Todos los looks de la alfombra roja de los Goya

El recinto ferial de ­Valladolid desplegó ayer una imponente alfombra teñida de rosa para acoger la 38.ª edición de los premios Goya. La gala anual dedicada al cine español reunió a célebres rostros de la gran pantalla, desde iconos de antaño como la actriz Ana Belén, quien ejerció de maestra de ceremonias junto a Javier Ambrossi y Javier Calvo, hasta estrellas emergentes, como Amaia, al menos en su faceta frente a la cámara.

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Un séquito estelar, entre premiados e invitados, que desfiló con sus mejores galas pero que también decidió utilizar esta antesala para lanzar importantes mensajes de denuncia, pues este tipo de acontecimientos son en realidad un gran altavoz para visibilizar lacras sociales, como la desigualdad de género. En esta edición la denuncia más repetida se llevó a modo de pegatina y clamó por el alto al fuego en Gaza.

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La paleta de colores de esta antesala sorprendió al centrarse, casi en su totalidad, en tonos llamativos. Aunque siempre está presente en vestidos y esmoquins, el negro pasó a un segundo plano y dejó todo el protagonismo al pasional rojo que tiñó imponentes trajes con volumen y con colas quilométricas. 

Lo evidenciaron las propuestas de actrices como Belén Rueda y Blanca Romero. La primera impactó con un diseño de Valenzuela Atelier, que destacaba por su capa estructurada y su puntiagudo escote palabra de honor. La segunda, con una inspiración similar, optó por Isabel Sanchis y combinó el intenso rojo del diseño con unos labios a juego. 

Ellas, como otras artistas, han sucumbido a la tendencia que viene sucediéndose desde hace varios años en las alfombras rojas americanas: el estilo old Hollywood, que evoca a los elegantes trajes del cine clásico, ha ganado la partida a estéticas más excéntricas y de cuestionable distinción.

Sin embargo, de la misma manera que el derroche de glamur y sofisticación es un imprescindible en alfombra roja, también lo son las excentricidades y los looks que desafían los códigos convencionales. En este sentido, la cantante Amaia Romero supo arriesgar con un diseño de Sportmax repleto de nudos y aberturas en color crudo y la Dani, la primera persona no binaria en conseguir una nominación en los premios Goya, se arriesgó con un traje dos piezas blanco confeccionado a medida por Ángel Campano.

Conquistaron por su porte y elegancia actrices como Ana Rujas, con un vestido bicolor y con una elegante abertura firmado por Armani Privé, así como la gran estrella española de Hollywood Penélope Cruz, quien fiel a Chanel escogió un espectaculara vestido largo íntegramente bordado con rosas y fresas en tonos negro, rosa y azul de la colección de alta costura de la firma francesa. La estadounidense Sigourney Weaver dio el toque internacional a la velada y se posicionó como una de las mejores vestidas con un diseño verde de Thom Browne.

A pesar de que las grandes firmas del lujo siempre tienen representación en esta alfombra roja los Goya son desde siempre el mejor escaparate de la moda española y la artesanía local, como Pedro del Hierro, quien ha vestido a personalidades como José Coronado y Sara Sálamo o Alicia Rueda Atelier, que ha vestido a intérpretes como Ana Garcés e Inma Cuesta. 

Pero si ha despuntado una firma en esta edición sin duda ha sido la ecléctica y elegante Redondo Brand, que ha convertido a la actriz –y cantante– Ana Belén en una princesa de cuento y ha centrado todas las miradas en Aitana Sánchez-Gijón, enfundada en un solemne vestido rojo con rosas tridimensionales cosidas al pecho y los hombros.

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