Diáfano y con las plantas integradas en un espacio común, sin apenas barreras y transparente como el vidrio, entrar en el DFactory, el edificio insignia del Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), es como abrir una puerta al futuro de la industria 4.0, un hub de promoción y de producción, un lugar colaborativo que transmite la inmensidad de las naves comerciales, pero que está pensado para fomentar la proximidad y las relaciones sobre las que se sustenta la digitalización de las empresas.
Y es precisamente en esta “catedral de la industria” (como ella la define) donde recibe a Magazine la primera mujer que dirige el consorcio que gestiona el gran polígono industrial y logístico catalán. Allí, Blanca Sorigué nos habla de liderazgo participativo, de empoderamiento, transformación y oportunidades de negocio.
Es necesario un compromiso desde la alta dirección”
En esta joya artística de cubiertas verdes que generan energía, terrazas y oficinas intercomunicadas creada por TurullSørensen Arquitectos y PGI Torrella, se desarrollará el Barcelona Woman Acceleration Week (BWAW), un evento híbrido que Sorigué ha impulsado para promocionar la igualdad de género en el ámbito empresarial y que celebrará su quinta edición del 4 al 6 de marzo.
Sorigué, además, ha apostado por otras acciones, como la creación del Consejo de la Mujer ZF, con más de veinte consejeras que ocupan cargos de responsabilidad en empresas del entorno de la Zona Franca: “Fue lo primero que creamos, porque en un territorio industrial como en el que estamos queremos que las empresas se comprometan en planes de igualdad desde la alta dirección”, enfatiza la directiva. “Que después de más de cien años de existencia del CZFB sea la primera mujer en este cargo ya dice mucho”, destaca.

Una joya indutrial: El edificio DFactory, inspirado en la tradición industrial, ha sido diseñado por el prestigioso estudio barcelonés Turull Sørensen Arquitectos junto con PGI Torrella
A Blanca Sorigué (La Pobla de Segur, Lleida, 1973) no le han faltado los retos. Antes de convertirse en la primera mujer directora general del CZFB, gran parte de su trayectoria profesional estuvo ligada a la organización de ferias y otros certámenes profesionales. “No había soñado con este cargo, pero cuando me lo propusieron acepté orgullosa y agradecida, porque me gustan los retos y porque vi que también era una oportunidad para influenciar e impulsar iniciativas que promueven la igualdad de género”, recuerda.
Licenciada en Turismo y con varias titulaciones en dirección de empresas, en marketing y negocios, Sorigué es una mujer activa y entusiasta que considera que no hay que tener miedo a la hora de embarcarse en nuevos proyectos. Opina que “no solo en lo profesional, sino también en el ámbito personal, hay que salir de la zona de confort porque aporta más valor y te sientes más recompensada”.
Hay que salir de la zona de confort; aporta más valor y sientes que la recompensa es mayor”
Ese carácter y su capacidad de reinventarse a diario la han llevado a crear proyectos en situaciones complicadas como cuando, en plena pandemia, dio forma a la Barcelona New Economy Week (BNEW), un evento disruptivo en formato presencial y online que este año se celebrará del 29 de septiembre al 2 de octubre en el DFactory y que cuenta con siete verticales dedicados al sector de la salud, movilidad, sostenibilidad, talento, industria digital, aviación y experiencia, con el denominador común de la nueva economía.

