La Navidad llegó temprano para los peludos de un refugio en Chattanooga, en el estado de Tennessee, donde los perros se convirtieron en los protagonistas de una tierna actividad que derrite corazones. La Humane Educational Society decidió organizar un evento especial para sus inquilinos de cuatro patas: llenar una sala con peluches y dejar que cada perro escogiera su regalo ideal.
Los monigotes, donados por numerosas personas, se disponen en filas ordenadas. Uno a uno, los perros son llevados hasta las hileras, donde pueden pasear y olfatear a su antojo. Al final, cada uno coge con la boca el que más le gusta. Ese peluche se convierte automáticamente en suyo.
Aunque la mayoría de los perros parece saber exactamente qué quiere desde el primer momento, hay algunos más indecisos que necesitan varios paseos para elegir. Pero lo más sorprendente es que ninguno rompe las reglas: cada perro se lleva solo un peluche. Algo que, como comentan algunos usuarios en redes sociales, sería impensable entre humanos, donde seguramente alguien intentaría llevarse todo lo que pudiera.
La publicación del refugio, que muestra esta entrañable tradición, se ha hecho viral en redes sociales. Comentarios como “son como niños” o “no entiendo cómo alguien puede hacerles daño” reflejan la emoción de quienes han visto el vídeo.
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Otros han destacado lo simbólico del gesto, señalando que, al elegir un juguete, los perros podrían estar guiándose por el olor, conectándose de alguna manera con las personas que los donaron. Así, de alguna manera, al mismo tiempo podrían estar eligiendo a sus próximos humanos. “No lo había pensado así”, reconoció una usuaria.
El refugio confía en que esta iniciativa no solo lleve alegría a los perros, sino que también motive a más personas a adoptar. Cada juguete elegido simboliza a los muchos animales que esperan encontrar un hogar lleno de afecto y este tipo de iniciativas hacen visible el esfuerzo por darles una segunda oportunidad.