Dos mujeres están a punto de cruzarse en la escalinata teñida del verde salvaje de la hiedra. La estampa es fascinante porque apenas las separa un metro de distancia y 200 años de antigüedad. ¿Qué son 200 años de antigüedad? La joven que baja va vestida de negro, con una blusa de manga corta, el brazo izquierdo en reposo, en el derecho sujeta el móvil.
La joven del pasado (foto inferior) luce una túnica finísima de mármol, elegante con vuelo y sin mangas, claramente Made in Italy. En su brazo izquierdo, en posición idéntica a la de la chica de negro, lleva enroscada una serpiente amansada. El brazo derecho lo debió perder en algún momento de su vida. Ha llovido mucho desde el Neoclásico.
Cuando ambas se cruzan no se miran. La joven anda enfrascada en la pantalla y la estatua, desde su pedestal forrado con plantas trepadoras, sólo tiene ojos para la brisa que peina las olas. Tierra montaña, fuentes, cascadas, pinos y cipreses y el mar como escape, como vecino perfecto.
Shakespeare hablaba en sus dramas de jardines amurallados por el mar o de altas paredes en Romeo y Julieta. Tarantino eligió un jardín zen y nevado para que Black Mamba le rebanara la cabellera a O-Ren Ishii en Kill Bill Vol. 1. Jardines colgantes para disfrutar. Jardines laberínticos que sazonan el día con un poco de misterio. Esculpidos o salvajes. Todos ellos patrimonio cultural, ejemplo de sostenibilidad y de lucha contra el cambio climático.
El 26 de abril es el primer Día de los Jardines Europeos Históricos y tal vez no haya mejor escenario para celebrarlo que el de los de Santa Clotilde, en Lloret de Mar, donde hace unos meses nació la idea de crear una red continental de jardines patrimoniales auspiciada por el Consejo de Europa.
La iniciativa tiene el sello del Consejo de Europa y ha florecido en poco tiempo y con vigor, con 31 monumentos botánicos y florales de España, Portugal, Polonia, Alemania, Italia o Georgia en una ruta a la que en breve se podrían adherir jardines de Francia y Grecia y, tal vez, el Reino Unido, con unos rosaledas y umbrías impresionantes que, por el Brexit, ya no forman parte de la Unión Europea.
“Los jardines de Santa Clotilde son probablemente la mejor pieza de jardinería catalana contemporánea”, escribió el insigne arquitecto Manuel Ribas i Piera en 2009. Fue este gran urbanista quien documentó que el jardín de la familia Roviralta durante décadas, y ahora de propiedad pública, fue diseñado por Nicolau M. Rubió i Tudurí, el referente indiscutible del paisajismo en Catalunya.
Rubió fue alumno del francés Jean Claude Nicolas Forestier. Ambos son los impulsores del ajardinamiento de la montaña de Montjuïc en Barcelona. Forestier, es el autor de los jardines del Campo de Marte,a los pies de la torre Eiffel, o de paseo del Prado en La Habana.
Ambos son los impulsores del ajardinamiento de la montaña de Montjuïc en Barcelona. Forestier, es el autor de los jardines del Campo de Marte,a los pies de la torre Eiffel, o de paseo del Prado en La Habana.Así, la maestría de Rubió, combinada con el Marqués de Roviralta, ayudado por Domènec Carles y la escultora Maria Llimona moldearon lo que, en esencia, se ve un siglo después. Fue, de hecho, en 1921 cuando empezó la plantación de pinos y cipreses.
Vistas envidiables
El jardín linda con el mar, pero no tiene vistas a la masificación urbanística de Lloret, sino a una costa virgen que llega hasta la desembocadura del río Tordera
El jardín linda con el mar, pero no tiene vistas a la masificación urbanística de Lloret, sino a una costa virgen que llega a la desembocadura del río Tordera. Su estructura es la de una montaña rusa. A cada pocos pasos, cambia la perspectiva, trazada por las escalinatas forradas con la hiedra (una característica marca registrada de la casa).
Otros elementos clave son las esculturas que el marqués adquirió en sus viajes a Italia, su lecho de agapantos que florecerá en breve y el estanque con catarata vigilados por las estatuas neoclásicas, las sirenas y las melusinas, sirenas con dos colas y, a veces, dos alas, que guardan el estanque con catarata.
“Este es un jardín arquitectónico, no botánico. Siendo relativamente pequeño y limitado en sus especies botánicas, tiene una estructura especial y el mar. Hay muy pocos jardines históricos así. Este es un espacio de olores, colores y tranquilidad”, define Anna Fuentes, directora de patrimonio del ayuntamiento de Lloret.
La idea de crear una red europea nació de la soledad que sentían los distintos jardines europeos. Lloret, explica Fuentes, estaba ya adscrita a una red similar de cementerios singulares. Y esa fue la chispa. “La iniciativa surgió de Lloret de Mar, los jardines de Aranjuez se añadieron enseguida y también el Laboratorio de Turismo Cultural de la Universitat de Barcelona”, recuerda.
Libro de visitas
Onassis, Franco, ¿Mussolini?
