Al entrar en el lobby del lujoso hotel Radisson Collection de Bilbao, nos invaden recuerdos de tardes de paseo y noches de baile que no hemos vivido pero que tantas veces hemos visto en imágenes de mujeres llevando soberbios vestidos en aquellas lujosas fiestas de las décadas de los años cincuenta y sesenta. En este hall, como si de un museo se tratara, el visitante pasea admirando las formas geométricas y arquitectónicas con líneas depuradas y cortes al bies por las que apostó el diseñador de alta costura Cristóbal Balenciaga, trajes que han sido magistralmente captados para la exposición Mirar y pensar Balenciaga por la lente experta del fotógrafo Manuel Outumuro, con treinta años de reconocida trayectoria. Unas imágenes que acercan ahora la obra del modisto vasco a huéspedes y visitantes.
Se trata de una colaboración, enmarcada en las Art Series de Radisson Collection, que fusiona arte, moda y gastronomía y en la que ambas marcas persiguen rendir un nuevo homenaje al legendario diseñador vasco.
Radisson Collection fusiona arte, moda y gastronomía en honor al modisto vasco
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El hotel Radisson Collection de Bilbao ha creado un menú especial Cristóbal
La experiencia continúa en el bar clandestino situado en la azotea del hotel, con unas impresionantes vistas a la Gran Vía bilbaína, donde se sirven los cinco cócteles exclusivos que reinterpretan las siluetas icónicas del couturier: Semi Fitted 1951, Balloon 1952, Tunic 1955, Sack 1957 y Baby Doll 1958. Una invitación para que los comensales se sumerjan en su mundo a través de singulares sabores.
La siguiente propuesta es disfrutar del menú Cristóbal, elaborado por Eneko Atxa, el chef con tres estrellas Michelin, para el restaurante Eneko Basque Bilbao, ubicado en la séptima planta del hotel. Una propuesta culinaria compuesta por cinco pases inspirados en la vida y el arte del diseñador Balenciaga. El primero de ellos se llama Getaria–txipirón Pelayo– y hace referencia al chipirón, un símbolo del mar vasco, que se convierte en el primer protagonista transportándonos a los orígenes del modisto.
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Propuesta culinaira de cinco pases inspirados en el diseñador elaborado por Eneko Atxa
Le sigue Belleza –quisquillas, aceite esencial y flores–, una celebración de la estética y la elegancia con el objetivo de recordar que la belleza, un concepto central en la obra de Balenciaga, se encuentra en los detalles. El tercer pase es Volumen y forma –tartar y gelée vegetal–, inspirado en las escultóricas formas de las creaciones de Balenciaga. Este sugiere al comensal explorar cómo la gastronomía, al igual que la moda, puede transformar ingredientes simples en obras maestras visuales y sensoriales. Le sigue La tela –sedosas cocochas–, que pone el foco en el tejido como un punto de partida en las obras de Balenciaga y lo hace empleando las kokotxas como símbolo de la tradición culinaria vasca y evocando la suavidad de los tejidos que el modisto utilizaba.
Por último, el postre, Getaria-París-Getaria –pan brioche y helado de leche de caserío–, combina elementos procedentes de Getaria y de París, un pintoresco pueblo de pescadores y una de las capitales más emblemáticas del mundo que han compartido al que sin duda ha sido uno de los diseñadores de moda más influyentes de la historia. Este menú, elaborado para reflejar la elegancia y la precisión que caracterizaban al diseñador, se podrá disfrutar hasta el sábado 21 de diciembre.