Siempre hemos oído a hablar del burnout como un síndrome relacionado con el estrés y la carencia de motivación laboral, eso que popularmente se llama de "estar quemado". Pero este concepto también se puede aplicar a las relaciones de pareja.
"Cuando una pareja convive durando demasiado tiempo con problemas, peleas o incomunicación, es habitual que las emociones positivas se transformen en infelicidad", apuntan desde la plataforma Psicopartner.
Qué es exactamente
El burnout amoroso es un síndrome muy común en relaciones que están expuestas a situaciones altamente estresantes en que tienen que conciliar el cuidado de la familia con las obligaciones laborales, el cuidar de otras personas o las tareas domésticas.
"El burnout en las parejas es un estado emocional negativo que, combinado con la carencia de energía, crea las condiciones perfectas para el conflicto, que crece con mucha facilidad y cada vez es más difícil de reparar", apunta a RAC1 la sexóloga y terapeuta de pareja Eva Moreno.
Cuando una persona está agotada, "se siente irritada con mucha más facilidad por las cosas pequeñas, que se van sumando, y se van haciendo grandes como una bola de nieve. Los pequeños conflictos se convierten en peleas cada vez más grandes", añade.
'Burnout' amoroso
Señales o síntomas
- Culpar a las personas de alrededor. La pareja siempre tiene la culpa de lo que nos pasa.
- Falta de motivación, sensación de haber tirado la toalla. La relación no es un apoyo, no hay energía.
- Hay poca conexión entre las dos personas.
- No dormir bien.
- Sentirse frustrado.
- Preferir aislarse y renunciar a la vida social.
- Sentir soledad.
- Sufrir ansiedad.
- Experimentar dolores, como por ejemplo dolores musculares, cefaleas, problemas gastrointestinales...
- Cansancio extremo.
"Los profesionales asocian como principal causa a este fenómeno, la carencia de confianza en uno mismo. La sensación de fracaso en la pareja puede hacer que cada cual se cuestione su capacidad de estimar y ser querido", dicen a Psicopartner. Tendemos a atribuirnos una responsabilidad excesiva ante las dificultades, y esto hace que, además de desconfiar de nosotros mismos, lo hacemos con la gente que nos rodea, especialmente de la pareja.
En los últimos años, la sociedad ha experimentado un cambio muy brusco en cuanto a las maneras de ver la vida y los valores de cada individuo. "Como consecuencia, el modelo de pareja también ha ido cambiando. La carencia de compromiso, la investigación insaciable de placer o la carencia de esfuerzo son agentes que hacen que una relación se estropee", apuntan a Psicopartner.
Poner solución
"Identificarlo, poner palabras a las emociones negativas es el primer paso para poner solución al burnout amoroso", dice Moreno. "Primero hay que conectar con las necesidades individuales, después con las necesidades de pareja. Lo más recomendable es hacerlo con ayuda terapéutica".
Según Psicopartner, mantener la individualidad y el tiempo libre propio para seguir con las aficiones personales, puede influir en las relaciones. "Es importante que cada miembro de la pareja tenga tiempo para hacer las actividades que les gusten sin interrupciones. El bienestar personal será beneficioso para toda la familia", apuntan.