Emma Dabiri, autora de 'No me toques el pelo': “El cabello afro sigue estigmatizado”
Entrevista
La socióloga irlandesa de raíces nigerianas alerta sobre la discriminación "por textura capilar" en el best seller internacional que ahora ha editado en España
Dublinesa, de madre irlandesa y padre nigeriano, Emma Dabiri fue blanco del racismo de niña y esas vivencias la encaminaron al estudio y divulgación de la discriminación racial. Hoy, desde Londres, donde vive, es profesora y divulgadora en prensa, radio y televisión (BBC Four, Channel 4) y ha escrito varios libros sobre el tema. Uno de ellos, No me toques el pelo (2020), acaba de llegar a España editado por Capitán Swing.
Con una desbordante dosis de datos y sazonado en ironía, analiza cómo "el afro no es sólo cabello, es un símbolo de la identidad negra”. Y como tal, reprimido y a la vez objeto de reivindicación. Para ello, hace un recorrido histórico, por el África precolonial, Harlem y el Black power hasta el movimiento pro cabello natural, que reivindica ese pelo negro y rizado frente a la tendencia represiva que lo ha intentado domar, alisándolo. Y narra su propio viaje personal, desde querer ocultarlo, por la presión social, a mostrarlo con orgullo, en especial como ejemplo hacia sus hijos.
“Hay que estar muy empoderado para no renunciar a señales de negritud como el pelo afro”
Recuerda, de niña, “sentirse diferente” por su textura capilar (y no por su color de piel, bastante clara) en una Irlanda blanca, homogenea y socialmente conservadora. “Nunca veía a nadie con un pelo afro como el mío. Mi cabello era siempre un problema que había que manejar”. Dabiri comprobó el impacto que tenía su pelo en cómo la percibía el entorno y cómo eso la hacía sentir. “Estaba estigmatizado, era un tabú, y lo sigue siendo en muchos sitios”.
¿Siente que la situación ha mejorado, que es útil su lucha?
Cuando crecí intentaba hablar de la discriminación que sufría pero me topé con la indiferencia e incluso la negación, y no con la voluntad de entender y atajar el problema. Los últimos 10 años he visto cambios: la gente tiene más ganas y más voluntad de debatir sobre estas cuestiones, admitir que existen y llevar a cabo acciones contra la discriminación. Pero lamentablemente también aumentan otras actitudes…
Con el freno al racismo no hay un progreso lineal, siempre se avanzay se retrocede, lamentablemente”
¿Supremacistas?
Un incremento de organizaciones de blancos supremacistas y de su narrativa y retórica. Hay retrocesos en nuestros avances en la comunidad negra, como por ejemplo con la elección de Trump, que fue un paso atrás en relación con el avance de Obama. No hay un progreso lineal, siempre se avanza y se retrocede.
Afirma que el cabello afro sigue teniendo una imagen peyorativa. Se describe como áspero, rugoso, encrespado, salvaje… frente al largo, liso y suave que la estética dominante vende como bello. ¿Por qué sigue arrastrando ese estigma?
Está profundamente arraigado, este estigma ha existido durante cientos de años, solo recientemente se ha puesto en el punto de mira de la opinión pública con un rechazo a esos prejuicios. No es un estigma que haya surgido de forma natural. Sus orígenes se hallan en el mercado de esclavo transatlántico, cuando se comenzó a racializar a las personas como negras y ello se introdujo en las leyes, para justificar la esclavitud...mientras las sociedades blancas se enriquecían. Para ello había que deshumanizar a las personas negras o afrodescendientes y una de estas formas de racismo era despreciar el pelo, apoyando la creencia de que no eran totalmente humanos pues se consideraba aquel pelo negro como lana, a diferencia del cabello hermoso y humano de los blancos.
Se da entonces una imagen de los rasgos de las personas negras y africanas como algo negativo frente a los de las blancas, que son los estándares de belleza a alcanzar. Esto se ha perpetuado durante siglos, aunque hoy se rechacen estos conceptos.
¿Persiste esa presión?
Aún hay personas negras que buscan encajar en este canon de belleza. El rechazo fuerte a esos estándares empezó en los años 60 con la lucha por los derechos civiles de los negros. Se reclamaba la belleza negra, visibilizándola y volviéndola ‘mainstreem’. En los 80 surgió el afro natural y en los 90 los trenzados tradicionales. En 2010 apareció el movimiento de pelo natural y la negativa de la población negra a utilizar los químicos de alisamiento de cabello.
Pero por otro lado se discrimina, por ejemplo en las escuelas…
En efecto, se ha discriminado a alumnos y alumnas afrodescendientes por sus peinados, por 'no encajar' con el código de uniforme de sus centros. Es muy importante la oposición de esos estudiantes y su empoderamiento, sin renunciar a su cabello natural.
Ir con el pelo afro sin peinar puede afectar a cómo la gente se relaciona contigo, cómo te ven… En muchos ámbitos no se considera adecuado”
Usted encabezó una campaña para modificar la ley británica de Igualdad que protege contra la discriminación por color de piel, etnia,... pero no incluye el cabello afro, ya que muchas escolares tienen prohibido acudir a clase sin peinarlo. ¿Lo ha conseguido?
La petición continúa. Algunas escuelas han leído el libro y han cambiado la política del peinado, así como el ejército británico, que tras leerlo modificó sus normas sobre todo para las mujeres. Mi libro ha sido un instrumento para lograr los objetivos de la lucha. Se supone que legalmente no se puede discriminar por motivos raciales, la ley cita la piel y rasgos africanos, pero no menciona explícitamente el pelo afro, por lo que hay un vacío legal. De ahí que algunas escuelas sigan sin permitirlo.
