Imagine una mesa que cobra vida propia. Un mesa en la que todo puede pasar, que participa en la experiencia gastronómica del mismo modo que lo hacen la vajilla, los cubiertos o las copas. Así es la Table M#01 ideada por la diseñadora de interiores Merche Alcalá, del Estudio mA Barcelona, en colaboración con el equipo del restaurante Disfrutar, que –tras años de pruebas- ahora la alberga en su sala de creatividad poniéndola a disposición de cuatro comensales por un precio un poco superior al habitual.
En la M#01 del restaurante Disfrutar el cliente ve una mesa cuadriculada, sin mantel. Cuando se sienta, empieza la ceremonia. Las elaboraciones van apareciendo de los diferentes cajones, que se van incrustando completos, mostrando lentamente un despliegue de petit-fours.
La primera vez, mucha gente se emociona por el concepto, las sensaciones y emociones que transmite
“La primera vez que se vive la experiencia, mucha gente se emociona”, explica Oriol Castro, copropietario de este restaurante barcelonés junto a Eduard Xatruch y Mateu Casañas. “Es el concepto, las sensaciones y emociones que transmite”.
Cajones repletos de tesoros
Un collage de sensaciones
El espectáculo arranca con el sonido de un piano sutil de fondo. Pronto, con la música in crescendo y la narración del cocinero sobre cómo descubrieron esta mesa, de ella comienzan a desplegarse cajones repletos de tesoros. Petit-fours que representan semillas, germinados y ramas y que van conformando un jardín integrado por bombones, malvaliscos, coctelés líquidos, macarons, tubos de pomada de yuzu líquido o frutas frescas.
“Conceptualizamos la naturaleza y sus texturas a través de los petit-fours. El agua, las flores, las plantas… Esta mesa queda como un collage de colores, texturas, sensaciones y volúmenes. Nunca una mesa se había transformado de esta forma. Es mágica”, detalla Oriol Castro.
La idea de crear la Table M#01 surgió en 2017, un día que Alcalá estaba comiendo en el restaurante y decidió hacer a los cocineros su propia propuesta. A Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas el proyecto les encantó y Alcalá decidió poner en marcha un prototipo con azulejos.
Es un lego, con una estructura magnética para que los cocineros puedan esconder y retirar lo que quieran
“Hubo algunos parones, pero a la tercera modificación espacial, cuando se decidió ubicar en la sala de creatividad, decidimos construir un prototipo de madera”. Alcalá quería crearla lo más funcional posible: “Es un lego. Convertí toda la mesa en una estructura magnética para que los cocineros pudieran esconder y retirar lo que quisieran”.
Con la llegada de la covid-19 el proyecto quedó en silencio y luego todo se aceleró. “Después de trastear mucho con ella, fue durante el confinamiento cuando ideamos cómo darle uso. Queríamos trabajar mucho la parte gastronómica para que todo tuviera sentido y no fuera un espectáculo sin más”, relata Oriol Castro.
“Nuestra primera intención -sigue explicando el copropietario de Disfrutar- fue hacer un menú adaptado a la mesa, pero como en Disfrutar ofrecemos menús muy largos, enseguida vimos que después perdería su gracia y que sería todo demasiado previsible. Finalmente optamos por mostrar la magia de la mesa en un momento determinado del menú. A día de hoy el momento escogido es el de los cafés y petit-fours”.
En el restaurante Disfrutar, ahora la Table M#01 se ha convertido en “la caja de los petit fours”, como explica Alcalá, pero las posibilidades son infinitas. La diseñadora también quiere recordar que aunque esta mesa ha nacido en colaboración con restaurante no es una exclusividad de este. “Podría acabar en otros establecimientos”, concluye.