Es una firme apuesta por el arte antirrealista. “Ni realista. Ni hiperrealista. Ni siquiera surrealista. Sino un compendio de visiones que aglutinan utopía, fantasía, distopia y surrealismo”, explica Gabriel Suárez, el curador perteneciente a una saga de joyeros que ha buscado y encontrado el brillo en otra parte. En Lucha de Gigantes, su propia factoría de arte. Una expresión de su devoción casi estratosférica por la creación que ha bautizado con el título de una de las canciones más icónicas de Antonio Vega. Con el permiso, claro, de La chica de ayer.
Porque, igual que el músico madrileño que siempre soñó con ser astrofísico (“Lucha de gigantes/ Convierte el aire en gas natural/ Un duelo salvaje advierte lo cerca que ando de entrar en un mundo descomunal/ Siento mi fragilidad”, arranca la canción), lo de Gabriel Suárez es un homenaje a la inmensidad. En su caso a la de la técnica, el talento, y la provocación irreverente y súper pop de un equipo de artistas plásticos autoproclamados antirrealistas.
Cuenta Suárez que con esta ya suma la quinta entrega y por lo tanto el quinto aniversario de su galería de arte distinta
Su equipo gigante llena ahora de mágica nostalgia y de tintes pop a todo color la sede ya permanente de la factoría madrileña en The Wild Bunch (un club privado de la zona alta de Barcelona donde solo pasan cosas realmente interesantes, siempre vinculadas con la cultura) con la muestra Aquellos años locos. Es un compendio de visiones muy particulares. Un grito para que “frenemos. Recordemos y celebremos nuestras raíces. Brindemos por nuestra infancia”, cuenta Suárez que con esta ya suma la quinta entrega y por lo tanto el quinto aniversario de su galería de arte distinta “La voluntad de este equipo es un proyecto sólido, ajeno a las modas pasajeras, que fusiona estilos con armonía y coherencia”.
Su grupo de titanes es tan eficiente como curioso y ecléctico. Conjuga juventud y experiencia. Suma estilos e influencias muy diversas que van del cómic hasta Hopper o recogen iconos de los ochenta y pasan por Hockney. Son, asegura Gabriel Suárez, los mejores creadores del momento en clave pop, los gigantes indiscutibles a día de hoy. Y si los más veteranos como Juan Cuellar, Illan Argüello y Oscar Seco sirven de inspiración a los más nuevos, los emergentes Sandra Rojo Picón, Iker Serrano, Jaime Sancorlo y Riccardo Nannini retan a los viejos para que no se duerman en los laureles.

'Hyde and seek' de Sandra Rojo Picón
Entretanto, y a caballo de esas dos generaciones otros gigantes como Daniel Sueiras, Lantomo y Nuno Raminhos marcan también su propio estilo. A todos les une una técnica brillante y su voluntad de recuperar al niño que llevamos dentro. “Como si jugásemos a Peter Pan”, explica Suárez, que junto a su equipo de pops rebeldes vuelve la mirada a los años ochenta. A esas tardes que se llenaban de risas y juegos al aire libre. Por eso Aquellos años locos nos traslada a mundos fantásticos de nuestro ayer. A la magia de Atreyu y el misterio de Darth Vader. A todas “ esas historias que nos hicieron luchar por un mundo mejor con Madonna, Michael Jackson o Freddy Mercury como banda sonora. Porque nos motivaron. Porque nos volvieron eternamente audaces”, resume