La comarca de la Terra Alta en Tarragona contiene un auténtico paraíso natural y que es poco conocido para la mayoría de turistas: las piscinas naturales de La Fontcalda.
Situadas en el municipio de Gandesa, este rincón de la provincia, rodeado por las sierras de la Mola y el Crestall, destaca por su rica herencia histórica y cultural, marcada por monumentos como el Palau del Castellà, un antiguo edificio templario.
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Sin embargo, lo que realmente convierte a esta zona en un destino único es su entorno natural inmejorable, con un balneario natural de aguas termales que sorprende por su belleza y propiedades terapéuticas.
Las aguas termales de la Fontcalda brotan a una temperatura constante de 28ºC, lo que da origen al nombre de la zona, derivado de las palabras catalanas “font” (fuente) y “calda” (caliente). Estos baños, ricos en minerales como el sulfato y el magnesio, se conocen por sus beneficios para la salud, especialmente para tratar afecciones de la piel y problemas reumáticos.
La ruta de Bot al santuario de la Fontcalda
A lo largo del recorrido, los visitantes pueden disfrutar de varias pozas y piscinas naturales en un entorno rodeado de impresionantes paredes de roca, lo que convierte a este lugar en un verdadero refugio para relajarse y desconectar.
Además, el acceso es gratuito, lo que lo convierte en una opción aún más atractiva para quienes buscan una experiencia de bienestar en plena naturaleza.
¿Cómo llegar?
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Se puede llegar en coche desde Tarragona en unas 1 hora y 30 minutos por la vía N-420, o desde Lleida en aproximadamente 1 hora y 35 minutos por la carretera C-12. La Fontcalda no solo ofrece las piscinas termales. Los turistas pueden disfrutar de áreas de picnic, espacios para acampar y un refugio con servicios básicos de hospedaje.
Para los más aventureros, existen rutas de senderismo como la vía verde de la Vall de Zafán, que permite recorrer la zona a pie o en bicicleta.