“El arte no se trata de lo que ves, sino de lo que haces sentir”, decía el pintor del movimiento expresionista Henri Matisse. La presentación de la nueva colección de la directora creativa Chemela Kamali para Chloé, el pasado febrero, fue una bocanada de aire fresco en el mundo de la moda. Los volantes, en cuellos, puños y escotes, inundaron de romanticismo la pasarela y este otoño vuelven a ser tendencia en prendas vaporosas que parecen danzar a nuestro paso.
Esta temporada los volantes vienen en cascada, aportando capas y generando volumen, en camisas, tops e incluso pantalones que se convierten en la pieza primordial del look. Sofisticación y versatilidad son sus grandes atributos, por eso cada maison los ha querido hacer suyos.
“El arte no se trata de lo que ves, sino de lo que haces sentir”
“Aunque actualmente es Chloé quien lleva la batuta de esta tendencia, hay otras firmas que siempre han apostado también por los volantes. Es el caso de la danesa Cecilie Bahnsen, que lleva ya varios años siendo la marca escandinava más deseada. Bahnsen dejó atrás el minimalismo de otras históricas firmas nórdicas, como ACNE o By Marlene Birger, para hacer del volumen una de las claves del Made in Denmark que tantas influencers han puesto en boga”, nos cuenta Joy Clemens, docente en la escuela londinense Central Saint Martins.
“Louis Vuitton aporta una estética de contrastes, con cazadoras y chalecos combinados con faldas de mucho vuelo; Carolina Herrera mantiene su ADN sumamente refinado con telas con estampado floral, Moschino recupera la esencia flamenca, y Burberry aporta una pincelada desaliñada a sus looks con vestidos en cascada”, expone Tatiana Barton, Fashion Buyer para Net-a-porter. Como complementos, en este portal de ventas de lujo apuestan por estilismos con botas hasta la rodilla, Mary- Janes, bolsos bandolera y joyería en oro.