Una de las ilusiones de Bigas Luna era “que la gente pudiese comer mi trabajo, como ocurre con el del cocinero”, explicaba. Este año se cumple el décimo aniversario de la muerte de un cineasta que aconsejaba: “No comas nada que no sepas lo que es, de dónde viene y qué contiene” y que se volcó en conocer en profundidad todo lo que consumía, desde el agua hasta el chocolate, que era lo primero y lo último que tomaba cada día.
Su hija, Betty Bigas, lo recuerda como un pionero: “Hace 20 años no había tiendas totalmente orgánicas y ecológicas. Él montó un huerto, con burros y gallinas, y fue aprendiendo; recorrió toda España buscando los mejores productores y productos”. La filosofía vital del cineasta se construía con lo que él denominaba “los tres fluidos”: sangre, leche y agua, o dicho de otro modo, el corazón como motor de la vida, el primer alimento como humanos y el líquido esencial.
Verduras tradicionales
Horta de Tramuntana
Estos huertanos ubicados en los Aiguamolls de l’Empordà son defensores de las semillas tradicionales y el cuidado ecológico de la huerta. Cultivan variedades antiguas para que las verduras y las hortalizas tengan las mejores propiedades nutritivas. Su tipo de agricultura, muy diversificada, incluye una buena variedad de tomates. Bigas proponía comerlos empapándose antes de los aromas de la tomatera, frescos, cortado en gajos y con aceite y sal como mucho.
El cineasta y hortelano también nos urgía: “Toca por lo menos una vez a la semana la tierra. Piensa que todo lo que comes sale de ella. Y dale las gracias”. Él mismo, cuando rodaba varios días en entornos urbanos, “siempre encontraba el momento para escaparse al campo y mancharse las manos”, recuerda Betty Bigas.
El pecado
Original Beans
Marca de referencia en chocolate por su excelencia gastronómica y su cultivo 100% regenerativo, ya que siembra o preserva un árbol por cada barra de chocolate que vende. El propio Bigas Luna pensaba dedicar un proyecto al cultivo de cacao orgánico, y le gustaba tanto que llamó a su tienda de productos ecológicos Pan Vino y Chocolate. Decía que el pan representa lo básico; el vino, lo lúdico, y el chocolate, el pecado.
Esta apuesta por el retorno a la tierra y a las materias primas originales que formaba parte de la filosofía de Bigas Luna entronca con el proyecto CoCo Sapiens, que toma como ejemplo y faro al director de cine para construir lo que ellos denominan “una comunidad de consumidores conscientes”. Esta joven organización sin ánimo de lucro quiere poner en valor y dar visibilidad a productores comprometidos con lo que hoy sería la champions league de los estándares más altos en cuanto a sostenibilidad, salud (humana, animal y vegetal), calidad gastronómica y compromiso social.
Animales felices
Cal Tomàs
Bigas decía que si comías carne, que fuera de animales felices, como las vacas de pasto de Cal Tomàs, que desde hace más de 100 años elabora embutidos de calidad y cría
ternera y vaca ecológica en el Pallars Jussà.
Solo en Europa hay 450 tipos sellos que certifican diferentes características relacionadas con distintos aspectos de la producción ecológica, un maremágnum que más que informar provoca desinformación en el consumidor. Los promotores de esta iniciativa, Xavi Sala Bufill (41 años) y Lucas León (39), proponen huir del ruido y la confusión generada entre las opciones de “lo verde”, sostenible, ecológico, vegano, plant-based..., y que el punto de partida sea una auténtica conexión con la naturaleza y la tierra. Es lo que ellos llaman el “color marrón”. Buena producción real y comprobable y no marketing ligado a lo verde o greenwashing.
No comas nada que tu abuela no pudiera entender como comida”
“Porque si el consumidor no tiene información de lo que come ni conocimiento de cómo se produce la agricultura, la ganadería y la pesca, no tiene capacidad decisión. No hay soluciones milagrosas, pero el desconocimiento empodera a las grandes marcas”, explica Xavi Sala, ecologista precoz que siendo aún un niño tenía El horticultor autosuficiente, de John Seymour, de libro de cabecera. Fue chef, tuvo un restaurante ecológico y hoy tiene su propio huerto para autoconsumo.
