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Qué se puede hacer cuando tu bebé no hace caca

Pediatría

La edad del bebé y los síntomas son los que determinan si conviene tomar alguna medida o si no es necesario

Aprende a distinguir la disquecia del lactante

Bebé sentado en un orinal

Getty Images/iStockphoto

Una inquietud habitual en los padres surge cuando el bebé pasa varios días sin hacer caca. Casi todos los bebés llegan a estar dos o tres días, algunos una semana, pero es que incluso pueden estar 10 o 15 días sin hacer caca ¿Hay que preocuparse? La respuesta es que depende.

Soledad Montoro y Rosa Pavo son pediatras de atención primaria y, desde hace casi un año, directoras del podcast ’Miel y Limón-Pediatras al Micro’. Señalan que para valorar la situación es determinante la edad. En las primeras semanas de vida las deposiciones normalmente son frecuentes. “Si en estas primeras semanas el bebé no hace caca hay que valorar que esté comiendo de forma adecuada. 

“En torno a la tercera semana de vida algunos bebés presentan lo que se llama deposiciones escasas del bebé amamantado"

Rosa PavoPediatra de atención primaria y directora del podcast ‘Miel y Limón- Pediatras al Micro’

En torno a la tercera semana de vida algunos bebés presentan lo que se llama ‘deposiciones escasas del bebé amamantado’. No sabemos bien la causa, probablemente porque la leche materna deja pocos residuos. Son niños que pueden hacer caca cada 10 días o incluso cada 15 días”. explica Rosa Pavo: “Al final lo importante es que el niño esté bien en general, independientemente del número de días que lleve sin hacer caca. Es decir, que siga comiendo bien y que esté tranquilo porque eso va a ser lo que determine si es necesaria alguna intervención para tratar el estreñimiento o si le dejamos estar”.

Rosa pone un ejemplo: “si un niño lleva varios días sin hacer caca pero vemos que está bien, esperaremos; sin embargo, si un niño lleva tres días pero está muy molesto, probablemente no esperemos más tiempo para aplicar un tratamiento. Hay que evitar que el niño tenga dolor con la deposición”.

Madre masajeando el vientre de un bebé

Getty Images/iStockphoto

Si finalmente es necesario, para menores de 6 meses se puede recurrir a tratamientos con pepsina y sales minerales, mientras que para mayores de 6 meses se puede utilizar un fármaco llamado Macrogol. “En último lugar se recurre a los tratamientos que requieren manipulación del esfínter, ya sea un enema, un supositorio o un sondaje rectal. También se desaconseja el tema de hacer estímulo en la zona del pañal porque los niños se harán dependientes de ese estímulo para hacer caca”.

“Para la disquecia del lactante no se aplica tratamiento, aunque existen algunos consejos que pueden ayudar, como darle masajitos abdominales o flexionarle las piernas”

Soledad MontoroPediatra de atención primaria y directora del podcast ‘Miel y Limón- Pediatras al Micro’

Soledad Montoro aclara una importante diferencia entre dos cosas que los padres confunden a menudo: estreñimiento y disquecia. Aunque los síntomas son similares, no están motivados por las mismas causas. “Con el estreñmiento las heces son duras, se las denomina heces caprinas, o voluminosas, y el niño está incómodo. El tratamiento consiste en revisar la dieta, si coincide con el inicio de la alimentación complementaria conviene que sea rica en fibra y agua y no abusar de los lácteos”. 

La disquecia, sin embargo, se da en bebés lactantes en las primeras semanas. “Los bebés tienen que aprender a hacer caca: apretar con el abdomen y dilatar el esfínter anal. Los que tienen disquecia aprietan el abdomen pero lo hacen sobre un esfínter cerrado; por eso se ponen tan rojos y la tripa tan dura. Pero, cuando lo consiguen, las heces son blandas”.

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Soledad cuenta que “a los padres les digo que se va a quitar con el tiempo. No es que se quite, sino que madura”. Para esto Soledad señala que “no se aplica tratamiento, aunque existen algunos consejos que le pueden ayudar, como darle masajitos abdominales o flexionarle las piernas”.

Para ambos casos, tanto Soledad como Rosa tienen una recomendación clara: “no introducir nada en el ano para estimularlo, ni termómetros, ni bastoncillos, ni perejil, ni olivo”.