A sus 53 años y con tres nominaciones al Oscar bajo el brazo, Edward Harrison Norton se toma su tiempo antes de decirle que sí a un papel. Es dueño de una fortuna personal cercana a los 300 millones de dólares gracias a tempranas inversiones en empresas tecnológicas. Además, está felizmente casado con la productora canadiense Shauna Robertson desde hace una década, con la que tiene un hijo, Atlas, de nueve años.
El actor, natural de Boston, no ha vuelto a protagonizar una película desde que en el 2019 estrenó su segundo filme como director, Huérfanos de Brooklyn . Desde entonces, apenas se le ha visto en un papel de reparto en la maravillosa La crónica francesa de Wes Anderson, un realizador al que admira y del que no se ha perdido una sola película desde que en el 2012 participó en Moonrise kingdom . Lógicamente, también se le verá en Asteroid city , la nueva propuesta de ese director, que llegará a las salas antes de que concluya este año.
El intérprete está muy implicado en organizaciones benéficas relacionadas con el medio ambiente
Buena muestra de que Edward Norton elige cuidadosamente sus papeles es lo próximo que veremos del actor. Está a la espera de estreno la serie de Apple Extrapolations , en la que solo participó en un episodio y también cuenta en su elenco con Meryl Streep, Forest Whitaker y Marion Cotillard. Norton también participa en la secuela de Puñales por la espalda , que Netflix subirá a su plataforma el 23 de diciembre, y en la que solo ha quedado Daniel Craig del reparto original.
Que trabaje poco frente a las cámaras no implica que dedique su tiempo a tomar el sol junto a su piscina en la mansión de Malibú que adquirió en el 2017 por once millones de dólares o a mirar la tele en el ático que posee en el corazón del Greenwich Village, en Nueva York. El graduado de la prestigiosa Universidad de Yale suele participar intensamente en obras benéficas, como la Fundación para la Conservación de la Jungla Masái, en la que preside su división estadounidense. También es embajador de buena voluntad de las Naciones Unidas para la biodiversidad y forma parte del directorio de Enterprise Community Partners, una entidad sin fines de lucro fundada por su abuelo, el arquitecto James W. Rouse, quien hizo su fortuna diseñando centros comerciales y construyendo comunidades cerradas, en la que desarrolla viviendas asequibles para la población con bajos recursos.
Norton, junto a Bruce Willis en su segunda película como director
Tal vez por todo ello, cuando Norton recibió una invitación para dar una clase magistral en junio en la edición inaugural del Allora Fest, un evento dedicado a celebrar el cine, el arte y la música en Astuni, una idílica ciudad de Apulia, en Italia, no lo dudó ni un segundo. Durante una hora, y ante una audiencia mayoritariamente integrada por estudiantes de cine que habían llegado desde Roma, el actor y director se concentró en detallar lo que le costó llevar a cabo el proceso para concretar Huérfanos de Brooklyn , un proyecto en el que trabajó intensamente durante dos décadas.
Edward explicó que tras abandonar el proyecto en diferentes etapas de desarrollo en varias ocasiones, se dio cuenta de que si no la filmaba, no iba a poder quitarse esa historia de la cabeza. Dueño de una productora con la que realizó su primera película como director, Más que amigos , que coprotagonizó con Ben Stiller en el año 2000, Norton explicó cuán arduo fue reunir los 26 millones de dólares que costó, aun contando con actores tan comerciales para la gran pantalla como son Alec Baldwin, Bruce Willis y Willem Dafoe en el elenco: “Mucha gente cree que yo puedo poner en marcha todo lo que se me antoja y no es así. Fue muy complicado poder filmarla. Pero siempre es así. Me pasé ocho años tratando de filmar E l velo pintado con Naomi Watts”.
Norton trabaja en la secuela de 'Puñales por la espalda' que vuelve a protagonizar Daniel Craig
Edward Norton ganó el Globo de Oro por su primer papel en Las dos caras de la verdad , en 1996, por la que además obtuvo su primera nominación al Oscar. Según el actor, todo pasa por insistir hasta que las puertas se abran: “A mí me sorprende que Francis Ford Coppola se haya pasado 50 años tratando de hacer Megalopolis , la película que finalmente está por empezar. En el mejor momento de su carrera nadie quiso invertir en ella. Y ahora está poniendo su propio dinero, 100 millones de dólares, para poder hacerla. Hay que comprarle vino”, recomendó a los estudiantes sin ocultar su admiración, en la clase que dio en Apulia.
A la hora de darles recomendaciones, sugirió que trabajaran en proyectos pequeños: “Muchos de los que empezaron conmigo en el teatro en Nueva York lo hicieron así, como Mark Ruffalo, Sam Rockwell, Bobby Cannavale o Phillip Seymour Hoffman. Yo empecé un teatro en lo que era un centro cultural japonés en el que pusimos 60 asientos y montamos nuestras propias obras. Hoy esa compañía tiene tres teatros”, dijo en referencia a la Signature Theater Company, hoy una de las compañías teatrales más importantes de Manhattan.
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