Un aceite de altura
Altitud 1080 m
“Coger aceitunas del olivo es algo que me sorprendió la primera vez que lo hice. Coger uva es algo festivo, alegre, erótico, como el vino; con la aceituna la sensación es mucho más tranquila y sensual, como el aceite”, decía Bigas Luna. Las parcelas de Altitud 1080 están en Sierra Nevada, entre 950 y 1.100 metros de altitud, algo poco habitual en Andalucía. La diferencia térmica y los vientos de altura dan lugar a un aceite ecológico único.
CoCo Sapiens está en fase de revisar los estándares con gente del sector agropecuario y pesquero, científicos y agrónomos externos y ya cuenta con productores que han firmado un contrato compromiso para seguir trabajando en la buena alimentación, ética, sana y sostenible. Es una tarea ingente, porque, como explica Sala, quieren tener en cuenta “todas las posibilidades éticas que rodean la producción y comercialización de los alimentos”. Desde, por ejemplo, poner en valor formas de pesca tradicionales que no pasen por el arrastre, favorecer el consumo de fruta que no haya sido recogida en verde o almacenada, penalizar el derroche y comprometerse en la igualdad de género hasta los embalajes ecológicos.
100% ibérico
Dehesa Maladúa
Las piaras de cerdo ibérico de ganadería ecológica certificada de Jamones Ecológicos de Jabugo, también conocida como Dehesa Maladúa, viven libres todo el año en el parque natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche (Huelva), un ecosistema de dehesas de encinas, alcornoques y quejigos declarado reserva de la biosfera de la Unesco. Esta empresa familiar es pionera en la producción certificada ecológica (bio) de jamón ibérico de bellota y otros productos del cerdo ibérico puro. Sus jamones Manchado de Jabugo han sido reconocidos los mejores del mundo en varias ocasiones.
También han puesto en marcha un proyecto con chefs de prestigio para que propongan recetas que no superen los dos euros de coste, porque “el problema de la buena alimentación no es solo el precio sino también cómo gestionar la economía familiar. Siempre es preferible comer más frescos y menos procesados, aunque tengan certificación. Porque no tiene nada que ver una lasaña industrial hecha con calabacín ecológico con elaborarla en casa”.
CoCo Sapiens también se inspira en las cenas que organizaba Bigas Luna para dar a conocer los mejores alimentos de calidad y dar voz a quienes los producen. Ya ha organizado la primera, en la que se pudo ver y oír al cineasta gracias a vídeos inéditos en los que el biófilo director de cine se registraba a sí mismo con uno de sus primeros móviles. En ellos deja testamento de sus ideales con frases contundentes: “No comas nada que tu abuela no pudiera entender como comida”. “Come solo huevos de gallinas felices (…) y si comes carne, asegúrate de que han vivido al aire libre y con una vida digna”.
Bigas Luna dejó un gran legado cinematográfico, pero también libros y exposiciones, como Ingestum, en el IVAM (2008), que plantaron una semilla que él quería ir regando para inspirar y contribuir a mejorar la vida de las personas: “Es el deseo de revisar todos los rituales y símbolos vinculados a la alimentación y de potenciar la sensualidad que puede proporcionar el acto de comer. El deseo de aportar energía y nuevos puntos de vista, sin olvidar que aún hoy, en nuestro planeta, hay muchísima gente que carece de medios para alimentarse dignamente”.
Menos conocida es su obra plástica, aunque antes de su primer largometraje, Tatuaje (1976), ya había expuesto en varias ciudades españolas, Londres y Turín. Muchas de sus pinturas están hechas con semillas, con tierra, con vegetales... como la que se verá a partir del 29 de noviembre en Naturalezas infinitas, en el Reial Cercle Artístic de Barcelona, como parte del Festival Internacional de Arte y Sostenibilidad de Catalunya. O en la muestra que presenta el Centro de Arte Contemporáneo de Aínsa-Sobrarbe.