Beatriz de York se ha convertido en uno de los miembros más queridos de la familia real británica. Hace unas semanas, la princesa anunciaba que estaba esperando su segundo hijo junto a su marido Edoardo Mapelli. Una feliz noticia para toda la familia, que ha vivido un año complicado marcado por las enfermedades del rey Carlos III y la princesa de Gales.
Esta semana, Beatriz ha asistido al cóctel de gala de la firma Estée Lauder en Londres, un evento donde ha presumido de curvas premamá con un elegante vestido que mezcla dos de los estilos del momento: el demure, que en español se podría traducir como recatado, y el coquette, el estilo chic marcado por los lazos.
La princesa ha optado por un diseño de la diseñadora Rebecca Vallance que se ajusta perfectamente a su silueta y que destaca por su manga corta abullonada, el elegante largo midi y tres lazos joya que marcan la diferencia. Beatriz ha hecho modificar el vestido original, puesto que estos lazos se combinan con dos aberturas en el escote.
Para seguir el concepto demure, la joven ha dejado solo una de las aberturas para no enseñar más de la cuenta. Un look que combina con unos salones joya de Roger Vivier, realizados en seda de color negro, y un bolso a juego, en concreto, el Pilgrim Buckle.
Un estilismo muy sofisticado que es toda una opción a tener en cuenta para Navidad y que la princesa lleva con su melena pelirroja con unas ondas marcadas, unos pendientes minimalistas y un maquillaje muy natural con la piel luminosa.
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