La literatura de viajes es uno de los géneros más fascinantes para aquellas personas con espíritu aventurero a las que les gusta adentrarse en paisajes y culturas de diferentes épocas y lugares del mundo. La lista de referentes es larguísima: desde Ulises regresando a su patria, Ítaca, en la Odisea de Homero hasta los Paseos por Roma de Stendhal, pasando por las anotaciones científicas a bordo del Beagle de Charles Darwin o el viaje de nueve meses por el Nilo de Gustave Flaubert.
Tradicionalmente, la figura del viajero o explorador se ha asociado a la de un hombre blanco, con una posición económica acomodada y buena educación, lo que ha generado la falsa idea de que las mujeres no han protagonizado este tipo de epopeyas. Pero nada más lejos de la realidad. Ya en el siglo IV, la noble gallega Egeria viajó desde la actual Galicia por todo Oriente en busca de los lugares bíblicos hasta Jerusalén. Durante el itinerario redactó una serie de crónicas o cartas detallando los monasterios y santuarios que iba encontrando en lo que hoy se considera el primer libro español de viajes.
Las mujeres, por tanto, han viajado sola desde épocas remotas, y cada vez son más las que se deciden a hacer la maleta. En el caso de España, se ha posicionado como como el tercer país del mundo con mayor número de mujeres que viajan por su cuenta, únicamente por detrás de Estados Unidos y Reino Unido, según datos de la compañía tecnológica de viajes Kiwi. Pero hay una tendencia que también se impone con fuerza, y es la de hacer turismo en solitario, pero en compañía.
Nuevos perfiles
Sus clientas son desde jóvenes de la generación Z hasta mujeres de 70 años que deciden concederse una vivencia especial
Podría parecer una contradicción, pero a veces, aun teniendo el tiempo y el dinero, hay mujeres a las que le abruma la sensación de que todo dependa de ellas -la búsqueda de vuelos, alojamientos, actividades, restaurantes puede llegar a ser exhausta. O que tienen reparos a la hora de visitar lugares en los que no hay suficientes garantías de seguridad para una mujer. O bien que no encuentran con quién ir. Sea cual sea el motivo, los viajes solas, pero acompañadas, consiste en unirse individualmente a un grupo de mujeres para recorrer mundo juntas y compartir experiencias.
Internet y las redes sociales han facilitado enormemente la proliferación de aplicaciones y plataformas con guías y consejos de otras viajeras, así como agencias en línea con servicios dirigidos exclusivamente a ellas. El perfil de sus clientas abarca desde jóvenes de la generación Z hasta mujeres de 70 años que deciden que ya va siendo hora de concederse una vivencia especial. Algunas acaban de atravesar un momento crítico en su vida, como una enfermedad, la muerte de un ser querido o una separación o divorcio. Otras, simplemente, quieren encontrar compañeras de viaje con inquietudes similares. Y también hay grupos de amigas que acuden sin sus parejas.
Estas agencias, normalmente, están fundadas y lideradas por mujeres con una amplia experiencia recorriendo mundo; algunas, incluso, se han conocido viajando. Y cuentan con guías y acompañantes bien conocedoras del territorio que se visita, bien sea porque están allí afincadas o porque lo han visitado en numerosas ocasiones. Tampoco reproducen viajes turísticos al uso, sino que basan su oferta en actividades personalizadas en grupos reducidos.
En 2020, un estudio del operador de viajes en línea Booking.com revelaba que el 31 % de las mujeres que viajan buscan sumergirse en la cultura y las costumbres locales. La sostenibilidad del planeta y la igualdad de género son también una constante en este tipo de trayectos, así como la sororidad. En ocasiones, es indudable que las mujeres que viajan tienen una situación de privilegio respecto a sus compañeras en el país de destino, por eso las agencias suelen reservar momentos dentro del itinerario para conocer y apoyar proyectos que ponen el foco en otras mujeres -tiendas, restaurantes, por ejemplo- y que contribuyen a su independencia económica.
Agencias de viaje solo para ellas
Focus on women
Fundada en 2009 por Alice Fauveau, “viajera empedernida”, como ella misma se define, es una agencia de viajes que visibiliza la cultura femenina a través de experiencias de lujo para pequeños grupos, acompañados por cicerones como la periodista Rosa María Calaf. Alejada de los circuitos turísticos, la empresa, comprometida con los ODS, organiza encuentros con mujeres que explican la realidad femenina en su país. La oferta abarca todos los continentes (incluso vuelta al mundo) y se realizan acciones para compensar el impacto medioambiental de los viajes.
Rumboviajeras
Izaskun y Tamara son dos almas libres que se conocieron haciendo un trekking en Perú hasta el Machu Picchu. Para ellas, viajar no es un hobby, sino una forma de vida en la que la persona está en constante evolución. Diseñan rutas de la mano de guías locales para fomentar la economía de países más empobrecidos, objetivo que también potencian con obras sociales de forma altruista. Los viajes, que pueden ser para grupos pero también a medida, incluyen extras como clases de yoga o cursos de empoderamiento. Este verano los destinos previstos son Turquía, India, Gambia y Senegal, el Camino de Santiago y Perú.
Tacones Viajeros
Elma y Patricia se conocieron hace 15 años en Barcelona, se hicieron amigas inseparables y desde entonces viajan juntas, sin sus parejas ni sus hijos. La agencia tiene una oferta de destinos realmente amplia -Egipto, Marruecos, Grecia, Francia, Costa Rica, etc.-, pero el objetivo es el mismo: recorrer lugares de forma divertida y segura con grupos de mujeres inspiradoras respetando las tradiciones y la naturaleza de cada lugar.
Mdjem
Psicóloga, madre de cuatro hijas, organizadora nata, apasionada del baile, viajera de corazón, incansable buscadora de lo diferente y amante del cambio. Así se define Belén Orive, la fundadora de esta iniciativa que brinda a las mujeres la oportunidad de experimentar el ritmo de la música abrobeat al tiempo que realizan una inmersión en la cultura local y practican danzas africanas modernas en Camerún. Además, apuesta por establecer vínculos con pequeñas empresas locales para contribuir a su economía. Los viajes están pensados principalmente para mujeres, pero también pueden estar abiertos a grupos mixtos.