Algunos dicen que los colores tendencia de una temporada son simplemente apuestas de empresas que no siempre pertenecen a la industria textil canónica. Otros creen con vehemencia en su capacidad para abrir diálogos sobre interpretaciones socioculturales que afectan a cualquier aspecto de la vida: desde la parte puramente económica hasta la diagnosis del estado emocional de todo un país.
En otras palabras, no es lo mismo que el color que predomine en las pasarelas sea el gris, a que lo haga el fucsia, el amarillo o el verde. Los sectores más agnósticos creen que todo forma parte de un plan oculto para incitar a la compra desenfrenada de nuevas prendas pero, según el libro Psicología del color: cómo actúan los colores sobre los sentimientos y la razón (Eva Heller, 2007) -y los estudios que lo respaldan-, existen cientos de mensajes ocultos tras toda una amplia gama de tonalidades.
Poniendo en balance algunos de los colores que han reinado este otoño-invierno 2021, así como analizando los que vendrán la próxima temporada primavera-verano 2022, la conclusión es bastante clara: la moda ha recuperado la alegría de vestir.
En tiempos de incertidumbre, de cansancio emocional, y de retrocesos, la industria textil busca recordar a todos sus consumidores que pueden -y deben- divertirse con la moda. Lo dicen los colores rojos, en tonalidades vivas, que se combinan con naranjas, una mezcla tan perfectamente imperfecta. Carolina Herrera, Erdem, Isabel Marant o Jacquemus han elevado este tono como el gran favorito de esta temporada.
Carolina Herrera, Erdem, Isabel Marant o Jacquemus apuestan por el rojo
El desconcertante amarillo, para algunos el color de la mala suerte y para otros el del optimismo, también se alza para reclamar el trono en la estación invernal. En modo neón o más cercano al mostaza, se entremezcla con el verde olivo o se dispone a llamar la atención en solitario.
El violeta es otra de las tonalidades que sigue -y seguirá- llenando de color los armarios neutros y deprimidos. Si en 2021 triunfó en tono pastel, este 2022 sube de graduación acercándose a tonalidades más vibrantes como el púrpura o magenta. Gucci, por ejemplo, elevó el glamour italiano e hizo de este color su nuevo fetiche. Prueba de ello fue una impresionante Lady Gaga ataviada con un etéreo vestido morado cuyas mangas dramáticas no dejó de lanzar al aire para otorgarles, si eso era posible, un efecto todavía más letal.
Si en 2021 triunfó en tono pastel, este 2022 sube de graduación
Por último, el azul ahora es más eléctrico, metálico y vibrante. Se combina con el naranja, atreviéndose a mezclar incluso texturas, tejidos y estampados en un mismo look.
Fotógrafa y estilismo: Christina Kapongo. Artist manager: Eve Puertolas. Maquillaje: Estrella Eslorduy con Dior Beauty, Extensionmania y I.C.O.N. ModeIo: Michelle Ichofe, Mad Models Management. Asistente estilismo: Paula Cerveró. Retoque fotografía: Dani Ciprian