Como cada año, el New York Times ha publicado una guía con los mejores destinos para visitar durante los 12 meses que vienen. En el artículo de este 2025, el prestigioso diario norteamericano ha elegido 52 sitios de todo el mundo y ha incluido dos recomendaciones muy cercanas. Por un lado, la montaña y el monasterio de Montserrat, que este año celebra su milenario.
Pero también hace otra propuesta más desconocida en nuestro país, aunque la tenemos cerca. Se trata de Canfranc, un pueblo situado en el Pirineo aragonés, a poco más de dos horas en coche desde Lleida. Ubicado entre Jaca y Candanchú, en pleno territorio fronterizo con Francia, Canfranc “parece un secreto bien guardado”, según apunta el New York Times.
Escondido en los Pirineos, Canfranc se encuentra en la frontera de los dos países más visitados del mundo, pero parece un secreto bien guardado"
La zona es ideal para esquiar, realizar senderismo, bicicleta de montaña, o incluso recorrer el tramo aragonés del Camino de Santiago. Pero el atractivo de ese enclave pirenaico va mucho más allá. Y es que acoge la histórica estación de tren internacional de Canfranc. Un imponente edificio monumental que recientemente ha revivido después de 50 años de inactividad.
Tras una minuciosa rehabilitación y restauración, la estación, inaugurada en 1928, alberga ahora un hotel de cinco estrellas y un restaurante con una estrella Michelin en un antiguo vagón de tren. “Es como si una creación de Wes Anderson tomara vida”, destaca el artículo del diario.
La estación ha vuelto a nacer como un hotel de cinco estrellas, con un vestíbulo con aires de catedral"
Por su ubicación, Canfranc y su emblemática estación ferroviaria, han sido testigos estratégicos de la Guerra Civil y de la Segunda Guerra Mundial, cuando sirvió tanto al ejército nazi como a los judíos que huían del Holocausto.
Además, este 2025 está previsto que abra la línea de tren que conecta Canfranc con Huesca, después de casi dos años cortada por obras de mejora. Así, se podrá volver a llegar al enclave pirenaico con ferrocarril desde Zaragoza, pasando por un “tramo final entre acantilados que atraviesa 19 túneles mientras sube hacia la montaña”, según resalta el New York Times.
Este artículo fue publicado originalmente en RAC1.