Nuevos lenguajes, texturas y materiales: así salta al vacío la cerámica contemporánea

GALERÍA ARTUR RAMON

La artesanía de pieza única destila belleza y  reclama espacio y respeto en una muestra en la que dialogan 18 creadores de cuatro generaciones 

Sesenta obras hacen añicos todo lo que usted quería saber sobre una nueva era cerámica y no se podía ni imaginar

Artèria il·lustrada,obra de porcelana de 2016 de Jordi Marcet i Rosa Vila-Abadal

'Artèria il·lustrada', obra de porcelana de 2016 de Jordi Marcet i Rosa Vila-Abadal (fragmento)l

Cortesía de la galería Artur Ramon

El vacío siempre espera al artista. Callado e invisible. Paciente. El vacío que aspira a ser dibujado, recortado, hecho pedazos. El vacío que tiene tantas identidades como las manos que lo moldean. Está la materia, el lienzo, el color, la inspiración, la rabia y la armonía, el barro y el papel. Y el vacío, que nunca se ausenta, que es juez y parte. Testigo y culpable.

Manifiesto de futuro

En tiempos de crisis dobles, la cerámica artística, más invisibilizada que otras disciplinas, lanza un manifiesto que se proyecta en el futuro y que dará que hablar

Una ambiciosa exposición en la galería Artur Ramon de Barcelona demuestra que se pueden hacer malabares encima del trapecio, que el vacío es algo precioso incluso cuando se delimita y que la idea de cerámica contemporánea, artística, artesana, de piezas únicas, no es exactamente lo que se suele tener en la cabeza. En L’art del buit (el arte del vacío), 18 creadores de cuatro generaciones distintas exponen 60 piezas que trepan por las paredes, florecen como flores árticas, se convierten en jardines, en pozos sin fondo, en objetos que no atienden a leyes ni a estilos ni a convenciones.

Larkspur, pieza de porcelana de la ceramista escocesa Corrie Bain

'Larkspur', pieza de porcelana de la ceramista escocesa Corrie Bain 

Cortesía de la galería Artur Ramon

En tiempos de crisis dobles, la cerámica artística, más invisibilizada que otras disciplinas plásticas, lanza un manifiesto que se proyecta en el futuro y que tiene anclajes que darán que hablar: la grandiosidad de la colección que atesora el Museu del Disseny de Barcelona o la exposición que prepara el MNAC para 2021 que explora la figura de Llorens Artigas y su vínculos con Japón, país donde la cerámica es un arte casi sagrado. Estos brotes verdes de la cerámica, menos divulgada y visibilizada que la pintura, escultura o el diseño, aparecen en un momento en el que el regreso a la tierra, a las tradiciones, a la artesanía, al háztelo-tú-mismo están en auge.

Mia Llauder: Arandela i goma nº3, 2020, porcelana y goma elástica

Mia Llauder: 'Arandela i goma nº3', 2020, porcelana y goma elástica 

Cortesía de la galería Artur Ramon

Mònica Ramon, que junto a su hermano Artur forman la cuarta generación de la galería barcelonesa, empezó a preparar la muestra hace dos años. La ha comisariado con la también artista Caterina Roma y en la exposición han arrimado el hombro asociaciones de artistas y varios museos. “El de la Bisbal o el de Argentona están apostando por la cerámica contemporánea”, cuenta Ramon mientras recorre las piezas de las cuatro generaciones de ceramistas españoles y extranjeros dispuestas en peanas altas y bajas formando una especie de oleaje.

“Hemos reunido a creadores veteranos como María Bofill, Madola, o Claudi Casanova con Penélope Vallejo, Ruth Cepedano o Corrie Bain, más jóvenes”

Mònica Ramon,
Mònica RamonComisaria de la muestra

 “Hemos reunido a creadores más veteranos como María Bofill, Madola, o Claudi Casanova con artistas más jóvenes como Penélope Vallejo, Ruth Cepedano o la escocesa Corrie Bain”. Cada pieza sirve para romper todos los esquemas preconcebidos que se pueden tener sobre la cerámica, artística o no. ¿Por qué? Por mil razones, el tratamiento de la forma, de los materiales, del uso que pueden tener, que en muchos casos es el puramente plástico, escultórico.

