La salud mental es un tema complejo porque depende de una enorme cantidad de factores, y, por desgracia, no todos están en nuestras manos. Muchas veces se tiende a simplificar los problemas de salud mental, asociándolos exclusivamente a desequilibrios químicos como pueden ser los niveles de dopamina o cortisol en el cerebro. Sin embargo, la realidad es mucho más amplia. La salud emocional se puede ver afectada por aspectos que van más allá de lo biológico, como las experiencias pasadas o actuales, las condiciones en las que vive una persona, la calidad de las relaciones y la forma en que nos cuidamos a nosotros mismos. Todo esto juega un papel esencial en nuestro bienestar.

Una joven durante un momento concurrido
La psicóloga, escritora y divulgadora María Ros, que cuenta con casi 300.000 seguidores en Instagram, explica cómo la salud mental va más allá de lo que creemos. “Ni tu depresión depende de tus niveles de dopamina, ni tu ansiedad de los niveles de cortisol. Y puede que estén alterados por ese motivo, correcto, pero no son la causa directa. La salud mental es mucho más compleja, que depende de muchos factores: tu situación económica, las condiciones de tu vivienda, la igualdad o no de oportunidades en la vida”, explica la psicóloga en su vídeo.
Vivir en un ambiente de estrés constante, tener un trabajo que nos sobrecarga o no contar con un sistema de apoyo adecuado puede afectar profundamente nuestra estabilidad emocional. Es fundamental reconocer que no estamos aislados en nuestras luchas emocionales, y que muchos factores externos y personales tienen impacto directo en cómo nos sentimos y cómo enfrentamos los desafíos que la vida nos presenta.
Factores que pueden afectar a tu salud mental:
- La forma en la que descansas y el tiempo que duermes
- La alimentación y tu nivel de actividad, si eres sedentario o tienes una vida activa
- Las experiencias complejas a las que te enfrentas y cómo las gestionas
- La red de apoyo que te rodea y la capacidad para pedir ayuda o de sumarte todo el peso en tu espalda
- El tiempo pasas que pasas frente a las pantallas y, más concretamente, en redes sociales
- Los momentos de autocuidado y el ambiente en el que vives, el tiempo que pasas al aire libre y en conexión con la naturaleza
- El equilibrio entre el área profesional y el área personal, la carga mental y el estrés
“Puedes hacer ejercicio, comer sano, dormir lo suficiente, gestionar tus pensamientos pero… ¿y si llegar a fin de mes es algo complicado para ti? ¿Y si no tienes una vivienda segura y en condiciones? ¿Y si tu entorno social es dañino? ¿Y si tienes alguna enfermedad orgánica que te limita día a día? ¿Y si tienes hijos y no puedes conciliar ni llegar a todo?”, dice Ros.

Las preocupaciones familiares también pueden afectar a nuestra salud mental
En definitiva, la psicóloga María Ros hace hincapié en que la salud mental no puede reducirse a un solo factor ni a una explicación sencilla. Afecta a nuestra vida de manera integral, y está influenciada por un sinfín de elementos, tanto internos como externos. Hay aspectos que se pueden controlar, como la alimentación, el descanso o el autocuidado, pero también existen otros factores lejos de nuestro alcance que afectan a nuestra estabilidad, como los factores económicos, el entorno social o los desafíos. Reconocer que no es tan sencillo, es el primer paso para ser más compasivos con uno mismo y con los demás, entendiendo que la salud mental es un viaje que necesita paciencia y comprensión.