Penélope Cruz: vocación de madre, en la vida y en el cine

Belleza con valores

Embajadora de la alta relojería de Chanel, utiliza la fama para reivindicar la justicia social. La española más internacional organiza su vida y su trabajo alrededor de su hijo Leo y su hija Luna

Penélope Cruz

Penélope Cruz, imagen de alta relojería de Chanel

Virgile Guinard

El gran Bigas Luna fue el primero que intuyó la química que mediaba entre Penélope Cruz y Javier Bardem, pero eran demasiado jóvenes. Hace unos días, Bardem declaraba en Hoy por Hoy que tras el rodaje de Jamón, Jamón se dijo “a esta chiquilla yo le voy a seguir el rastro”. Dieciséis años después se le declaró en el rodaje de Vicky Cristina Barcelona, con Woody Allen de testigo. Ambos son animales cinematográficos, codiciados por la industria, que no han dudado en tomar partido por los más desfavorecidos en las crisis humanitarias.

Penélope encarna la belleza con valores. Discreta, cercana, inteligente, mantiene una sólida relación con la firma Chanel. “Ya de niña siempre estuve obsesionada con la marca. Con las colecciones de Gabrielle Chanel primero, luego las de Lagerfeld y ahora las de Virginie”, ha contado en más de una ocasión. Con su sonrisa ligeramente melancólica, Cruz participa en una publicación como tributo de la firma al cine, con motivo del desifle Chanel Cruise en Los Ángeles. 

Discreta, cercana, inteligente, mantiene una sólida relación con la firma Chanel

Y afirma que más allá de premios, películas, reconocimientos y tantísimos sueños cumplidos, los segundos con mayúsculas de su vida fueron “cuando vi la cara de mi hijo Leo y la de mi hija Luna por primera vez”. Lo tiene muy claro. Segundos, sí, solo fueron unos segundos. Pero mágicos. Eternos. 

La protagonista de Madres paralelas, la más internacional de las actrices españolas, es embajadorade Chanel desde hace cinco añosy protagoniza la campaña It’s all about seconds junto a Margot Robbie, Ali MacGraw y Zhon Xun.

Penélope Cruz

Penélope Cruz es un icono de estilo e inspiración para muchas mujeres 

Virgile Guinard

Penélope Cruz reflexiona sobre la inseguridad: “No conozco a ningún actor o actriz que no lo sean”. Y subraya la importancia de aquellos instantes que la han convertido en la mujer que es hoy. Los que construyeron sus sueños de adolescencia en los que sospesaba la posibilidad de “protagonizar algún día una película de Almodóvar o de Billy Wilder” o interpretar a la madre que es y siempre quiso ser, (“Pedro lo vio claramente”). Los que han modelado su plenísima vida actual: actuar de madre delante y detrás la cámara la colma de felicidad. “De las madres que he interpretado no sé con cual me quedo. Todas me conmueven por su carácter, espíritu, firmeza y el hecho de que la mayoría de ellas han hecho de sus hijos la total prioridad en sus vidas”.

Nunca estoy lejos de mis hijos. Si tengo que trabajar fuera, solo lo hago en verano

Si en el cine ha superado retos inesperados, como aprender a galopar sobre un gigante semental con la montura girada o montar un testarudo camello en el desierto, y ha entrenado su mejor cualidad, “la curiosidad por los demás, nada que ver con el cotilleo”, hoy Leo (10) y Luna (8), son su única obsesión. Su patrimonio. “Nunca estoy lejos de mis hijos. Si tengo que trabajar fuera del lugar donde vivimos es en verano, ¡queremos estar todos juntos! La verdad es que adoro tener esta profesión tan intensa que, sin embargo, me permite ser madre y estar muy presente al mismo tiempo”.

Penélope Cruz, imagen de alta relojería de Chanel

Penélope Cruz, imagen de alta relojería de Chanel

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