Obra de porcelana de Joan Serra de 2020 titulada ME-PP-B1A3-17

Obra de porcelana de Joan Serra de 2020 titulada 'ME-PP-B1A3-17' 

Cortesía de la galería Artur Ramon

“Se pueden ver piezas creadas con una aproximación científica como la de Joan Serra o más orgánica como la de Claudi Casanovas, premiado en Japón por sus obras, que trabaja con piedra volcánica, o Dameon Lynn un inglés que deconstruye las piezas y las vuelve a ensamblar y parecen estar recubiertas de ropa. Las obras de Corrie Baine, por ejemplo, son tan minuciosas que tarda cuatro meses en finalizarlas”, apunta Mònica Ramón.

Nança obra de gres de2016 de Madola dentro de la serie 30.000 anys d.C

'Nança', obra de gres de 2016 de Madola dentro de la serie 30.000 anys d.C 

Cortesía de la galería Artur Ramon

En la muestra, invitados estrella como Llorens Artigas o el mismísimo Antoni Tàpies, que hace compañía a las piezas de Maria Àngels Domingo, Madola, veterana ceramista, muy reconocida internacionalmente, cuya obra forma parte del fondo de varios museos y se puede ver en instalaciones al aire libre como en el patio acuático del Museu del Disseny, en Manchester o en Incheon, Corea del Sur. “Cuando me dijeron que mi pieza estaba al lado de la de Tàpies me hizo mucha ilusión porque es uno de mis referentes, me ha interesado mucho su trayectoria. Además, Llorens Artigas fue profesor mío”, recuerda la artista en conversación telefónica.

Conjunto de copas de porcelana de la artista Maria Bofill

Conjunto de copas de porcelana de la artista Maria Bofill 

Cortesía de la galería Artur Ramon

Hay muchas técnicas presentes, piezas en piedra volcánica, en papel, en porcelana; hay piezas escultóricas. La imagen que ha quedado en los últimos años de la cerámica es la utilitaria, la industrial o semi industrial y por eso hay un cierto menosprecio, pero es una de las artes más antiguas que existen”, reivindica Caterina Roma, la artista-comisaria, que también aporta piezas a la muestra.

La imagen que queda de la cerámica es la industrial  y por eso hay un cierto menosprecio, pero es una de las artes más antiguas que existen”

Caterina Roma, ceramista
Caterina RomaArtista ceramista

Isabel Fernández del Moral es la conservadora del Museu de Disseny de Barcelona y ha asesorado en la selección de artistas de L’Art del Buit. En realidad el museo tiene una riquísima colección, la que proviene del antiguo Museu de Ceràmica antes en Pedralbes, con fondos que van del siglo XII al XIX y la que está cultivando en los últimos años con artistas contemporáneos “viendo qué artistas nos faltan además de los referentes históricos”.

Return to forever, el bosc subjacent, obra de 2013 en gres y papel de Ruth Cepedano

'Return to forever, el bosc subjacent', obra de 2013 en gres y papel de Ruth Cepedano 

Cortesía de la galería Artur Ramon

“La muestra de Artur Ramon no tendría que estar creando esta expectación, debería ser normal –constata-, pero lo cierto en que, aunque estemos a la cola respecto a muchos países de Europa en la divulgación de la cerámica artística, hay que ser optimista, todo lo que antes jugaba en contra de esta disciplina artística ahora viene a favor: estamos en la era del slow-art, de la proximidad, los talleres de cerámica están a tope…”.