Denuncias
Prohibido en clase
Dabiri cita ejemplos como el 'caso Pretoria', en que una niña de 13 años se negó a alisar químicamente su pelo e inició una protesta para reclamar su derecho a no tener que hacerlo para poder asistir a clase. “La escuela les había dicho que no podían ir a la escuela tal y como ellas eran porque tenían que parecer ‘limpias’, explica.
También el ámbito laboral se producen situaciones de este tipo. “La ley sigue avalando como motivo de despido que una persona negra lleve su cabello en estado natural. Ocurre en Sudáfrica, Brasil, Reino Unido, Estados Unidos e Irlanda. Allí donde existe gente de ascendencia africana, seguimos discriminados por nuestro pelo”, explica la escritora. Y añade que en Estados Unidos llevan décadas recibiendo demandas de afroamericanos despedidos por llevar su pelo al natural, sin 'domar'.
Alisarlo, domarlo, ¿es someterse al patrón estético blanco?
No creo que signifique sometimiento, pero es difícil no caer ante la presión de los estándares de belleza. Si eres diferente serás señalado, y muchas personas se protegen de la discriminación. Hay que estar muy empoderado para no evitar las manifestaciones de negritud. Yo no pensaba que la belleza blanca fuera superior pero sabía que tenía que mostrarme de cierta manera para encajar.
Mostrarlo al natural, por tanto, ¿es una reivindicación de libertad?
Sí, creo que sentirse orgullosa de tu cabello es ya una oposición activa al mensaje que nos ha sido comunicado de que nuestro pelo debe avergonzarnos. No sólo es llevarlo afro, de hecho tradicionalmente, en varias culturas africanas, no se estilaba y se optaba por distintos trenzados. El afro es una reivindicación que surge en los 60 con las luchas por los derechos civiles y el movimiento de poder negro, una respuesta a la diáspora, una manera de abrazar la negritud con orgullo.
En la África precolonial no hay que reivindicar nada porque no existía aún ese estigma. El afro es un rechazo a la supremacía blanca y sus estándares de belleza. Los trenzados son formas más tradicionales de expresar la creatividad cultural de las comunidades y proteger el cabello, ya que llevarlo suelto y natural lo daña. Si lo llevas así mucho tiempo se enreda, se rompe, hay que trenzarlo a veces, para mantenerlo sano.
Los trenzados protegen el cabello, lo mantienen sano, ya que al llevarlo suelto y natural durante mucho tiempo se enreda, se rompe”
Da la sensación que hoy más gente reivindica ese cabello al natural. ¿Es el camino para romper el tabú?
No creo que sea un crecimiento lineal. El 'movimiento del pelo natural' surge en el 2010. Se inició en Estados Unidos y se extendió. Hubo un momento en que se veían muchos afros al natural, ahora veo menos. No sé cómo será el paisaje en 10 años. Sí he observado que la venta de químicos alisantes ha sufrido una caída estrepitosa, pero parece que las preferencias y los estándares siguen siendo esa melena larga ondulada.
¿Muchas mujeres lo alisan aún por miedo al rechazo laboral o social?
Así es, porque se escucha que el estilo natural no es profesional, no es adecuado en ciertos ambientes. Ir con el pelo afro sin peinar puede afectar a cómo la gente se relaciona contigo, cómo te ven… Yo ahora mismo llevo el pelo trenzado, y cae hacia abajo y las personas responden distinto hacia mi con esta imagen que cuando llevo peinados más tradicionales africanos o al natural.
¿Por ello usted misma recoge y trenza a veces su cabello?
Trenzarlo es conveniente porque, aunque tardemos horas en ello, una vez hecho, se mantiene el peinado durante semanas, sin esfuerzo...En cambio si lo llevo suelto tengo que dedicarle mucho tiempo cada día.
De todos modos, durante muchos años sucumbió al alisado.
Pues sí. Tengo dos hijos y cuando me quedé embarazada del primero decidí dejar de utilizar químicos para alisarlo. Hacía tiempo que quería dejar de hacerlo pero tenía miedo, y el embarazo me decidió. No quería dañar al feto con esas sustancias que pueden dejar secuelas. Pero además, quería que mis hijos me conocieran al natural, cómo soy y no enviarles un mensaje en negativo sobre el afro. Y dí el paso. Tuve que cortar mi cabello, no hay otra forma de quitar el alisado químico y recuperar tu cabello.
¿El título, ‘No me toques el pelo’ se refiere a ese gesto de tocar el cabello afro sin permiso, por curiosidad, y que a menudo violenta a la persona?
Sí, es algo muy común que te toquen el pelo y sé que las personas negras o afrodescendientes, sobre todo las que viven en países mayoritariamente blancos, se sienten interpeladas con este título; es también una invitación a que dejen de tocarlo.
¿La discriminación por el cabello difiere según el país?
Sí, al investigar para el libro descubrí algo interesante: en zonas de habla española como países latinoamericanos y caribeños existen formas muy detalladas de clasificar a las personas por motivos de raza y también hay más prejuicios y discriminación. En la República Dominicana se hablaba de categorías entre las personas racializadas, podías estar en lo más bajo de la lista, no por el color de la piel sino por la textura capilar más o menos africana. Allí se ven personas con tez muy blanca, pero con rasgos faciales y pelo africanos que son más estigmatizadas que aquellas con piel negra.