Viste conjunto de Tot-Hom, con salones de Mango y anillos de Grau
Desde su nombramiento como directora del CZFB, hace siete años, Sorigué ha establecido un nuevo planteamiento estratégico de la entidad basado en la innovación, la sostenibilidad y las oportunidades de negocios a través de dos grandes proyectos, el 3D Incubator y el Logistics 4.0 Incubator, y el DFactory, que actualmente cuenta con proyectos de 35 empresas dedicadas a la robótica, impresión 3D, inteligencia artificial, internet de las cosas (IoT), sensórica, blockchain, realidad virtual, fotónica y manufactura avanzada.
En clave arte
¿Qué tipo de arte le gusta?
La arquitectura, la danza y la escultura
¿Un artista favorito?
Mi escultor favorito es Jaume Plensa, me gustan mucho sus obras y sus esculturas, sobre todo Julia
Una visita imprescindible en Barcelona
Pasearse por la ciudad andando: el Eixample, el Park Güell...conociendo toda la historia del modernismo
¿Y un museo?
En Barcelona, para ver arte, no es necesario ir a un museo, la ciudad en sí misma es un museo
Sorigué desarrolla su visión con firmeza. Y cita tres ingredientes básicos que diferencian a la Zona Franca. El primero es la ubicación, en Barcelona, cerca al aeropuerto, el puerto y la ciudad. El segundo es el talento especializado, de un alto valor añadido, que “el CZFB tiene y sabe atraer, es decir, estamos hablando de capacidades tecnológicas muy avanzadas en doctores en ingeniería electrónica, en biomedicina, en inteligencia artificial...”.
Y por último, la ambición de que el DFactory sea el inicio del distrito 4.0 “porque lo que vamos a hacer es posicionar un nuevo distrito en la ciudad de Barcelona, con una expansión del DFactory hasta sumar 100.000 metros cuadrados en dos espacios que puedan ser un polo de atracción para laboratorios tecnológicos muy avanzados que aporten innovación en el sector de la salud en Catalunya”.
Sorigué también es vicepresidenta de la organización mundial de zonas francas y desde allí está promoviendo un cambio para que estas áreas no solamente sean atractivas por sus ventajas fiscales sino también como referentes de calidad y transparencia. En este sentido, la Zona Franca de Barcelona ha sido seleccionada para diseñar el primer sello de calidad, transparencia y buen gobierno. “Si nos han elegido es porque estamos haciendo las cosas de forma correcta, es decir, tener claro dentro de las políticas comerciales y de dirección los objetivos de desarrollo sostenible. Por ejemplo, no trabajamos con todo el mundo, solo con aquellos que sean buenos socios”, indica.
El próximo reto es la inteligencia artificial, que para Sorigué ya es una realidad. “El DFactory es de los pocos espacios ahora mismo, por no decir casi el único en España, en el que con solo visitarlo una mañana ya puedes aprender cómo se aplica la IA en diferentes actividades”, sostiene
Estilismo: Gilbert Solsona

Acto de clausura de la pasada edición del BWAW
Barcelona Woman Acceleration Week se celebra del 4 al 6 de marzo en DFactory
Mujeres al poder
Blanca Sorigué podría ser un buen ejemplo de superwoman. “No por ser mujer me siento más presionada, pero sí que es verdad que nosotras nos autoexigimos en todos los ámbitos, no solo en lo profesional”, reconoce.
Desde el consorcio que pilota, impulsa iniciativas que promueven la igualdad de género a escala empresarial, como la Barcelona Woman Acceleration Week (BWAW). Se trata de un evento híbrido en que se debate sobre el impacto y el desarrollo de las políticas de igualdad de género en sectores como el cultural, jurídico, tecnológico, académico o sanitario.
“La igualdad de género tiene que abarcar cualquier tipo de actividad empresarial, por eso damos este abanico de oportunidades y cada año tocamos diferentes sectores, para que realmente se influya de verdad en la actividad económica”, explica Sorigué.
Este año participarán en la BWAW académicos de todo el mundo que mostrarán los avances en la igualdad entre niños y niñas y en que el género no sea un factor decisivo a la hora de descartar algún tipo de carrera. Eso concuerda con el espíritu de otro proyecto fundamental del consorcio centenario, el Feel the Zona Franca Power, que consiste en que las niñas en edad escolar conozcan de primera mano las profesiones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
“Nos dimos cuenta, y hay cifras que lo demuestran, que si las niñas deciden no estudiar carreras tecnológicas es muy difícil que se integren en un mercado laboral de gran demanda”, sostiene Sorigué. A través de charlas en escuelas públicas de Barcelona, que son invitadas a visitar DFactory, el programa intenta intervenir para contrarrestar los estereotipos que ya actúan de manera inconsciente entre los nueve y doce años y que motivan que las niñas descarten profesiones como las tecnológicas.
“Aún no sabemos el impacto de este programa, pero sí que hemos visto a niñas que, después de la visita, salen diciendo que les gustaría programar robots y la idea es escalar este proyecto a todo el territorio”, afirma con orgullo Blanca Sorigué.