Recordando a César Ritz en el corazón de Barcelona

Con historia

El Palace conmemora el 175 aniversario de la muerte de su fundador con una experiencia en una de sus mejores suites

Art Suite Cesar Ritz, la habitación que el Palace Barcelona dedica a su fundador

Art Suite Cesar Ritz, la habitación que el Palace Barcelona dedica a su fundador

El Palace Barcelona

El Ritz es un nombre muy conocido en el mundo de la hotelería, todavía hoy The Ritz-Carlton es una prestigiosa marca de hoteles de lujo reconocida internacionalmente por su excelente servicio, pero también es el apellido del que está considerado el padre de la hostelería moderna. César Ritz nació el 23 de febrero de 1850, en Niederwald (Suiza). Fue el decimotercer hijo de una pareja de campesinos, así que no disponían de muchos recursos, sin embargo sus padres decidieron enviarlo a estudiar a internado jesuita en Sion, allí aprendió alemán, francés e inglés, idiomas que le servirían más adelante. No fue un buen estudiante, por lo que su padre le buscó un empleo como aprendiz de camarero en el hotel Couronnes et Poste, en la ciudad de Brig. No duró mucho, fue despedido, según cuentan porque tenía pocas habilidades. 

Empezó aquí su periplo viajero, se marchó a París, en el año 1867. La ciudad se preparaba para celebrar la Exposición Universal, era el momento perfecto para conocer la ciudad y el trabaja era abundante, de estea manera empezó de aprendiz de camarero en el restaurante del hotel De la Fidélité, y fue ascendiendo gracias a sus buenas aptitudes hasta conseguir un empleo la Casa Voisin, uno de los restaurantes más prestigiosos de la ciudad. Allí aprendió los modales y las preferencias de la clase alta parisina, tenía una excelente memoria,  y recordaba lo que le gustaba a cada cliente, lo que le hizo sobresalir. Pero llegó la guerra franco-prusiana y tuvo que regresar a casa de sus padres. En 1871 volvió a París para ser camarero en el restaurante del hotel Splendide, uno de los más lujosos de la ciudad.

César Ritz en 1897

César Ritz en 1897

Wikimedia Commons

Y de una Exposición Universal a otra, se marchó a Viena en 1873. Con sus conocimientos no le costó encontrar trabajo en el exclusivo restaurante Les Trois Frères Provençaux, donde acudía buena parte de la realeza europea, allí conoció al príncipe de Gales, el futuro Eduardo VII, que se convertiría en uno de sus principales valedores.

Finalizada la Exposición Universal, se trasladó a la Costa Azul, al lugar donde la alta sociedad europea pasaba el invierno. En 1878, tras una temporada trabajando como maître en el Gran Hotel Locarno, le llegó su gran oportunidad. Max Pfyffer, propietario del Gran Hotel Nacional de Lucerna, le ofreció el puesto de director del establecimiento a la edad de 25 años, lo que le supuso su gran salto profesional. En el establecimiento desplegó todo su ingenio e introdujo la restauración como algo novedoso en la época. Once años después, César cambió de establecimiento para dirigir el Hotel de Provence en Cannes y el Minerva de Baden Baden. 

El 1 de junio de 1898, en el número 15 de la Place Vendôme de París, se hizo realidad el sueño de César: inaugurar el hotel Ritz

En 1889 le ofrecieron dirigir un novísimo hotel, el Savoy de Londres, junto con el chef Auguste Escoffier. Transformó el hotel hasta conseguir la excelencia gastronómica y un servicio de lujo adorado por toda la alta sociedad. Diez años después fue despedido, aunque Ritz ya estaba atareado otro proyecto en colaboración con el chef Escoffier. 

El 1 de junio de 1898, en el número 15 de la Place Vendôme de París, se hizo realidad el sueño de César: inaugurar el hotel Ritz. Doscientas diez habitaciones. Todas espaciosas y luminosas, con luz eléctrica, cuarto de baño y teléfono. Él tenía muy claro la forma en qué debían tratar a los huéspedes, su máxima era “el cliente nunca se equivoca”, al que añadió un servicio personalizado con la información que disponía de los huéspedes para mejorara su estancia. Fue todo un éxito, ricos, aristócratas, artistas, escritores… todos querían ver y ser vistos en el hotel. El éxito del Ritz en París llevó a César a expandir su negocio a otras ciudades. Murió el 26 de octubre de 1918 a la edad de 68 años, sin poder ver el Ritz de Barcelona.

La Art Suite Cesar Ritz en tonos dorados y  blancos, imagen de otra épcoa

La Art Suite Cesar Ritz en tonos dorados y blancos, imagen de otra época

El Palace Barcelona

El Palace lo celebra

Este mes de febrero se han cumplido 175 años de su nacimiento, y para celebrar tal efeméride, el Palace de Barcelona le quiere rendir homenaje a su fundador con una experiencia de lujo en la Art Suite César Ritz. Una habitación de 150 m2, con dos dormitorios separados por un salón-comedor, de paredes de color perla que combina con toques rojos y marcos dorados como símbolo de nobleza, poder y belleza. Con sillería se ha teñido con auténtico pan de oro. Piezas de decoración antiguas, muebles estilo Luis XVI, cortinajes exuberantes y telas de altísima calidad completan una atmósfera en la que el lujo está presente en cada detalle, tal y como había ideado su fundador. 

La estancia conserva uno de los pocos baños romanos con el mosaico creado por César. La experiencia se complementa con champán, flores, café por la mañana, el servicio de un personal shopper en Santa Eulàlia, acceso al museo de arte contemporáneo Moco y un taller olfativo exclusivo en Carner Barcelona.

Restaurante Amar en El Palace Barcelona

Restaurante Amar en El Palace Barcelona

@Carlos Garralaga

Para los que no se hospeden en el hotel, Rafa Zafra y Gonzalo Hernández han creado un menú especial que recuerda a los de finales del siglo XIX en el restaurante Amar disponible hasta agosto. Así se puede degustar la tartaleta de centolla y el cóctel clásico de gambas con salsa rosa, merluza de pincho a la meunière y el solomillo Rossini, de postre soufflé de chocolate, seguido de petit fours. 

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