de venta en herbolarios y tiendas de animales, que ayuda a regular el tránsito intestinal y dar consistencia a las heces. La dosis será de 1 gramos diario por cada 10 kilos, siempre hidratadas en 10 medidas de agua por cada una de Psyllium. Deja que las semillas absorban el agua durante 15 minutos y agrégalas a su dieta blanda.
En caso de que persistan los problemas digestivos, debes acudir al veterinario.