El día de la visita de 'Magazine', los jardines de Santa Clotilde están relativamente animados. El Ayuntamiento los abrió al público en 2006 después de un plan parcial urbanístico en los que los herederos del marqués de Roviralta cedieron los jardines a cambio de otros terrenos adjuntos. La historia de santa Clotilde se remonta a 1918 cuando Raül Roviralta Astoul (1892-1979), que luego sería marqués pontificio de Roviralta y Santa Clotilde (y bisabuelo de Pocholo Martínez Bordiú), compró siete parcelas de viñedos para edificar una casa con jardines. Con el paso de las generaciones, la familia se emparentó con los Martinez-Bordiú, la familia política de la única hija del dictador Franco, que fue un invitado habitual a este paraje. Igual que Aristóteles Onassis, el magnate griego. ¿Visitó Mussolini alguna vez los jardines? No es probable, las fechas no parece encajar pero forman parte de una leyenda que nunca se ha verificado...
En la lista de asociados españoles figuran, además de los citados, los jardines de La Alhambra, el Parc Samà de Cambrils y los espectaculares jardines Raixa de Bunyola, en Mallorca. Entre las estrellas de la ruta europea, los de Bóboli en Florencia, Villa de l’Este, cerca de Roma, Montserrate, en Portugal o Herrenhausen, en Hannover, Alemania, que cuenta con un presupuesto anual de 25 millones de euros. “El nuestro es de 42.000…”, confirma con una sonrisa Fuentes.
Lo cierto es que no hay dos jardines iguales y los socios aprecian la diversidad respecto a los estilos, la monumentalidad o la atmósfera que crean cada uno. En los jardines de Santa Clotilde la grandiosidad se enreda con la intimidad de las sombras que dibujan los pinos y cipreses y el horizonte del mar. El visitante también dibuja una sonrisa al imaginar todas las peleas en las que se han metido las estatuas y bustos.
Narices desviadas, narices rotas o arrancadas, brazos partidos. Algunas están casi perfectas, por supuesto sin arrugas y con una sonrisa de superioridad desdeñosa. Y se entiende. Siempre tan bien peinadas. A la estatua de la joven de la escalinata parece escapársele una mueca cuando ve que los jardineros le están embelleciendo su entorno. Los jardineros trabajan tranquilos. Saben que la serpiente es inofensiva. Perdió la cabeza. Tal vez en un mal viaje, o en una pelea. O por amor.
Para perderse y encontrarse
Paraísos cercanos (una selección)
Bunyola (Mallorca)
Finca Raixa
Jardines, laderas. Isla y montaña. La finca de Raixa, en Bunyola, cuenta con una villa de clara inspiración italiana que es famosa por su escalinata y su estanque(en la foto). Las vistas panorámicas sitúan a estos jardines como uno de los más singulares de la red europea por como se extiende por Sa Muntanyeta. La historia de una alquería en Raixa se remonta a inicios del siglo XIII, tal vez a mediados o finales del XII. Raixa.net
Granada
Jardines de La Alhambra
¿Por donde empezar? Difícil. ¿Por donde acabar? Imposible. Una visita maravillosa. Por el agua, los azulejos, las inscripciones, los surtidores. La sombra de los grandes escritores musulmanes, la impronta de Washington Irving ondea en la jardines patrimoniales de La Alhambra y el Generalife. Un lugar que merece el sello, no ya de Patrimonio de la Unesco, que también, sino de paraíso celestial en la tierra. Jardines de la Alhambra
Hannover (Alemania)
Herrenhausen
Sin discusión, uno de los jardines más monumentales del mundo. Una especie de Juegos Olímpicos Botánicos que constan del Jardín Grande, el más fotografiado, de estilo barroco y que ha llegado a nuestros días casi intacto respecto a su diseño original que tiene ya más de 300 años. El jardín de Montaña, con 12.000 especies plantadas es un botánico de primera fila. La oferta la completan el Georgegarten, el Welfengarten, el templo de Leibniz... Jardines Herrenhausen
Tívoli (Italia)
Villa d'Este
Obra maestra de la jardinería mundial cerca de Roma. Es un espacio único que ha inspirado la creación de algunos de los jardines que forman la red europea, los de Santa Clotilde, sin ir más lejos. Patrimonio mundial de la Unesco, Villa d'Este es la apoteosis del barroco en versión vegetal con sus fuentes, estanques de nenúfares, cuevas, juegos de agua y música... en sus terrazas sobre terrazas se palpa la sapiencia acumulada, no de muchas generaciones, sino de varias civilizaciones.
Sintra (Portugal )
Monserrate
Es muy injusto elegir un jardín histórico portugués en esta pequeña selección. Los de Monserrate son los escogidos, pero también podrían serlo los de la Fundación Gulbenkian, el parque de Pena, los jardines Serralves, el Botánico de Lisboa. el Botánico Tropical de Lisboa, el Terra Nostra de las Azores... y la lista continúa. Portugal es el país que, de momento, más espacios aporta a la red europea, tantos como 15, casi la mitad del total. El de Montserrate, erupción botánica, cima del romanticismo, forma del conjunto escultórico y arquitectónico de Sintra. Y con eso está todo dicho. Jardines Monserrate
Batumi (Georgia)
Jardín botánico Batumi
Georgia es un país que poco a poco va mostrando sus encantos y (pandemia aparte) atrayendo todo tipo de visitantes interesados por las estaciones de esquí, los paisajes o sus jardines. En la red del Consejo de Europa constan el Tsinandali, en Kakhety; Botánico Nacional de la capital, Tiflis y el de Batumi, en Kakhety: inaugurado en 1912, cuenta con 11 hectáreas y una de las colecciones de plantas más importantes del mundo. Jardines Batumi