Hay que ser optimista, todo lo que antes jugaba en contra ahora viene a favor: el slow-art, la proximidad, los talleres de cerámica están a tope…”

Isabel Fernandez del Moral, Museu del Disseny de Barcelona
Isabel Fernández del MoralCuradora del Museu del Disseny de Barcelona
Carme Collell: Rosa cúbica en vermell, 2002, terracota

Carme Collell: 'Rosa cúbica en vermell', 2002, terracota 

Cortesía de la galería Artur Ramon

“…Los talleres de cerámica están a tope, se han puesto de moda”, confirma Jordi Marcet, presidente de la Associació de Ceramistes, que firma sus piezas junto a Rosa Vila-Abadal. Lo cierto es que tanto él como la mayoría de artistas que exponen viajan constantemente por el mundo mostrando sus piezas. “Aquí hay pocos coleccionistas y pocos galeristas, hay un problema cultural, nos cuesta hacer exposiciones, pero por otro lado, seguimos adelante, estamos bien organizados, somos 300 asociados. Los pintores o escultores no se asocian, nosotros sí”. A su juicio, el ceramista siempre está sometido al veredicto de si es artista o no: “Pero eso nunca sucede con el escultor que está esculpiendo la piedra”

Aquí hay pocos coleccionistas y pocos galeristas, es un problema cultural, nos cuesta hacer exposiciones, pero estamos bien organizados y seguimos adelante"

Jordi Marcet, ceramista
Jordi MarcetPresidente de la Associació de ceramistes
Artèria il•lustrada,obra de porcelana de 2016 de Jordi Marcet i Rosa Vila-Abadal

'Artèria il•lustrada', obra de porcelana de 2016 de Jordi Marcet i Rosa Vila-Abadal 

Cortesía galería Artur Ramon

Marcet y Vila-Abadal presentan una pieza inolvidable en la muestra de Artur Ramon: “Una pieza de porcelana cocida, con pequeños tubos en su parte interior y una serigrafía en su exterior que reproduce pasajes de la literatura de Joanot Martorell en su caligrafía original. “Esto es un pieza sencilla”, asegura Marset que, junto a la mayoría de artistas de la muestra, expone regularmente en Europa y en países como Japón y Corea, muy atentos a todas las innovaciones en el sector. También Francia, Holanda o Suecia.

Soldier Vase, obra en gres de 2019 de Dameon Lynn

'Soldier Vase', obra en gres de 2019 de Dameon Lynn 

Cortesía de la galería Artur Ramon

No estamos ante la artesanía de repetición, sino ante una mirada artística”, defiende Caterina Roma, que también expone en Francia y que valora que ahora el artista-ceramista lo tiene más fácil para crear y exhibir que las generaciones anteriores: “Les tenemos que estar agradecidos, porque ellos lo tuvieron mucha más difícil”.

Conjunto, obra de la ceramista Isabel Barbaformosa

Conjunto, obra de la ceramista Isabel Barbaformosa 

Cortesía de la galería Artur Ramon

Entre la tradición y la experimentación: los artistas ceramistas no sólo se aprovechan del vacío sino que se zambullen en él confiados de haber hallado nuevas vías de expresión y sentimiento, y de haber conquistado texturas y espacios poco habituales. Mia Llauder trepa a la paret para mostrar sus piezas esculturales. Nuri Negre o Penélope Vallejo prestan atención a colores como el negro. Roger Coll juega con la ligereza y casi transparencia de sus obras. Carme Collell constata la influencia en su obra del artista Torres-García. 

Idees, piezas de gres de Ruth Cepedano de 2016

'Idees', piezas de gres de Ruth Cepedano de 2016 

Cortesía de la galería Artur Ramon

Y para el final queda el humor. Además de impactantes, hay obras como las de Isabel Barbaformosa, Ruth Cepedano o la consagrada María Bofill, cuya belleza inocula curiosidad (¿cómo lo habrá hecho? ¿En qué horno lo habrá cocido? ¿Será de leña?) y arranca una sonrisa. Son las travesuras del vacío que se viste o se desnuda con su química hipnótica, imperfecta e impactante.

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