La gastroenteritis es una de las enfermedades más frecuentes en la edad pediátrica. Se produce por una inflamación de la mucosa del estómago y del intestino. Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), “se define por una disminución en la consistencia de las heces y/o aumento de su frecuencia, pudiendo asociar fiebre y/o vómitos. Hablamos de gastroenteritis aguda si su duración es menor de 7 días”.
Soledad Montoro y Rosa Pavo son pediatras de atención primaria y directoras del podcast Miel y Limón-Pediatras al Micro, en el que abordan cuestiones sobre la salud de los más pequeños y de los adolescentes. Las pediatras explican que las gastroenteritis, como casi todas las infecciones que hay en pediatría, son en su mayoría producidas por virus.
Asociación Española de Pediatría
La causa más frecuente de gastroenteritis aguda en nuestro medio son los virus, especialmente el rotavirus
La Asociación Española de Pediatría subraya igualmente que “la causa más frecuente de gastroenteritis aguda en nuestro medio son los virus, especialmente el rotavirus, que infecta prácticamente al 100% de los niños en los 4 primeros años de vida y es el principal responsable de diarrea grave infantil a nivel mundial”. Aparte de las causadas por virus, también hay gastroenteritis causadas por bacterias o parásitos, pero son menos frecuentes.
En cuanto a los síntomas, la pediatra Soledad Montoro señala que son los conocidos “diarrea, dolor de tripa, fiebre y vómitos”. Explica que el diagnóstico suele hacerse atendiendo a los síntomas, no siendo necesario hacer ninguna otra prueba o estudio. “Solo en ocasiones, si hay algo que llame la atención, por ejemplo si el estado general es muy malo, si hay sangre en las heces o si no hay mejora, se opta por tomar muestras de las heces, pero es muy poco frecuente” aclara Soledad.
“Lo fundamental en cuanto al tratamiento es la hidratación, es la base principal” explican Soledad y Rosa. A menor edad del niño, más fácil es que se deshidrate. “Así que lo importante es que se mantengan bien hidratados”. Para conseguirlo, hay que aportar líquidos y sales minerales con sueros de rehidratación oral. Si no lo toleran bien por vía oral y estuvieran muy malitos, a veces hay que optar por poner el suero por vía intravenosa.
Lo que sí hay que evitar es darles bebidas deportivas que en ocasiones se han recomendado para la gastroenteritis. “Primero porque no tienen una composición adecuada para hidratar lo que el paciente necesita y segundo porque tienen un alto contenido en azúcar que lo que hace es prolongar la diarrea”. Señalan que tampoco hay que dar nada para cortar la diarrea (el famoso loperamida).
En resumen, lo más importante es ofrecer líquidos, sin forzar a comer si el niño no quiere. “Hay que ofrecer una dieta equilibrada y que coma lo que le vaya apeteciendo, evitando eso sí los fritos, las grasas y el exceso de azúcar”.
La AEP señala que “los bebés alimentados con lactancia materna deben continuar tomando pecho y los que toman biberón deben seguir usando su fórmula habitual, ofreciendo entre las tomas suero de rehidratación”.