Elizabeth Clapés lo ha vuelto a hacer. La psicóloga, conocida en redes sociales como @esmipsicologa, se ha convertido en uno de los rostros más seguidos de internet debido a sus numerosos consejos y contundentes reflexiones que lanza día tras día en sus perfiles oficiales sobre las relaciones de pareja.
La autora del libro Tú no eres el problema. Entiéndete y sana tras el vínculo con psicópatas narcisistas sorprendía a su millón de seguidores con una nueva reflexión relacionada con la importancia de respetar nuestros propios límites con los demás. Y es que poner límites a los demás es una acción que pocas personas saben llevar a cabo hasta el final.
Muchas veces olvidamos a lo largo de nuestra vida que tenemos el poder, el derecho y la responsabilidad de proteger nuestro espacio personal y emocional, por lo que poner límites a los demás es clave para nuestro desarrollo personal. Además de ayudar a generar y mantener vínculos saludables, también nos permite ser fieles y leales a nuestros pensamientos y necesidades.
Por ello, la experta insistía recientemente en la importancia de respetar nuestros propios límites con los demás ''Si yo te pongo límites es para que no te los saltes. Pero si tú te los saltas...Un límite supone una consecuencia si no se cumple. Y yo tengo que respetarme lo suficiente como para tomar la dura decisión de que si tú te los estás saltando y yo ya te lo he pedido varias veces, lamentablemente me voy a desvincular de ti'', confesaba la psicóloga.

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Además, la psicóloga especializada en relación de parejas aseguraba que si no somos capaces de respetar nuestro límites es mejor no ponerlos. ''Si no soy capaz de llevar a cabo la consecuencia que he dicho que llevaría a cabo si te volvías a saltar ese límite, mejor no lo pongo'', decía.
¿El motivo? Nuestra palabra perderá valor frente a los demás. ''Si yo lo digo a mi pareja: ''Si vuelves a serme infiel, voy a dejar la relación''. Pero cuando vuelve a ser infiel no la dejo. El límite no tiene ningún sentido y simplemente le he demostrado a mi pareja que mi palabra no tiene valor, que ni siquiera mi voluntad tiene valor'', detallaba. Y es que según Elizabeth Clapés, lo más difícil de los límites es ''cumplir con las consecuencias que hemos dicho que tendrían dichos límites''.